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CONFLICTO ENTRE BANDAS


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2013  •  3.803 Palabras (16 Páginas)  •  214 Visitas

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Violencia Entre Géneros Musicales

Por:

Julian Castaño Morales

Grado:

10°

Tutor:

John Alexander Jaramillo Usme

Gimnasio Los Alcázares

Jornada Adicional

Medellín, Sabaneta

2012

INTRODUCCION

Parece importante enmarcar la comunicación porque se cree que estas nuevas formas musicales que ha calado tan hondo en el consumo español es un importante factor transmisor de roles y estereotipos sexistas. Estereotipos que fortalecen el marco de desigualdad en el que se produce la violencia de género.

Se entiende que las canciones (letra y música) son un poderosísimo medio de comunicación, por sí mismas y por la difusión que tienen en medios de comunicación de masas como la radio o la televisión. A esto añado que los mensajes musicales son en muchas ocasiones interpretados por cantantes que se convierten en símbolos generacionales y modelos a imitar para su público.

La adolescencia es el sector en el que más profundamente calan estos mensajes que contribuyen enormemente al desarrollo de su personalidad y a sus formas de relacionarse. Detectar el sexismo en los productos que consumen y veneran es prevenir la violencia de género. Evitar que los factores de socialización transmitan roles sexistas es evitar que se perpetúen roles tradicionales que se incluyen a hombres y mujeres y que mantienen vigente una sociedad no igualitaria en la que existe un grupo subordinado a otro.

¿Por qué la música?

Los medios de comunicación son un importante medio de transmisión de ideas.

Nos mantienen informados de los distintos sucesos sociales, económicos y políticos tanto a escala nacional como internacional. Las sociedades modernas se encuentran permanentemente en comunicación; en ellas, los medios tienen mucho poder, desempeñando un papel importante en la promoción y formación cultural.

OBJETIVOS

El objetivo de este trabajo es lograr tener una visión mas a fondo de que cualquier cosa (como en este caso los géneros musicales), pueden causar violencia y muertes internacionalmente, porque estos géneros, cada vez más, su letra es más influyente en los jóvenes y niños en la violencia que esta genera.

Además se tienen en cuenta varios casos de muerte y violencia en alto grado contra ciertas personas a las cuales se nombran. El género más influyente en la violencia es el reggaeton que no lo solo habla de violencia sino que también habla de sexo, tal letra que hasta lo escuchan niños menores de 10 años.

Los medios masivos de comunicación son un poderoso medio de socialización, muchos afirman que, a la par de la familia, la escuela y el trabajo, modelan los sentimientos, las creencias, entrenan.

VIOLENCIA ENTRE GENEROS MUSICALES

Vivimos en una sociedad que destina a un machismo y en la que será muy difícil eliminar determinadas actitudes. Solo lo lograremos a base de educación y medidas judiciales, lo que exige un tiempo que, por desgracia, no tienen las víctimas.

Un Loco, despechado añadía al asesinato un punto de necrofilia morbosa: "Por favor, solo quiero matarte a punta de navaja, besándola hasta el final".

Los Chichos tampoco se andan por las ramas: En no sé porque nos sueltan que "A esa mujer yo la mate porque no supo serme fiel" o "Escóndete en un rincón, mala ruina tenga tu amor, que como yo quise te mate sin compasión".

Una canción de Los Tigres Del Norte relata como un "hombre" se juega a su esposa al póker y pierde. Hombre de palabra, el tipo primero mata a la mujer y luego la entrega a su nuevo "dueño".

Esto es lo que nos transmiten las canciones y la violencia que generan frente a cada sociedad y va de mal en peor con cada nueva generación. Una de las principales causas de esto es la letra de estas canciones, las cuales hablan de sexo, violencia, y hasta drogas; hasta el punto en que los niños crecen escuchando esto y se generan estas nuevas generaciones cada vez mas peor educadas que las anteriores.

