Trabajo De Materiales

EL TERRORISMO: HISTORIA Y TRANSFORMACIÓN DEL CONCEPTO Y SU INCIDENCIA EN LA HUMANIDAD.

Uno de los peores fenómenos que ha producido nuestra sociedad moderna es el terrorismo. Este flagelo ha golpeado al mundo entero desde hace muchos siglos atrás, presentándose durante toda la historia de la humanidad con diferentes formas de expresión de la violencia y la crueldad: conquistas, invasiones y guerras, así como actos violentos de rebeldía u oposición al gobierno.

Los términos “terrorismo” y “terrorista”, se nos dice que son relativamente recientes, entendiendo el primero de ellos como système régime de terreur, nacido de una idea positiva al hablar y escribir los jacobinos sobre ellos mismos (Laqueur, 2001). Así pues, el término no siempre ha sido tenido en cuenta como se conoce en la actualidad y su definición varía, dependiendo del área de estudio en el que se presente el análisis. Sin embargo, siempre será un tema de debate la definición que se presente del mismo, por lo que trataremos de simplificar nuestras tesis en el presente ensayo.

Así pues, para entender nuestra primera idea de terrorismo, en la que se percibe todo acto de violencia y crueldad como tal, es preciso presentar una acepción inicial sobre el mismo. En este sentido, de acuerdo con la primera idea de terrorismo, entendemos tal fenómeno como todo acto destinado a atentar contra otro ser humano, bien sea para causarle lesiones físicas graves e irreparables, o bien causarle la muerte. En este sentido, si atendemos a esta concepción, mientras recordamos los millones de amerindios torturados, masacrados y exterminados en el continente americano, a partir del año 1492, a la llegada de los

españoles, podemos comprender que el terrorismo tiene una connotación política arraigada en nuestros propios orígenes como continente iberoamericano. Tal comportamiento de nuestros antepasados ibéricos se debió a una de las características principales que tiene todo propósito terrorista: intimidar u obligar a una población o gobierno (cómo los que ya existían en la América prehispánica) a actuar acorde a su voluntad.

De esta manera, podemos afirmar que el terrorismo se configura como tal a partir del cumplimiento de sus objetivos, logrando políticamente un cambio en el status quo. Es decir, posterior a un acto terrorista, la situación social, política, económica, e incluso cultural, de un estado deja de ser la misma inmediatamente, para transformarse en otra cosa, bien para lograr los deseos del perpetrador o de los autores intelectuales del mismo.

Por otro lado, si bien tales actos adquieren también fines religiosos e incluso culturales (como lo que sucede en el Medio Oriente), y de tratarse en ocasiones de una forma de “guerra” poco convencional, la intención principal es la de tomarse el poder por un medio totalmente ilícito. El simple hecho de intentar arrebatar del poder a un gobierno legítimo, a través de un medio absolutamente ilícito, nos ubica dentro de la esfera política, aun cuando su manifestación sea religiosa o cultural. En otras palabras, cuando un grupo decide atacar a otro, fundamentando sus acciones en el poder de dios, por ejemplo, tal acto no es otra cosa que la reconfirmación de que estamos ante un acto terrorista de tipo político. Sus fines básicos son políticos y no religiosos, aunque su manifestación sea tal.

Por esta razón es que diariamente nos vemos sacudidos por noticias de atentados en plena vía pública, donde millones de inocentes se ven afectados tras una “guerra” totalmente ajena y extraña.

Así pues, volviendo a nuestra idea de la transformación de la humanidad como efecto de los actos terroristas, se presentan a continuación algunos datos históricos en los que se han producido actos terroristas, desde diversas perspectivas, entre los que podemos mencionar:

• Sociedades secretas detectadas en algunas culturas tribales mantenían su influencia valiéndose del terror.

• En el siglo XII, un grupo ismailí de los musulmanes shiíes, los ‘Asesinos’, llevó a cabo campañas terroristas contra musulmanes suníes.

• En Irlanda, grupos protestantes y católicos se aterrorizaron mutuamente tras la Reforma.

• En su forma moderna, el terrorismo sistemático recibió un gran impulso a finales de los siglos XVIII y XIX con la propagación de ideologías y nacionalismos seculares tras la Revolución Francesa.

• Adeptos y detractores de los valores revolucionarios utilizaron el terrorismo tras las Guerras Napoleónicas.

• El nacionalismo imperialista que en Japón condujo a la restauración Meiji, en 1868 estuvo acompañado de frecuentes ataques terroristas al shogunado Tokugawa.

• En el sur de los Estados Unidos de América, se creó el Ku Klux Klan tras la derrota de la Confederación Sudista en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) para aterrorizar a los antiguos esclavos y a los representantes de las administraciones de la reconstrucción impuesta por el Gobierno Federal.

• En toda Europa, a finales del siglo XIX, los partidarios del anarquismo realizaron ataques terroristas contra altos mandatarios o incluso ciudadanos corrientes.

• El

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