Resumen De El Perfume De Patrick S.

Es impresionante la manera en la que Patrick Süskind logra, en una misma novela, unir los conceptos de psicología y sensación. Estos dos elementos: olor y mente, hacen de “El Perfume” una novela increíble en todo sentido.

Jean-Baptiste Grenouille es la pequeña garrapata de nuestra historia. A medida que se va desarrollando el libro, con más intensidad en la primera parte, logramos entender la personalidad de nuestro protagonista. Desde su primera respiración fue un ser humano detestado por los hombres. No solo provocaba indiferencia en la gente que lo conocía, sino un claro terror.

Grenouille se destaca desde su infancia por su increíble sentido del olfato. Su nariz, a lo largo de su vida, fue sus ojos y sus oídos. Creo que es importante destacar aquí la clara capacidad que tiene Süskind para describir olores. A través de la lectura vamos siendo capaces de imaginar determinados aromas, característica que no poseen la mayoría de los libros. Esta clara sensibilidad por parte de Grenouille lo hace ser un niño diferente a los demás. No solo era callado e introvertido, razón por lo que se le compara a una garrapata, sino en como sus capacidades lograban asustar a las personas.

Es así como su vida va cambiando de “dueño” constantemente. De su madre pasó a pertenecer a un convento, del convento a una casa de adopción (a cargo de la Señora Gaillar). De ahí se fue con Grimal y finalmente con Baldini. Todos estos cambios los aceptaba con resignación y terminó por probar que era un niño más fuerte de lo normal. De hecho, las únicas veces que realmente mostraba una debilidad era cuando parecía estar decepcionado de algo, así es el caso de su enfermedad en casa de Baldini.

Encontramos en Jean-Baptiste una importante contradicción. A pesar de poseer el olfato más desarrollado de la raza humana, él era incapaz de exhibir cualquier tipo de olor. Creo que lo que Süskind intenta destacar con esto es la falta de características humanas del protagonista. Pareciera como si todo deber ser del hombre: sus preocupaciones, su ética, su moral e inclusive su conciencia debieran de ser expulsados de una forma u otra y, claro, Grenouille era ajeno a todo esto.

Otro elemento que es necesario discutir es su pasión por la perfumería. Obviamente al ser un niño prodigo en cuanto al olfato parece que su destino no podría se ningún otro. Toda la novela se guía por esta pasión de poder encerrar olores en pequeñas botellas. Al principio solo se buscaba que el contenido oliera bien, pero a medida que se va perfeccionando el arte, nuestro protagonista se da cuenta que “quien dominaba los olores, domina el corazón de los hombres.”

En la segunda y tercera parte del libro encontramos una nueva contradicción en la personalidad de Grenouille. Cuando a los 18 años decide emprender su camino al sur para aprender nuevas técnicas de perfumería, parece aliviado, hasta extasiado en algunos momentos, de poderse alejar de los hombres y de sus “espantosos olores.” Esto culmina con él estableciéndose en una cueva solo. Así permanece por 7 años, hasta que en un sueño se logra percatar de su falta de olor. Es aquí cuando decide abandonar su vida de ermitaño. ¿No abandonó acaso la cueva porque se dio cuenta que era diferente a los demás? ¿No parece entonces que hay en realidad en él una parte humana que desea ser entendida?

Sea cual sea la respuesta, en la siguiente parte del libro encontramos a Grenouille conviviendo más intensamente con otras personas. Sus nombres podrán ser Taillade-Espinasse o Arnulfi, sin embargo la convivencia es notoria. Es perceptible hasta en ciertos momentos un cambio de actitud. Es justo en esta parte cuando decide crear un perfume que logre que las demás personas lo amen.

Aquí entramos a un segundo análisis ajeno a Jean-Baptiste. Süskind considera

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