El tema del reggaetón es especialmente importante por dos razones: la primera es que ha encajado en nuestra cultura musical de una manera asombrosa, y la segunda es que sus receptores/as principales son adolescentes que muchas veces no son conscientes de la importancia real de estos mensajes. El lunes 20 de febrero de 2006 aparece una noticia que aparece a continuación:

"LA POTENCIA DEL REGGAETON

El polémico reggaetón es la única música que ha dado alegrías a la industria discográfica estadounidense. En 2005, las ventas allí descendieron en 48 millones de unidades, lo que supone un 7,2% respecto al igualmente catastrófico 2004. Bajaron tanto el rock alternativo (8,8%), como el rap (7,8%), pero la música latina, dinamizada por la popularidad del reggaetón, subió un 12,6%; en el mundo radiofónico abundan las emisoras de grandes ciudades que se pasan a los ritmos latinos. Las multinacionales ya están reaccionando y sus enviados viajan constantemente a Puerto Rico en busca de artistas. Tras el pelotazo de Daddy Yankee con Gasolina, 2006 puede ser el año de Tego Calderon. Representante del reggaetón comprometido, Calderón ha sido fichado por Atlantic. Considerado el Bob Marley de Puerto Rico va a ser lanzado tanto en el público anglo como el hispano, con un disco titulado The underdog. DIEGO A. MANRIQUE, Madrid."

Ante estos datos cabrían dos preguntas: ¿No tienen nuestros y nuestras jóvenes la capacidad crítica suficiente? ¿O se sienten identificados con los hombres y mujeres protagonistas de las canciones? Estas canciones en muchas ocasiones van acompañadas por video-clips en los que un hombre con una actitud prepotente se dirige a la cámara mientras a su alrededor bailan mujeres semidesnudas que bailan y dicen estar “sueltas como gabete”, lo que quiere decir, que están dispuestas a todo. Algunas letras hablan por sí solas: “Castígala por detrás Pégatele al cuello Y dale con ganas (que estoy suelta)”.

Cara y cuerpo de muñeca Barbie, cabellos impecables, el atuendo necesario para agradar o invitar al placer. No piensa, no siente. Su actuación se reduce a contonear cintura y cadera, manos y pies en el apremio de seducirlo. Es solo un objeto, por eso tiene precio. Tal resulta el cuadro de la mujer reflejada en ciertos géneros musicales de moda, bien desde los videoclips, bien desde la propia letra de las composiciones.

La tendencia no pasa inadvertida ante especialistas o avezados espectadores. El estereotipo de la imagen femenina y la incitación a la violencia de género en la música llevan a unos y otros no sólo a tener las campanas de alarma, sino también a buscar una respuesta a dicha generalidad.

Los años 80:

Los países de la mitad norte de Centroamérica sufrieron una terrible ola de violencia desde mediados de los 70s hasta los 80s. Este período produjo un desbordamiento de canciones que, especialmente en el caso de la música nicaragüense, tuvieron una extensa difusión más allá del territorio centroamericano. La canción, tanto las letras como el material musical, jugó un rol tan poderoso en las conmociones sociales de la región que su importancia emerge frecuentemente en las historias y análisis de estos eventos. Casi todas las narraciones de esta época mencionan la posición fundamental que tuvo la música al transmitir mensajes políticos y sociales bajo condiciones de tiempos de guerra, y con el fin ayudar al proceso de movilización ideológica y física inmediata de la población. Los múltiples usos de la música directamente relacionados con el momento del conflicto violento incluyen: aumentar la conciencia política de la población; verbalizar los problemas a superar; sugerir actuaciones inmediatas para lograrlo; establecer una continuidad histórica con esfuerzos pasados; relacionar las luchas locales con otras mayores, entre otros. Pero quizás lo más importante fue que la música, en el momento inmediato del conflicto armado, era usada para motivar e inspirar a la audiencia a la que se dirigía, para contribuir a que lo aparentemente imposible pareciera posible. Este contexto de tiempo de guerra en Centroamérica es tal vez el más crucial de su historia musical, tanto si observamos el conjunto de su producción y consumo como si atendemos a los estudios realizados sobre ella.

