Umberto Eco: El Signo, Un Producto Social

Umberto Eco es un escritor y filósofo italiano quien ha dirigido su trabajo a entender la semiología y forjarle una estructura. En el libro “Tratado de la Semiótica general”, el autor busca unificar sus investigaciones semióticas para elaborar lo que denomina “una teoría global de todos los sistemas de significación y de comunicación”, afirmando que toda cultura se ha de estudiar como un sistema de signos, es decir, un “fenómeno de comunicación”.

Para abordar tan extenso objetivo, su trabajo lo define en dos partes fundamentales: “una teoría de los códigos”, que busca explicar la organización cultural de cualquier sistema de signos y una “teoría de la producción de signos”, que elabora, atendiendo al hecho de que el signo surge de un sistema complejo y elaborado de significaciones desde una dialéctica social, colectiva, que crea y transforma dichos elementos.

Esto último constituye un importante avance, por cuanto cambia los planteamientos tradicionales en este campo al poner atención no sólo en el signo y sus significaciones o representaciones icónicas; sino también en la forma cómo este surge y se transforma en el ámbito social. Así, Eco logra asir al signo desde la semiótica, como ciencia que estudia los fenómenos culturales en tanto resultado de una convención social sobre el acto comunicativo, delineando el concepto elemental sobre su objeto de estudio “La Semiótica se ocupa de cualquier cosa que pueda considerarse como signo”. Siendo este elemento, como él lo indica, plausible de ser una “realidad”, o un constructo, “una mentira” surgida en convención social.

El autor considera que toda acción determinada conlleva una carga simbólica en relación con el “otro” que legitima y reconoce tal hecho. En efecto, para este autor, “la cultura” no existe sino en el momento mismo en que ese “otro pensante” en que el individuo en colectivo, vislumbra el atributo del ente, dándole por cierto. Así el signo finalmente resulta en la idea que se tiene o el nombre que se da a un ente, a algo y por tanto, cambia, se transforma, se resignifica en el diálogo contante con el otro, con los otros.

Así el autor plantea y se arriesga a crear una estructura del signo, en su acepción integral, como cosa creada, idea convencional, el signo entre ficciones. Tal cual él mismo lo indica “La definición de ‘teoría de la mentira’ podría representar un programa satisfactorio para una semiótica general”.

Autora: Soledad Vásquez. Venezuela.

Ensayo realizado desde análisis de "Tratado de Semiótica general" de Umberto Eco.

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