Técnicas pictóricas: acuarela y gouache - características, técnicas, materiales y conservación
juuliEnsayo30 de Abril de 2016
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Acuarela
Es la técnica de aplicar aguadas de color transparentes (o capas de pigmentos muy finos, dispersos en aglutinantes que puedan rebajarse con agua). El efecto de la transparencia es la característica intrínseca de la técnica.
Los blancos más profundos los crea únicamente el fondo, mientras que las sombras más profundas las crea la capa de color, o sucesión de capas, más gruesas (hasta cierto punto traslucido).
La acuarela es una técnica ilusoria, que alude a la relación entre luz y color, más que una técnica productora.
El conocimiento de los métodos para mezclar los pigmentos y tintes con agua se remonta a los primeros intentos humanos de decoración primitiva, y también a la decoración de los manuscritos (el más antiguo conocido es el de LIBROS DE LOS MUERTOS Egipcios). La técnica se utilizaba mucho en China y Japón para pintar cuadros, lámparas, abanicos, etc.
La acuarela no se convirtió en técnica independiente hasta finales del siglo XVII, aunque pintores alemanes del siglo XVI como Alberto Durero, la emplearon en gran parte de su obra. Durante mucho tiempo, la acuarela de limito a ser una técnica auxiliar para preparar cuadros y colorear dibujos. En un principio la acuarela se ejecutaba sobre pergamino y posteriormente sobre tablas de marfil y de huesos.
Entre los primeros grandes pintores que prefirieron esta técnica como medio de expresión, se encuentras los pintores Británicos como Turner y Girtin. Tuvieron muchos seguidores contemporáneos como Cox, Cotman y otros que introdujeron la acuarela en Francia.
A principios del siglo XIX, la acuarela se abría camino entre las disciplinas de las escuelas y academias de arte.
Soporte:
La acuarela requiere un soporte ligero y absorbente que refleje la luz. El soporte más apropiado y el que más se utiliza es el papel.
El papel para acuarela debería estar hecho a mano, pesar bastante, ser absorbente y de fibras largas. Se puede encontrar en hojas, montado en bastidor, en tacos o en blocs. Los papeles Japoneses son de gran calidad y proporcionan una interesante variedad de superficies. El papel de arroz chino puede utilizarse para acuarelas y gouache.
El papel de acuarela ah de estar aprestado por completo, no solo en su superficie. La superficie debería tener la suficiente textura como para aceptar bien los colores. El papel debe almacenarse siempre horizontalmente; es recomendable comprobar que es resistente a la luz y generalmente hay que extender el papel sobre un soporte antes de comenzar a trabajar. También puede utilizarse un bastidor, que consta de dos partes que encajan entre sí. Es habitual humedecer el papel y luego dejarlo secar.
No es necesario ajustar la superficie de un papel de acuarela de gran calidad. Si se está trabajando sobre una superficie húmeda, el pintor tendrá que continuar humedeciendo el papel mientras trabaja.
La superficie de un papel excesivamente absorbente, solía tratarse cubriéndola con cola de pescado; pero pintar sobre un fondo tratado así exige mucha precisión. Los soportes de ceda solían modificarse con una solución clara de hiel de vaca o un apresto de almidón para hacerlos más ásperos y evitar que el pincel resbale. El lienzo no es un soporte típico para acuarela.
El pergamino o papel vitela que se utiliza para pintar retratos en miniatura se fabricaba con la piel de mejor calidad de corderos o animales nonatos. Antes de pintar se humedecía con alcohol la superficie del pergamino para eliminar manchas de grasa.
Pigmentos:
Los pigmentos de calidad para acuarela han de ser muy finos para que formen suspensiones con facilidad y se mesclen con el agua en cualquier proporción. Estos pigmentos pueden despegarse del fondo sin dejar huella, incluso después de haber secado, a diferencia de los tintes orgánicos que se funden con el fondo y producen una coloración permanente. Aunque actualmente está muy extendido el uso de tintes orgánicos resistentes a la luz, una paleta de acuarela tradicional bien podría prescindir de ellos.
Los pigmentos vegetales, la goma guta, el amarillo indio y el índigo, han desempeñado una importante función en la historia de la acuarela, a pesar de su poca resistencia a la luz.
Aglutinantes:
Los aglutinantes para acuarela son gomas naturales solubles en agua: goma arábiga, dextrina, tragacanto y otras gomas.
En el pasado, la función del aglutinante la desempeñaba la leche de higo, la vejiga del fresno en flor y la gelatina y la clara de huevo.