El Salvador, Guatemala y Nicaragua sufrieron una extrema violencia durante esta década y media. Sólo hasta principios de los 90s, a partir diferentes acuerdos de paz en cada nación, la violencia disminuyó considerablemente. Antes de 1990 la producción y circulación de música relacionada con la resistencia popular en estas naciones se daba bajo circunstancias muy difíciles. Con la importante excepción de Nicaragua en los años 80s, la música fue casi siempre producida clandestinamente y muchas grabaciones tuvieron que ser producidas en el exilio. Con la excepción del grupo mestizo / ladino Kin Lalot, asentado en Nicaragua durante la mayor parte de los años ochenta, los grupos guatemaltecos no tenían la oportunidad de grabar en estudios. Además distribuir los cassettes que se podían conseguir dentro de Guatemala era muy peligroso y casi ninguna música de relevancia social pudo circular fuera del país.

La escena nacional se desarrolló principalmente en las grandes ciudades,, Bogotá Medellín, Cali y Pereira; en donde aun hoy se ve el mayor número de bandas, aunque en los últimos años ciudades como Bucaramanga, Manizales y Armenia han dado nacimiento a importantes bandas dentro de la escena del punk colombiano. Muchos de estos basados en la vida de barrio que demuestran las importantes bases del movimiento punk en Colombia. La escena nacional se desarrolló principalmente en las grandes ciudades, Armenia, Bogotá, Cali, Medellín y Pereira; en donde aun hoy se ve el mayor número de bandas, aunque en los últimos años ciudades como Bucaramanga, Manizales y Armenia han dado nacimiento a importantes bandas dentro de la escena del punk colombiano.

Los "Pogos":

"Esa diferencia está pendiente de un delgado hilo, que se rompe cuando se ven casos como los de Jeisson Gómez, aquel joven que resultó en coma luego de Rock al parque y que hace una semana, trae un trauma cráneo encefálico, sufrió una cirugía en su cabeza, que se vio notablemente afectado. Dudo que esa golpiza haya sido solo producto del simple pogo. Ahí hubo algo de malicia."

Durante muchos años, los pogos de Rock al Parque se han caracterizado por ser muy fuertes, por su energía, porque el fanático, a pesar de los golpes, se divierte y lo vive con un extraño sentimiento de fraternidad. Incluso, cuando alguien se caía en un pogo, le abrían el espacio y lo ayudaban a levantar, para que siguiera en el pogo.

Sin embargo, los pogos de ahora son "asesinos" y en eso tiene que ver la mala fe de unos a otros. Ejemplo de eso fue el comportamiento contra muchos emos que van a Rock al parque. Ellos fueron son más afectados. Así habrían vivido muchos más esa discriminación entre tribus.

El Rock

Juventud y rebelión

En el Medellín de los años sesenta, la masiva migración desde el campo es protagonizada por familias con hijos pequeños que pasan a engrosar los sectores pobres de la ciudad. Por ello, la juventud de la época es fundamentalmente urbana, con mayor identidad entre los sectores medios y se enfrenta a las prácticas culturales pueblerinas que inundan la ciudad. Durante los años de esta gigantesca colonización poblacional, una explosión cultural se produce en los países desarrollados y se difunde universalmente. El rock llega a Medellín, como al resto del tercer mundo, desde afuera pretendiendo instalarse entre la juventud. Cuando arriba a mediados de los años sesenta otras expresiones culturales ya han sentado sus reales entre algunos grupos de jóvenes: la política de izquierda y el nadaísmo, a la que se sumó el rock, las tres manifestaciones de rebeldía juvenil en la capital antioqueña.

