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Manejo Integrado de enfermedades


Enviado por   •  30 de Agosto de 2023  •  Resúmenes  •  1.695 Palabras (7 Páginas)  •  58 Visitas

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Universidad de Nariño

Facultad de Ciencias Agrícolas

Ingeniería Agroforestal

III semestre-Microbiología y Fitopatología

Taller: Manejo Integrado de enfermedades

Angela Palacios (222108069)

José Villota (222108011)

  1. A. Definición: El Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades, también conocido como MIPE, representa un enfoque que procura combinar las ventajas inherentes a los distintos métodos de control mencionados previamente, ajustándolos en función de las circunstancias particulares de cada caso o cultivo. En paralelo, este enfoque va más allá del tradicional concepto de erradicar o aniquilar por completo todas las criaturas e insectos presentes en los campos de cultivo, optando en cambio por mantener sus poblaciones en un nivel que no resulte perjudicial.

Cabe subrayar, además, que el MIPE concede prioridad a una perspectiva preventiva. En otras palabras, enfatiza la ejecución puntual y adecuada de las prácticas agrícolas como un medio de prevenir problemas en lugar de lidiar con ellos una vez se han manifestado por completo. [1]

B. Objetivo: El manejo integrado de plagas (MIP) representa un enfoque para el mantenimiento de huertos que tiene como objetivo mantener el daño causado por enfermedades y plagas en un nivel que sea económicamente aceptable. Este enfoque también contribuye a la reducción del riesgo para la salud humana y el medio ambiente, además de disminuir los costos para los productores. [2]

C. Características:

  • Enfoque Holístico: El MIE considera factores biológicos, climáticos, agronómicos y socioeconómicos al abordar las enfermedades en las plantas. Se reconoce que las enfermedades son el resultado de una interacción compleja entre el patógeno, el hospedero y el entorno.
  • Prevención: El MIE prioriza la prevención de enfermedades a través de prácticas culturales adecuadas, como la elección de variedades resistentes, rotación de cultivos, saneamiento y prácticas de manejo del suelo que minimizan la propagación de patógenos.
  • Monitoreo Constante: Implica la observación y el seguimiento constante de las plantas para detectar signos tempranos de enfermedades. El monitoreo permite una respuesta rápida y precisa antes de que las enfermedades se propaguen ampliamente.
  • Uso Racional de Insumos: El MIE promueve la aplicación prudente de pesticidas y fungicidas, utilizando métodos que minimicen la resistencia de los patógenos y reduzcan el impacto ambiental y en la salud humana.
  • Control Biológico: Involucra el uso de organismos benéficos, como depredadores y parásitos naturales, para controlar las poblaciones de patógenos. Esto puede ser una alternativa efectiva y sostenible a los pesticidas químicos. [3]
  • Sostenibilidad: Reduce la dependencia de químicos, preservando el ambiente y la biodiversidad.
  • Economía: Minimiza las pérdidas económicas al prevenir enfermedades en los cultivos.
  • Seguridad Alimentaria: Asegura la calidad y disponibilidad de alimentos al prevenir problemas en los cultivos.
  • Salud Humana y Ambiental: Reduce la exposición a químicos tóxicos y disminuye la contaminación ambiental.
  • Resistencia de Patógenos: Evita la resistencia a pesticidas al utilizar enfoques diversos.
  • Eficiencia de Recursos: Usa recursos como agua y energía de manera más eficiente.
  • Cumplimiento Normativo: Cumple con regulaciones y promueve prácticas aceptables.
  • Adaptación al Cambio Climático: Ayuda a construir sistemas agrícolas resilientes al cambio climático. [2]
  1. Numerosos tipos de especies bacterianas poseen la capacidad de iniciar enfermedades en las plantas. Muchos de estos casos resultan en importantes pérdidas económicas globales, que afectan a una amplia gama de especies de plantas. Sin embargo, es importante reconocer que no todas las interacciones bacterianas con las plantas son perjudiciales; algunas bacterias ofrecen beneficios. Las bacterias fitopatógenas suelen provocar síntomas visibles, como lesiones en hojas y frutos, patrones en mosaico, pústulas elevadas e incluso descomposición de partes tuberosas con olor desagradable. En casos graves, estas infecciones pueden provocar la muerte de toda la planta.

Dos categorías principales de microorganismos son responsables de causar enfermedades en las plantas: bacterias y mollicutes, que también se conocen como organismos similares a micoplasmas (MLO). Las bacterias se distinguen por poseer una membrana celular, paredes celulares inflexibles y, a menudo, uno o más flagelos. Por el contrario, los mollicutes, similares a los micoplasmas, carecen de una pared celular convencional y se caracterizan por una estructura de membrana única y distinta.[4]

Para gestionar eficazmente las enfermedades de las plantas, una estrategia sólida depende de una comprensión integral de varios componentes. Entre ellos son fundamentales el diagnóstico preciso de casos específicos y la evaluación meticulosa de los riesgos relacionados con la enfermedad. Este esfuerzo de investigación busca dilucidar las técnicas más comúnmente empleadas para diagnosticar enfermedades de las plantas. La exploración abarca un espectro de métodos de diagnóstico, que van desde procedimientos convencionales hasta metodologías sofisticadas. Estas técnicas avanzadas brindan conocimientos meticulosos y confiables sobre diversos aspectos, incluida la clasificación de microorganismos, la fisiología de las enfermedades, la dinámica ecológica de los patógenos, la amplificación rápida de fragmentos de genes como una alternativa de clonación más rápida, la manipulación de fragmentos de ADN, la detección precisa de microorganismos seguida de una genotipificación segura.

Es definitiva su prevención y manejo integrado es posible, pero para lograr los mejores resultados es indispensable identificar el o los agentes causales de esas enfermedades. Un primer acercamiento y eso lo escuchamos muy a menudo de asesores o técnicos, es la identificación por signos y síntomas, tal como ocurre en la identificación de deficiencias nutrimentales[5]

  1.  

Componentes Fundamentales del MIE en Cultivos

1. Prevención:

- Selección de variedades resistentes

- Rotación de cultivos

- Saneamiento y limpieza de parcelas

            - Prácticas de manejo del suelo

2. Monitoreo Constante:

- Observación regular de plantas

- Detección temprana de signos de enfermedades

            - Evaluación de niveles de infestación

3. Control Biológico:

- Introducción de depredadores naturales

- Uso de parásitos para control de plagas

            - Uso de enemigos naturales para mantener poblaciones bajo control

4. Control Cultural:

- Poda y eliminación de partes afectadas

- Manejo de la densidad de siembra

            - Mejora de la circulación de aire entre plantas

5. Uso Racional de Insumos Químicos:

- Aplicación precisa y controlada de pesticidas

- Rotación de productos químicos

            - Alternancia de modos de acción de pesticidas

6. Educación y Capacitación:

- Formación de agricultores y personal técnico

- Promoción de prácticas de MIE

            - Concienciación sobre la importancia del MIE

7. Investigación y Desarrollo:

- Desarrollo de nuevas variedades resistentes

- Investigación en métodos de control innovadores

            - Adaptación a cambios en patrones de enfermedades [6]

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