Tanatologia

Tanatología: Una perspectiva distinta de la muerte

“Preocuparse por la muerte no significa una evasión ante la vida, la

Integración de la idea de morir, permite a nuestras vidas concebir

Proyectos más conscientes y meditados, no derrochando demasiado

Tiempo en cosas sin importancia”

Desde el principio de los tiempos el ser humano luchó contra la idea de la muerte, el hombre notaba la proximidad de su fin y actuaba en consecuencia según su momento histórico cultural.

En las diversas tradiciones de la sabiduría oriental hay una concepción y aceptación más abierta del morir: en el hinduismo y particularmente en el budismo, la muerte es concebida como un tránsito, como un cambio de ropaje del cuerpo hacia otras “vidas”. Entre las civilizaciones que dieron gran importancia a la muerte, destacó la egipcia: ellos creían que el alma regresaba a ocupar el cuerpo del muerto por lo cual lo momificaban para asegurar su supervivencia.

En la década de los 50s surgió la tanatología como disciplina sistematizada relacionada con el estudio de la muerte y el morir, la psiquiatra suiza Elisabeth Kubler Ross (1926-2004) fue la pionera en desarrollar esta disciplina a partir de investigaciones en los campos de la medicina, la psicología y la sociología.

En 1981 el historiador francés Aries expresó que las actitudes cambian con el tiempo y reflejan los temores, las esperanzas, y también individual de la muerte y

Clasificó la muerte en cuatro períodos:

La muerte doméstica

Esta actitud predominó hasta la Edad Media la muerte se miraba con familiaridad, la cercanía de la muerte convertía el cuarto del moribundo en un lugar público, pues la muerte era sentida por la comunidad, el moribundo confesaba sus faltas, impartía órdenes, consejos y esperaba la muerte, todo esto después de hacer el testamento.

La muerte de uno mismo

Esta actitud predominante en los siglos XII a XV miró la muerte como individual e íntima. Se descubrió la idea de la vida como una biografía sometida a los conceptos judiciales del mundo, extensibles al más allá.

La muerte del otro

En el siglo XIX, se dio paso a la actitud por la cual el miedo y la fascinación por la muerte personal fueron transferidos a otra persona, casi siempre el ser amado, se dio importancia a la aflicción por la pérdida del ser querido.

La muerte prohibida.

La muerte se mira con ternura, dramatismo o se ansía para el reencuentro con los seres queridos.

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