Llega el rock

De la mano de una cultura juvenil que se internacionaliza vertiginosamente, entra el rock a Colombia, y a Medellín en particular, ganando enorme aceptación entre los jóvenes porque la gente estaba esperando un cambio y era muy fácil, porque era cambiar del tango y no más .

Como un guijarro que cae sobre el río, el rock cae literalmente a Medellín. Llega en pequeñas dosis, primero a través de los viajeros que mueven las copias de los grandes grupos anglosajones de la época, y después con los pequeños mensajes de esos álbumes efectuados por las disqueras nacionales, la mayoría de las cuales tenían sus fábricas en la ciudad. De aquí se nutren pequeñísimos grupos de jóvenes de las clases alta y media. Porque la difusión más amplia fue mediatizada por los grupos y cantantes mexicanos, argentinos y españoles, que coparon las emisoras y el gusto de los jóvenes en general, iniciando el socavamiento inexorable de la cultura tanguera, dominante en esos años.

Esta difusión del rock se hizo bajo las formas exitosas y dominantes en el mundo desarrollado y bajo sus denominaciones de twist, rocanrol, yeyé, impulsadas por la industria mediática y empresas manufactureras. En Medellín es Guillermo Hinestroza Isaza, un comunicador de masas ligado al espectáculo futbolístico y musical, quien promueve "El Club del Clan" con un programa radial como principal palanca, el mismo que después alimentará esta cadena, siendo retomado en Bogotá por Alfonso Lizarazo y llevado a la televisión . Como campaña nacional, llegará el famoso "Milo a GoGó" con sus promociones comerciales y concursos en las principales ciudades del país .

De esta manera la recepción del rock en Medellín es copia del fenómeno del Norte. Y es la clase alta la que tiene los medios y el afán de llegar a la moda. Lo novedoso en estos años son las fiestas en los clubes exclusivos como el Medellín y el Campestre, donde la gente rica se viste de hippie y rocanrolera, trayendo ropa importada o comprando nacional en "La Caverna de Carolo", para escuchar las novedades discográficas y bailar los primeros grupos de la ciudad que interpretaban la nueva música.

A cantar

Precisamente los concursos de rocanrol contribuyeron a que algunos jóvenes se aventuraran a cantar y a crear grupos para tocar la música de moda. Lo primero resultaba más fácil y por ello la nube de cantantes fue grande en la ciudad: Jorge Hernán, Alvaro Román, Johnny Richard, Fernando Calle, Gustavo Quintero, Juan Nicolás Estela. Como siempre fue más difícil crear grupos sin facilidades comerciales para adquirir los instrumentos y, obstáculo más pequeño, sin conocimientos musicales; aún así aparecerán Los Yetis, Los Teen Agers, Los Ampex.

Es en el ambiente de los jóvenes que asumen el protagonismo del rocanrol medellinense donde se gestan las contradicciones acerca de la manera como se debe recibir el rock, contradicciones alrededor de tres aspectos claves: el mensaje de los temas, la actitud de los noveles artistas y el idioma. La superficialidad de la lírica del rocanrol pasada por los alambiques de las disqueras y las traducciones hispano-mexico-argentinas, fue asumida por los grupos de la ciudad.

Los Yetis

Los Yetis nacen con una intención rebelde. La elección del nombre se hizo para significar un personaje descuidado o sea olvidado... un hombre fuera de todos los cánones posibles . Y una expresión de esa informalidad se manifestaba en el hecho de no usar uniformes, en contravía de la tendencia dominante en los grupos de entonces. Contra la corriente Los Yetis intentarán, lográndolo en unos cuantos temas, expresar una opinión y una forma de sentir en sus canciones que los acercaba al ideario nadaísta y lograba oponerlos al establecimiento. Pero antes de Ancón Los Yetis ya están perdiendo la batalla y su nombre, premonitariamente, los ubicará como un eslabón perdido del rock antioqueño.

