EL JUEZ

Una de las profesiones más dignas tal vez debiera ser la del abogado y uno de los trabajos más difíciles de desempeñar muy probablemente es el de ser juez. Y es que tanto uno como el otro, son conocedores del Derecho, y de ellos dependen que se cumpla la ley, esa ley que logra el orden social, que no se puede violar.

En la película “El juez” vemos a un abogado excéntrico, Hank Palmer, al que le gusta vivir con muchos lujos sin importarle que sus clientes sean culpables; lo que a él de verdad le importa es ganar mucho dinero.

Contrariamente a lo que es y representa Hank Palmer, su padre, Joseph Palmer, es un juez duro y estricto en el pueblo donde Hank nació y creció y al cual regresó después de veinte para la ocasión de enterrar a su madre que había fallecido. Él y su padre no se llevaban muy bien, sin embargo ocurre un suceso que cambió su relación. El juez Palmer era culpado de haber cometido un homicidio y lógicamente Hank se ofreció a ayudarlo, pero tal vez su padre le quería dar una lección más como las que le dio en su adolescencia y toma la decisión de contratar a C.P. Kennedy, un abogado del pueblo que no precisamente era el mejor, era más comerciante que abogado.

En el juez Palmer se puede ver su apego por la justicia y como le da a entender a su hijo que lo que quiere es que se haga justicia y no que se usen engaños con tal de que sea librado de la condena. El juez está dispuesto a ir a prisión si resultara culpable del homicidio ya que el por estar recibiendo tratamiento de quimioterapia contra el cáncer, no logra recordar los hechos. Pudiera decirse que en él se puede ver el ideal de juez.

C.P. Kennedy es un abogado con poca experiencia, poco preparado, que no domina las técnicas de defensa en un juicio, no sabe controlar sus nervios y se le puede ver vomitando antes de entrar a cada audiencia para defender a su cliente, el Juez Palmer. En él se puede ver todo lo que un abogado no deber ser. Muy probablemente, de haberle cedido el cargo a Hank, el juez iba a recibir una condena muy dura.

En cambio, las habilidades de Hank se pueden ver durante toda la película, es astuto y tiene la inteligencia para armar coartadas, elegir y tomar decisiones rápidas, usa la lógica, se prepara antes de las audiencias, facilidad de palabra, etc. Todas las habilidades que sin lugar a dudas se necesitan en cada una de las audiencias del proceso penal. Hank es un buen abogado pero no porque busque que el derecho se aplique con justicia sino por su gran capacidad por defender. Su propio padre se lo hacer ver al contestarle la pregunta que le realizó sobre quién era el mejor abogado que había conocido a lo que el juez Palmer respondió el nombre de otra persona y no el de Hank. Él representa todas las características que un buen abogado debe tener para defender a su cliente pero le hace falta no ser tan ambicioso y creer en la justicia. Sin embargo, durante todo el proceso

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