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El signo de Humberto Eco


Enviado por   •  14 de Marzo de 2016  •  Resúmenes  •  1.032 Palabras (5 Páginas)  •  314 Visitas

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EL SIGNO - UMBERTO ECO


INTRODUCCIÓN

Las acepciones de signo son genéricas y ambiguas. Se designa a un signo como síntoma, gesto, indicio, señales, símbolos o cualquier expresión gráfica convencionales para representar un objeto abstracto (las palabras). Podemos apreciar cualidades comunes y distintivas basadas en el uso común.
Vivimos en un mundo de signos, elaboramos códigos y sistemas de interpretación que nos permite socializarnos y vivir en sociedad.
Ya sea en la ciudad (interacción con otros seres humanos), o en un campo aislado ( a través de indicios naturales que el campesino ha sabido leer o interpretar). Comprendemos entonces que al hablar de signo, hablamos de todo.
Existen signos no intencionados que son los acontecimientos naturales y utilizamos para reconocer o deducir algo.
Los signos artificiales son impuestos por el hombre para la comunicación con otros seres humanos.
En este sentido, decir que el hombre es un animal simbólico y explicar las razones por las cuales comunica, es filosofía; pero explicar la manera de cómo lo comunica, es lingüística.
Los dos casos pueden comprobarse en el problema del signo; por un lado, no es posible hacer una filosofía del lenguaje sin tomar en cuenta lo que producido la lingüística en los últimos doscientos años, por otro, para extender el problema lingüístico al de la significación a todos los niveles, es necesaria la semiótica.
Utilizaremos el pensamiento filosófico en el problema del signo para intentar una descripción técnica del fenómeno de la semiosis, sus funcionamientos y definiciones para hacer una buena filosofía del signo.
El análisis semiótico permite a la filosofía controlar sus propios términos. Según Morris, la semiótica realiza una tarea filosófica, y la filosofía se identificaba con la teoría de los signos y la unificación de la ciencia, con el aspecto más general y sistemático de una semiótica pura y descriptiva.
El valor de su afirmación no cambia aun cuando se hablaba de una determinada semiótica, ya que hasta hoy, la semiótica no ha desarrollado nuevas direcciones.
La semiótica es la disciplina que estudia las relaciones entre el código y el mensaje (entre signo y discurso). Pero aunque al final queden zonas oscuras, tengamos en cuenta que este es un tratado sobre la noción de signo, y no de semiótica.

CAP I
EL PROCESO SÍGNICO

1. El signo como elemento del proceso de la comunicación.

El signo es utilizado para transmitir una información. Insertado en un proceso comunicativo de este tipo:

Fuente - emisor – canal - mensaje – destinatario

El mensaje equivale al signo, o la organización compleja de varios signos.
Entre emisor y destinatario ha de haber un código común para atribuir una significado al signo.
Pero el signo no es solamente un elemento que entra en un proceso de comunicación, sino que también forma parte del proceso de significación. Se puede transmitir y comunicar una serie de sonidos sin significación (un proceso comunicacional en el que no existe un código). Se convierte, entonces, en un proceso de estímulo y respuesta.
El estímulo no se pone en lugar de otra cosa (una de las definiciones más elementales del signo), sino que provoca directamente otra cosa. No es una orden verbal que se imponga, no se reflexiona ni se descodifica el mensaje (proceso sígnico o semiosis), ni se decide si obedecer o no (proceso volitivo que se escapa de la semiótica).
Los procesos sígnicos son tales en cuanto son reversibles, se puede pasar del signo a su referente cuando es capaz de efectuar igualmente el camino inverso. Ej: Se sabe que donde hay humo es porque se quema algo , pero de igual manera cuando algo se quema se produce humo.

2. El signo en el proceso de significación.
Platón y Aristóteles explican de manera sistemática las distinciones del proceso signico:
El semainon, el signo como entidad física. (significante)
El samainomenon, lo que es dicho por el signo. (significado)
El pragma, el objeto al cual se refiere el signo. (referente)
Esta distinción ha sido utilizada pero con diferentes nombres en la filosofía del lenguaje y de la lingüística. 
Aunque esta propuesta es muy aproximativa, se ha de corregir mediante una investigación semiótica rigorosa.
Todo proceso de significación puede producirse sin que esté presente el referente del significante.
Al emitir signos, en general queremos indicar cosas. Pero hay una relación oscura entre el significante y el referente, sobre todo arbitraria (según convenciones sociales).
El significante puede existir incluso cuando el referente nunca haya existido.
Por eso se crea una nueva versión del triángulo:
En vez de significante, se convertiría en signo (Peirce) o vehículo sígnico (Morris); y el significado en connotación (Mill) o interpretante (Peirce); en el lado del referente, al posiblemente no existir, se le remplaza con el término genérico de objeto.

Como un significante puede referirse a varios significados, el proceso del signo se convierte en un problema. El signo siempre aparece como algo que remplaza una cosa bajo algún aspecto. Quiere decir que el signo no representa la totalidad del objeto, pero lo representa desde un determinado punto de vista.

3. Tres maneras de considerar el signo.
Existe tres dimensiones del signo:
a. Semántica.- Relación del signo y sus significados
b. Sintáctica.- Estudio de la estructura interna de la parte significante del signo. (Orden)
c. Pragmática.- Relación entre tales signos y la interpretación del receptor.

4. La unidad sígnica mínima
En los lingüistas de la antigüedad, Aristóteles distinguía entre onoma (símbolo), rema (referencia temporal), y logos (discurso).
Junto a esta distinción, también identificó a los syndemois, signo cuyos significados dependían del contexto. Los gramáticos medievales distinguieron entre signos categoremáticos (los que se podrían entender por sí solo), y sin categorama (los que dependían de otras palabras para saber su significado).
Los estoicos denominaban al significado como lekton incompleto a una palabra y lekton completo a una oración.
Todos estos vienen a ser de alguna manera signos. Frente a este problema, Morris planteó, de manera más genérica, la división entre signos simples y complejos (compuestos de varios signos simples).
Por su parte Buyssens habló se signos y de semas. El sema porta un significado, comunica el estado de conciencia de alguien, si por sí solo no posee significado entonces hablaríamos de valor.

Dentro del ámbito del sentido común, podríamos definir como signo cualquier entidad mínima que parezca tener un significado.

Peirce ha definido como signos, el rema (signo con posibilidad cualitativa: una palabra), el decisigno (proposición: conjuntos de remas), y el argumento (razonamiento complejo). Según Peirce, lo mismos son símbolos una palabra como un libro entero.

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