Las nuevas manifestaciones

En los calendarios inmediatamente anteriores y posteriores al 80, no sólo el rock está en crisis en Medellín. El escenario mundial del rock no es más claro. Los grandes grupos han muerto, los nuevos profetas de la USA e Inglaterra -Springsteen y Bowie- no ofrecen conexiones ciertas a nuestra juventud, el espectro comercial lo llenan el disco y el pop.

El ambiente está listo para la recepción de otras propuestas culturales y musicales. Y ellas llegan desde los bajos fondos de las grandes ciudades del Norte, cargadas con una crítica absoluta a las consecuencias de la modernidad, con una atmósfera pesimista y el rechazo del mundo adulto, que respondían a las mil maravillas al estado de Medellín. Efectivamente, el punk y el metal arriban a la ciudad, de la misma manera que el rock a mediados de los sesenta: en discos y cassetes traídos de Inglaterra y Estados Unidos, que luego se multiplicaban en cintas de circulación mano a mano, para escuchar a Sex Pistols, Dead Kennedys, The Clash o Ramones. Pero la recepción va a ser muy distinta.

Ya en Medellín, Carbure estaba logrando una gran popularidad con su tema "El faltón" (Cuando creo en un amigo y confío en él/ nunca pienso que me da en la cabeza/ siempre es confianza, siempre es amistad/ nunca espero yo que me falte) y las tendencias dominantes en el rock de la ciudad hasta entonces se revierten.

No a la frivolidad

Ahora es imposible pensar en letras frívolas. En medio de la crisis social, la música tiene que dar a los jóvenes la voz que la sociedad les quita, y por lo tanto debe haber un mensaje en las canciones y debe posibilitar que se entienda . El español tiene que ser el idioma de nuestro rock. Y además ha de ser rock, ha de ser un ritmo fuerte que exprese la actitud de rechazo y crítica al medio y sus instituciones, nada de pop, nada de melosidades. Ese es el comienzo de la formación de comunidades de gusto entre los jóvenes aficionados al rock en Medellín.

Llega el parche

En este ambiente aparecen los "parches" y las "notas" en los barrios populares como espacios predilectos de esas comunidades de gusto. Comunidades que giran alrededor de la música, para circularla y hacer traducciones de las letras de las canciones, y, muy importante, para conversar sobre sus vivencias, sus problemas, la pobreza, la muerte, de por qué existimos, algo filosófico .

Expresión de vida

El rock se esparce por toda la ciudad, de Envigado a Bello, de Belén a Manrique, de Castilla a El Poblado. Las comunidades de gusto se afianzan y surgen los grupos de punkeros, metaleros, vieja guardia, hardcore y, luego, new wave y rap. La irrupción de comunidades de jóvenes con fuertes identidades de expresión cultural, incluyendo costumbres vestuarios y cabezas, genera dos fenómenos, uno de represión y otro de disensiones entre los grupos. Los grandes conciertos empiezan a ser escenarios de violencia, como en la Plaza de Banderas 82 y La Macarena 83. Los pequeños conciertos son boicoteados permanentemente, pues la policía -muchas veces instigada por los vecinos- allana los locales, hace disparos, decomisa la botas de los muchachos y destruye los equipos. Esta va a ser una historia repetida a lo largo de los ochenta y bien entrados los noventa. En gran medida es una represión oficial que genera reacciones de confrontación de los jóvenes con la policía; desde los graffitis hasta las calles.

La batalla de las bandas

En 1983-84 surge la primera pareja de grupos paradigmáticos de la ciudad: Parabellum, banda hardcore, y Kraken, banda de metal y heavy. Ambos grupos van a ser asumidos por las comunidades de gusto como símbolos de una disputa incubada entre punkeros y metaleros. La disputa tiene connotaciones culturales y artísticas, pero en Medellín va a tener un trasfondo muy evidente creado por las diferencias sociales. Había rockeros en toda la ciudad, pero eran evidentes los contrastes entre los de Laureles y los de Aranjuez, por ejemplo. La diferencia social empezó a tratarse con resentimiento y con violencia, como nos lo enseña la cultura paisa. "Punkeros de mierda" y "metaleros burgueses", se hicieron expresiones comunes.

