TRABAJO MATERIALES EPÓXICOS

Toda estructura de concreto armado, admite la posibilidad de que se generen fallas que afecten las características de diseño, comprometiendo en mayor o menor grado, su integridad.

Estas fallas que afectan la fortaleza, durabilidad  y sanidad de las estructuras en concreto armado dependen, según Treviño (1998):

 (…) de los cuidados que se hayan tenido con ella desde su gestación (planeación y diseño) pasando por su crecimiento (ejecución) y posteriormente durante su vida adulta (uso) mediante un buen programa de Inspección y mantenimiento. (…) Al igual que ocurre con las personas, hay estructuras sanas y estructuras enfermas. Estas últimas son las que han tenido un desarrollo poco feliz, bien por defectos de gestación (planeación y diseño) ó bien por pocos cuidados y vigilancia en su crecimiento (ejecución) ó durante su vida adulta (uso u operación). p. 48.

Para este autor, todas las fallas son atribuibles al error humano en alguna de esas etapas, los materiales no fallan, es la utilización que de ellos hacen los seres humanos los que en algunas circunstancias generan patologías.

Pero nadie construye una obra esperando que se venga al suelo y mucho menos que cause daño a alguien, pero los accidentes pasan y se espera que alguien asuma la responsabilidad. Determinar quién es responsable, cuales son las causas y como corregir una falla estructural es tarea que se le ha encargado al ingeniero forense.

Para detectar y diagnosticar las fallas en el concreto armado, y poder determinar el mejor tratamiento para su corrección, se requiere consultar los documentos de la obra, es decir; dibujos constructivos, memorias de cálculos estructurales, especificaciones para la construcción, bitácora de obra, registros de modificaciones de campo, reportes de laboratorios de control de calidad de materiales, y estudios de mecánica de suelos, entre otros, así como conocer al detalle el uso que se le ha dado a la estructura, sobrecargas, y situaciones extraordinarias a las que pudiese haber estado sometida.

El estudio de las patologías en las construcciones, se define por Treviño (1998) como:

(…) el estudio sistemático y ordenado de los síntomas, mecanismos, causas y orígenes de los defectos, deterioro y daños que sufren las construcciones para que estos puedan diagnosticarse y tratarse con propiedad. p 51 

En este “tratarse con propiedad” es que se centran las principales carencias, pues son muchos los casos en que se toman decisiones equivocadas, llevando a adoptar tratamientos cosméticos que solo disimulan la patología sin evitar su evolución o, en el otro extremo, a desechar la construcción demoliéndola, por considerar que la patología no puede tratarse con éxito.

En una entrevista, al interrogarle sobre la existencia de patologías que no puedan ser tratadas con éxito, Carrasquillo (2018) indica:

Yo no he visto todavía un concreto que tenga problemas que no puedan resolverse, lo que pasa es que a veces la gente no quiere perder tiempo, dice “eso fue culpa tuya, tú lo pagas”, entonces tumban la estructura, pero esas son actividades que hasta cierto punto pecan de irresponsables (…)

Esas decisiones pueden ser tomadas por negligencia o intereses económicos, pero en la mayoría de los casos es por desconocimiento de los materiales y técnicas adecuadas para el tratamiento de las patologías, y/o desconfianza en las propiedades que presentan y sus capacidades para restablecer la estructura afectada, a sus condiciones originales de diseño.

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