Análisis estético y reflexivo sobre el Asombroso Castillo Vagabundo
Enviado por Grecia Summer • 9 de Noviembre de 2021 • Ensayos • 855 Palabras (4 Páginas) • 228 Visitas
La posmodernidad artística y el Asombroso Castillo Vagabundo
El cine se encuentra ampliamente centralizado por el capitalismo artístico. Para la creación de producciones cinematográficas se siguen las tendencias del momento y los servicios de streaming occidentales ponderan la comercialización estética más que el fin artístico. Vivimos en un mundo en el que “los sistemas de producción, distribución y consumo están impregnados, penetrados, remodelados por operaciones de naturaleza fundamentalmente estética. En las industrias de consumo, el diseño, la moda, la publicidad, la decoración, el cine, el mundo del espectáculo crean en masa productos cargados de seducción, promueven afectos y sensibilidad, organizan un universo estético proliferante y heterogéneo”. (G, Lipovetsky, 2013)
David Harvey (1989) resalta que lo más interesante de este fenómeno postmodernista es su “total aceptación de lo efímero, de la fragmentación, de la discontinuidad y de lo caótico”. Y es que la sociedad actual ha generado una aversión a lo homogéneo y monótono. El orden colectivo sufrió una ruptura que el postmodernismo no teme, sino que deja fluir.
Sin embargo, Lipovetsky (2013) nos resalta que no todo es negativo en este creativo transestético al generar un crecimiento en el mercado de la sensibilidad, ya que se reconoce una abundancia de estilos, diseños, imágenes, historia y espectáculos, etc. Este mercado se vuelve parte de una cotidianeidad que transforma el día a día en un fenómeno estético alrededor de todo el mundo. Esta producción masiva recae en una adaptación crucial de los creadores:
“Gracias a los distintos cambios relacionados a la esfera de la producción, las empresas consiguieron producir mercancías que respondiesen con mayor especificidad a los deseos de los consumidores y a la vez con mayor rapidez a los cambios en sus gustos.” (J. C. Ubilluz, 2006)
“Anime” es el término occidental con el que se conoce a la producción de animación hecha en Japón. La investigación de T. Cobos (2010) refleja que esta producción audiovisual se ha adaptado a sus consumidores estableciendo los géneros: Mecha (de robots gigantes y alta tecnología). Magical girls (fantasía con protagonistas que tienen poderes mágicos). Cyberpunk (historias en un mundo oscuro y devastado). Harem (los protagonistas son un hombre en un grupo de mujeres o viceversa). Ecchi (humor con toques eróticos), Gore (sangriento y violento). Kodomo (niños y mascotas como protagonistas). Hentai (sexualmente explícitos), Yaoi (romance entre hombres), Yuri (romance entre mujeres), entre otros.
La industria del anime ha resultado ser muy lucrativa para Japón. al punto que aporta un importante porcentaje en el producto interno bruto PIB de este país. Según un estudio de la Organización Japonesa de Comercio Exterior en el 2001, los ingresos obtenidos por la industria japonesa de animación generaron ganancias por más de 1.600 millones de yenes (más de 17 mil millones de dólares). El mayor consumidor de este género, Estados Unidos, le generó a Japón ganancias por más de 4.300 millones de dólares. (Tania Cobos, 2010)
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