En medio de semejante animosidad se dio "La batalla de las bandas" y entonces la gente de la comuna bajó con sus grupos a hacerse sentir y a no dejar que otros grupos, de otra clase, ni siquiera rica, sino de la clase media, se expresara con su música . Reprimido desde fuera y fuertemente dividido, en el movimiento rock empieza a desarrollarse una fuerte tendencia marginalista, incubada principalmente desde los grupos punkeros.

Los marginados

El marginalismo se revestirá en Medellín con el nombre de "movimiento subterráneo", y habrá constantes referencias a él como "underground" o "escena subterránea"; se va a expresar a través de fanzines, sus propios parches y grupos. Especialmente algunos fanzines como Nueva Fuerza, surgieron con la intención de aglutinar dicho movimiento. En la bandera de la publicación podía leerse "música-ideología-hardcore- metal-punk", y lo definían así: el movimiento subterráneo, como su mismo nombre lo indica es algo que se debe desarrollar al margen del gran comercio discográfico y al margen también de la gran industria publicitaria que convierte todo en un mero producto de consumo .

Más adelante, los grupos quieren "rechazar el conformismo" y mostrar la "realidad en la que estamos viviendo" , hablar de la realidad del país y de la descomposición social. Los nombres, las producciones y canciones de la segunda pareja de grupos paradigmáticos de Medellín, IRA y Masacre (1988), de nuevo hardcore y metal respectivamente, expresan esta postura .

Buena parte de la lírica del rock antioqueño, ataca duramente "la disolución moral": son decenas las canciones contra la droga, el consumismo, la hipocresía y, durante diez años (85-94), casi todas contra la violencia. Más lejos aún está Frankie ha Muerto que recurre a metáforas de la literatura gótica y a elementos religiosos o esotéricos para expresar un mensaje existencialista.

No al rock

Las emisoras de música "moderna" excluyeron de antemano de sus programaciones el gusto y las expresiones dominantes entre los rockeros; el ciudadano común y corriente no soporta la apariencia de los muchachos, treinta años después de estar cotidianamente instalados en el espacio urbano. Incluso obras de gran valor artístico y social como la película "Rodrigo D" tuvieron un efecto contraproducente en estas esferas. Una válida licencia artística para mostrar la situación de Medellín, ciudad de rock y de violencia, llevó a Víctor Gaviria a desarrollar una anécdota que fue ampliamente rechazada en el movimiento rock.

Ideología e identidad Más de un lustro de crecimiento doloroso ayudó a perfilar los nuevos rasgos identitarios del rock de Medellín que empiezan a hacerse dominantes con el amanecer de los noventa. En primer lugar se impone el reconocimiento de una identidad en medio de las diferencias, punto alcanzado por la oposición que el resto de la sociedad hace al rock y por el valor, que con el tiempo, va demostrando cada banda y tendencia.

Los alternativos

Cobra patente en el Medellín de los noventa esa franja difusa denominada rock alternativo. Ya no podemos hablar de otra pareja paradigmática, sino de un abanico de grupos que incluye formaciones nuevas como Estados Alterados, Neus, Frankie ha Muerto, Bajo Tierra, Polvo de Indio, Juanita Dientes verdes, Los Árboles. Sin embargo, se mantiene la importante frontera establecida desde principios de los ochenta con el pop. Frontera difusa es verdad, pero que explica una permanente discusión y juicio acerca de las expresiones de la música juvenil que no deben ser consideradas rock.

Posible Solución

Una posible solución que daría, seria lograr hacer una campaña con carteles, volantes, anuncios en radio y demás cosas con información sobre los diferentes géneros mas afectados y lecciones para las personas, y así poder que los jóvenes se informen.

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