Un aglutinante debería cumplir dos requisitos básicos: que el pigmento en suspensión debe permanecer inalterable, y que no debe coagulares ni siquiera al máximo grado de disolución. Si no cumple estos requisitos, produciría manchas, grumos o zonas opacas. Esta es la razón por la cual se deben mezclar los aglutinantes con extendedores (miel, glicerina, caramelos) que estabilizan la solución y suprimen la tendencia coloidal de los aglutinantes, evitando al mismo tiempo el exceso de rigidez y fragilidad de la película de pintura.
También la miel se utiliza como aglutinante, es muy utilizada en el arte popular ruso.
Técnicas pictóricas:
La técnica de la acuarela exige gran experiencia y una habilidad especial para construir las capas de color con aguadas transparentes. Puede aplicarse libremente la acuarela mesclando tonos directamente sobre el papel, o en una sucesión de aguadas transparentes. Al aplicar una sucesión de capas transparentes, debe recordarse que si se construye la capa de color de un modo sustractivo, el resultado serán unos matices diferentes de los tonos que se mesclan directamente. En la técnica clásica de la acuarela, la sobre capa de pintura se realizaba con tonos claros y neutros sobre los que se extendían tonos más saturados. Las luces se obtenían dejando zonas del soporte sin pintar; también se usaban las resinas para cubrir zonas en blancos.
En el siglo XIX la técnica de la acuarela se relajo, se utilizaba la técnica del pincel seco, y el blanco servía para acentuar las luces o para una sobre capa parcial. En algunos casos se combinaba la acuarela con el pastel o con el gouache opaco. La profundidad tonal se obtenía estabilizando las capas individuales de color con un fijador con alcohol para evitar que se fundieran entre ellas.
Los acuarelistas solían desarrollar sus propias técnicas muy individualizadas, ignorando las tradiciones clásicas y contradiciendo los principios técnicos.
Se utilizaba la acuarela para la pintura en miniatura sobre marfil. El pincel tenía que estar seco y las pinceladas hacerse de arriba hacia abajo.
La limpieza es muy importante para la acuarela, conviene tener una jarra con agua limpia, gamuzas o esponjas para borrar las luces, etc.
Para proteger las capas de color, se utilizan fijadores especiales para acuarela. No es recomendable barnizar las acuarelas con ningún material. Las pinturas deben almacenarse en forma horizontal separadas por cartones. Los cuadros deben protegerse con cristales para evitar que el polvo los dañe y al colgarlos, no situarlos donde les dé directamente la luz solar para proteger los colores originales.
El gouache
El término describe la técnica de pintar sobre un fondo húmedo. La diferencia entre el gouache y la acuarela reside en que el gouache es opaco. Una capa de color de gouache se asemeja a un pastel opaco, pero es luminosa y tiene posibilidades de gradación de la profundidad tonal.
Esta técnica se remonta a la iluminación de libros medievales y al antiguo Egipto. Fue redescubierta en el siglo XVII y principios del XVIII y aplicada a la pintura en miniatura. A fines del siglo XIX la técnica del gouache era dominada por los ilustradores que apreciaban su rápido secado. Fue utilizado por Klee, Picasso y otros. Algunas gamas de gouache se consideraban “colores de diseñador”, debido a su aplicación comercial. Las pinturas para carteles y el temple que se utiliza para las pinturas de decorados son derivados del gouache.
Soportes y fondos
Los soportes pueden ser los mismos que los de la acuarela, como el papel sin tratar y el pergamino. También puede utilizarse el lienzo, la madera y la escayola preparados con un fondo. El gouache resulta muy eficaz sobre papel tintado. A los soportes de madera se les suele aplicar un fondo de Creta y apresto; la superficie de la escayola debe suavizarse y cubrirse con yeso. Un soporte de lienzo debe rasparse con piedra pómez cuando esta húmedo.
Pigmentos y aglutinantes
El gouache necesita pigmentos resistentes y estables porque es sensible a los cambios medioambientales y químicos. La paleta debe evitar los pigmentos químicamente reactivos o con un bajo poder cubriente. Los colores se venden en pequeños tubos y contienen un componente de blanco que refuerza los colores opacos; los colores también pueden prepararse en el estudio con pigmentos en polvo y el aglutinante adecuado.
Los tres principales tipos de aglutinantes apropiados para el gouache son:
• Goma arábiga: Su soluciones presentan baja viscosidad en el agua que la diferencia del resto de las colas. La acides de esta goma se neutraliza añadiendo tres partes de bórax
• Tragacanto o resina de frutos: Las resinas de cerezos y ciruelo tienen importancia histórica porque se usaban en la iluminación de libros. Actualmente el tragacanto es el más apropiado para el gouache, porque presta a las suspensiones de pigmentos la cualidad adecuada y los vuelve densos y plásticos.
• Pasta de almidón: Este aglutinante da gran viscosidad a las soluciones, se
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