Contaminación alimentaria y sus consecuencias en la salud

02 de febrero de 2020

Contaminación alimentaria y sus consecuencias en la salud

Tema I

Realizado por: Diego D. Torrens R.

V-27.080.039

Prof. Lic. Osmicar Vallenilla

Conceptualicemos alimento como cualquier sustancia consumida para proporcionar un beneficio nutricional a un ser vivo. Dicho contenido nutricional, los nutrientes, contienen en esencia carbohidratos o hidratos de carbono, grasas o lípidos y proteínas, además de micronutrientes que incluyen vitaminas y minerales. Dichos alimentos sean de origen vegetal animal o fúngico, son necesarios y fundamentales para el desarrollo, crecimiento y supervivencia de cualquier organismo heterótrofo, por esta misma razón un caldo de oportunidades para los agentes contaminantes de origen orgánico como lo son los microorganismos y cabe destacar que me dirijo a los contaminantes de origen orgánico debido a que aquellos de origen inorgánico serán mejor mencionados en los alimentos adulterados. Los microorganismos son la mayor y más redundante parte de la contaminación alimentaria, estadísticamente se estima que cada año enferman en el mundo unos 600 millones de personas (casi 1 de cada 10 habitantes) por ingerir alimentos contaminados y que 420,000 mueren por esta misma causa. Entonces ocurre la siguiente interrogante ¿Qué es la contaminación alimentaria? Pues se define como la presencia de cualquier materia anormal en el alimento que comprometa su calidad para el consumo humano, sea de origen inorgánico (químico-físico) u orgánico (biológico), y ya mencionado, el apartado de los contaminantes inorgánicos es mejor tratado bajo la relación de alimentos contaminados por ser adulterados; alimentos modificados por la intervención inadecuada del ser humano, alterando sus características por la extracción, introducción o sustitución de sus componentes. De todos modos un alimento puede ser adulterado tanto por sustancias inorgánicas como orgánicas, solo que en el ámbito de una real contaminación alimentaria las sustancias químicas o físicas que invaden inadecuada y contaminantemente nuestros alimentos son por la acción voluntaria del ser humano y no por descuido o casualidad cómo tiende ocurrir con los contaminantes orgánicos y cabe destacar que estos, los microorganismos, pueden y son agregados de forma voluntaria pero con fines productivos y positivos no con fines contaminantes, en su mayoría la contaminación por microorganismos es por mero descuido, irresponsabilidad al momento de la manipulación y conservación de los alimentos, y/o una mala e inadecuada higiene del consumidor. Comprendido con claridad todo lo antes mencionado es prioridad destacar que, sin ninguna duda, el acceso a alimentos inocuos (sin contaminantes) y nutritivos en cantidad suficiente es fundamental para mantener la vida y fomentar la buena salud; la ausencia de esta y la presencia de alimentos insalubres que contienen bacterias, virus parásitos, o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde una simple diarrea hasta consecuentes enfermedades graves como lo es el cáncer. Mencionado previamente, uno de cada diez habitantes en el mundo sufren de alguna enfermedad por contaminación alimentaria. Todos los años se pierde 110 millones de dólares en productividad y gastos médicos a causa de los alimentos insalubres, principalmente en países de mediano y bajo desarrollo. Los niños menores de cinco años son el 40% de la estadística de personas enfermas por contaminación alimentaria, 125.000 niños mueren en este grupo de edad. Las infecciones diarreicas, qué son más comúnmente asociadas al consumo de alimentos contaminados, hacen enfermar cada año a unos 550 millones de personas y provocan 230.000 muertes. Se puede continuar mencionando consecuencias y estadísticas de enfermedades, enfermos y muertes por la contaminación de alimentos, pero se requerirían libros completos y muchos de ellos para solo resumir lo que en el ámbito de la salud acarrea. Con esto se puede resumir la importancia de la inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria para evitar la contaminación alimentaria. Los alimentos insalubres generan un círculo vicioso de enfermedad y malnutrición, qué afecta principalmente a los lactantes, los niños pequeños, los ancianos y los enfermos. Además, las consecuencias en salud no son solo las únicas, pues al ejercer una presión excesiva en los sistemas de salud, la contaminación alimentaria perjudica indirectamente el desarrollo económico y social, la economía nacional, el turismo y el comercio. De todas formas, no todo es obscuridad, en la actualidad, las cadenas de suministros de alimentos atraviesan numerosas fronteras nacionales. La buena colaboración entre gobiernos, los productores y los consumidores contribuye a garantizar la inocuidad de los alimentos, más aún ahora con la inevitable presencia y presión de las enfermedades como lo es la actual pandemia de Covid-19 y sus variantes. La salubridad, sanidad e inocuidad alimentaria es prioridad, aunque de todas formas no sea una realidad que se aplique en todos los estados del mundo.

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