Tiempos Liquidos Zygmunt Bauman

En el libro tiempos líquidos vivir en una época de incertidumbre de Zygmunt Bauman nos plantea que actualmente la sociedad está en una transición de “Solida” a “líquida” lo que condiciona las formas sociales actualmente debido a que ya no pueden seguir con sus estructuras y formas por más tiempo especialmente en el ámbito del poder y la política que dejó de ser local para volverse global, el cambio gradual en la reducción de los seguros públicos, el colapso del pensamiento y planificación de corto alcance, todo esto divido en 5 capítulos muy interesantes.

En primera instancia nos habla sobre la vida líquida y sus miedos donde se plantea el cambio radical que han ido sufriendo las estructuras políticas y sociales en la actualidad, donde la justicia se mide a través de comparaciones planetarias en las que nada permanece en un “Afuera material” y que los beneficios de un lugar suponen el sufrimiento de otro, y la globalización lejos de ser la utopía de las actualizaciones se ha vuelto en un término de apertura que deja vulnerable y con un mínimo grado de certeza de lo que pasará, pasando a ser una “globalización negativa” en la que no hay fronteras, es selectiva y esa apertura se torna desventurada y vulnerable, creando una sensación de inseguridad que interfieren en la libertad de las personas y la democracia.

Se nos hace mención también de que el miedo es el motor que actualmente mueve el mundo y que se extiende de forma imparable como un hábito diario, donde lo importante de este no es sino la capacidad de expansión en la sociedad, dirigiendo la atención actualmente a emprender acciones defensivas en un terreno que es inestable, colocando el “progreso” como una amenaza de cambio, el autor lo compara como el juego de las sillas, en el que hay quienes tienen la pesadilla de no avanzar y quedar rezagados, se nos habla de que de todo esto se puede extraer un gran capital por su rentabilidad, anteriormente la seguridad personal se centrada en precisamente eso el sentirse seguro mientras que actualmente se inclina por la creación de miedo desconectadas, casi siempre, a la fuente original de la ansiedad, el estado y la política ha dejado en manos de los individuos lo que es un problema originado por la sociedad, animando a centrarse en la propia protección. En pocas palabras este capítulo trata de hacernos ver como a los políticos a partir de la globalización han ido construyendo su camino basándose en el miedo y la incertidumbre que a su vez como un circulo vicio genera más de eso e involuntariamente dando mayor poder al terrorismo como si se tratara de un terreno fértil y haciendo la legislación más rigurosa y severa; Meacher menciona que la guerra contra el terrorismo es debido a la falta de voluntad para contemplar lo que se oculta detrás del odio y que actuar sin pensar es igual de ineficaz, la sociedad ya no está protegida por el estado y la globalización es un proceso parasitario.  

Como segundo tema se habla sobre la humanidad en movimiento donde plantea el capitalismo como organización social semejante a una serpiente que se alimenta de sí misma y que se basa en la liquidación de activos, que poco a poco va a ir terminando con los recursos y deja a su paso “Desperdicios humanos” considerados todo aquel ser humano que ha sido despojado y sus tierras obligándolos a arreglárselas como puede, esto comienza a superar la capacidad del planeta para gestionarlos, es decir, el planeta ya no solo corre el riesgo de afectar ecológicamente la sostenibilidad del planeta sino también en el equilibrio político y social, esta modernización del capital tiene consecuencias directas en la obstrucción de los desagües poco a poco ha alcanzado su límite y aquellas tierras consideradas de nadie, aptas para este desagüe, así mismo también nos menciona la sobrepoblación que obliga a las personas en emigrar volviéndose refugiados, pero que actualmente representa una forma más de gestionar el “excedente de población” y “Reciclaje de desechos” me llama mucho la atención como el autor refleja la realidad de hoy en día considerando a todos esos refugiados como víctimas de la globalización donde el ritmo acelerado les impide adaptarse y quedándose sin el respaldo de una autoridad, nos menciona varios ejemplos  en el que se crean campos de “refugiados” con la promesa de una mejor vida en otro país pero al final se vuelve un lugar del que no se puede salir, especialmente porque el mismo país no da la oportunidad de mejora y cambio, no pertenecen a un lugar ni a otro, y el fin “humanitario” de dichos lugares es hacer que se marchen, a estos centros se les compara con una combinación del “güeto” e “hipergüeto”, el planeta está lleno y ha alcanzado sus límites extremos.

En el tercer capítulo el autor como el estado y la democracia forman parte de la gestión de los miedos, se nos explica que las clases más altas que son las que cuentan con mayor seguridad son en sí quienes muestran más temor y amenazas donde no las hay, estos miedos se basan en varias situaciones que no podemos controlar del todo como la supremacía de la naturaleza, la caducidad del cuerpo y para regular las relaciones familia-estado-sociedad y a partir de ahí nos explica como este último punto ha tenido un cambio gradual desde la existencia de la monarquía basada en el individualismo social donde cada uno se hacía cargo de si mismo  y como poco a poco se introdujo la democracia junto a la demanda de derechos políticos, sociales y personales, términos que se engloban juntos, este cambio ha requerido mucho tiempo y nos menciona que la democracia era muy limitada a las clases con posibilidades económicas de los privilegiados, con el paso del tiempo y el cambio de necesidades de la sociedad se utilizaron los derechos políticos para crear y asegurar los derechos personales y la solidaridad ocupó el lugar de pertenencia como un escudo ante lo desconocido.

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