ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Cólera. La bacteria “Vibrio Cholerae”


Enviado por   •  26 de Febrero de 2024  •  Trabajos  •  2.870 Palabras (12 Páginas)  •  14 Visitas

Página 1 de 12

 

 

 

                    EL CÓLERA

 

 

 

 

[pic 1]

 

 

 

 

 

 

                                                                               Daniel López Ruiz

El cólera es una enfermedad infecto-contagiosa intestinal, y se caracteriza por la aparición repentina de una diarrea acuosa, abundante y lechosa bastante peculiar. Si no se trata forma adecuada, en los casos más graves puede derivar en una deshidratación severa y acelerada. Aunque se cree que el cólera ha estado presente desde tiempos antiguos, la primera referencia en la historia documentada occidental de la existencia del cólera data del año 1498, siendo India la zona afectada. Tenemos que trasladarnos hasta el año 1629 para encontrar nuevas menciones de la enfermedad fuera de este territorio.  

 

Desde que se tienen registros ha producido al menos tres grandes epidemias de alcance mundial. La primera gran epidemia registrada tuvo sus inicios en el subcontinente indio, en 1817, y la segunda en el año 1829 en el área de Oriente Próximo. El comienzo de la tercera se establece de nuevo en la India, en el año 1852, pero esta vez no respondió a un curso lineal en una serie de territorios de una zona determinada y con unas condiciones concretas, sino que se debió a una suma de recrudecimientos locales alrededor de todo el mundo, sumado a migraciones e importaciones sucesivas. Actualmente el cólera es endémico en más de 50 países, y se calcula que cada año alrededor de 3 millones de personas lo padecen, de las cuales se producen unas 60.000 defunciones, fundamentalmente en países en vías de desarrollo.  

El término "cólera" proviene del griego "khole", que significa bilis, haciendo referencia a la antigua creencia de que esta enfermedad derivaba de la bilis.  

Por suerte, hoy en día ya sabemos con total seguridad que el cólera es causado por la bacteria “Vibrio cholerae”. Este microorganismo es responsable de la producción de una toxina que provoca la pérdida masiva de líquidos a través de diarreas intensas. El gen que produce la toxina peligrosa dentro de la bacteria (el llamado “gen de virulencia”), actúa una vez esta se hospeda en el cuerpo humano, porque la clave para ello es la temperatura. Se ha demostrado en estudios de laboratorio que este gen no se activa a una temperatura ambiente moderada, sino que es a partir de los 37 grados y en el aparato digestivo (concretamente, cuando se adhiere al intestino delgado). Es en ese lugar donde esta toxina entra en acción, provocando un aumento en la cantidad de agua y electrolitos que liberan las células de las paredes del intestino delgado, dando lugar a esas diarreas tan singulares. Un apunte importante en este sentido, es que son algunos los grupos de la bacteria producen la toxina peligrosa, no todos.  

La primera vez que esta bacteria se señaló como la responsable del cólera fue en el año 1854, siendo el anatomista italiano Filippo Pacini el autor de dicho descubrimiento, después de observar “microorganismos móviles” en las víctimas de la enfermedad. Sin embargo, sus hallazgos no fueron tomados en consideración porque la mayoría de los científicos atribuían a la mala calidad del aire la aparición de enfermedades de origen desconocido, entre las que se encontraba el cólera en aquel momento. Tampoco ayudó el hecho de que el mismo Pacini calificó de escasas y limitadas sus propias observaciones, publicándolas además en italiano y en una revista de muy poca tirada.    

 

Treinta años más tarde, en 1884, el bacteriólogo alemán Robert Koch, después de haber formado parte de un grupo de investigación en Egipto para el estudio de la enfermedad, y sin saber del trabajo de Pacini, aisló y describió adecuadamente el “Vibrio cholerae”, proporcionando una comprensión más profunda de la causa de la enfermedad. En 1965, 111 años después, y 82 años después de muerto, el descubrimiento se atribuyó finalmente a Pacini.  

El cólera en sus inicios fue una enfermedad que generó muchas opiniones, y en consecuencia, conflictos entre las mismas. Existían dos grandes bandos dentro la medicina: los “contagionistas” y los “anti - contagionistas”. Los “contagionistas” defendían la idea de que la enfermedad se contagiaba entre humanos y de animales a humanos, creyendo que aislar a los pacientes era la forma de controlar la enfermedad. Los “anti- contagionistas”, afirmaban que la enfermedad se extendía a través de las secreciones respiratorias, contaminando el aire y el agua, siendo la sanitización e higiene la alternativa. Con el tiempo, se comprobó que esto último es clave para prevenirla, lo que promovió entre otras cosas, la construcción de infraestructuras para filtrarla. El tratamiento moderno del agua y de las aguas residuales prácticamente ha eliminado el cólera en los países industrializados.  

Pero esto no hubiera sido posible sin científicos como el británico John Snow, quien firme en su creencia de que estas enfermedades no podían extenderse a causa del aire contaminado, redactó un tratado en el cual culpaba al agua poco saneada de los brotes de cólera. A causa de la poca aceptación que tuvo su teoría, se dispuso a respaldar con pruebas inequívocas aquello que con tanto convencimiento defendía, por lo que se lanzó a investigar una de las grandes epidemias que azotó los barrios de Londres en 1854. Sobre el terreno descubrió que definitivamente estaba en lo cierto, al relacionar mediante la confección de un mapa que la mayoría de los infectados por un brote bebieron de una misma fuente. Logró que las autoridades la clausurasen un año más tarde, y justo después de ese suceso la epidemia remitió. Y por si hubiera alguna duda, comprobó que el origen de la epidemia se dio a causa de un pañal de un bebé enfermo, el cual contaminó el agua en su totalidad.

Gracias a este tipo de descubrimientos, hoy en día sabemos que la principal vía de transmisión ocurre a través de la ingestión de agua contaminada, o alimentos contaminados mediante el riego o lavado con agua sin sanear, ya que es en este medio donde mejor sobrevive y se multiplica. Las aguas contaminadas pueden incluir fuentes de agua no tratada, como ríos, lagos y pozos sin protección. La falta de prácticas higiénicas durante la manipulación de alimentos también puede contribuir a la propagación del cólera, ya que las manos contaminadas pueden transferir la bacteria a los alimentos. Menos comunes son los mecanismos de infección de persona a persona, y mediante objetos y superficies contaminadas.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17.3 Kb)   pdf (423.2 Kb)   docx (63.4 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com