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Ensayo Ari Aster


Enviado por   •  29 de Marzo de 2022  •  Ensayos  •  2.649 Palabras (11 Páginas)  •  71 Visitas

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     Hay quienes creen que el horror existe simplemente, o tiene una única expresión, en aquellas películas que nos mantienen con las manos en el rostro con el fin de tapar los ojos y no ver lo que está sucediendo. En donde el terror viene anclado a algún demonio que, porque se le da la gana, termina acechando a una pobre y desdichada familia que lo único que quería era una nueva casita para estar más cómodos y vivir en paz. O, por otra parte, un grupo de amigos, por lo general adolescentes, cuyo único propósito en la película era pasar un verano tranquilo, disfrutando, teniendo de vez en cuando relaciones sexuales entre ellos. Sin embargo, estos planes se ven frustrados cuando por mala suerte se convierten en las nuevas víctimas de un peligroso asesino que los quiere matar solo porque le apetece.

     No es por querer generalizar o encerrar en una pequeña caja a las películas de terror, puesto que hay muchas que demuestran que no todo filme se basa en esa misma fórmula. Sin embargo, tampoco se puede negar que, al menos hoy en día, cuando le preguntas a ‘x’ o ‘y’ persona, no tan conocedora del tema, sobre películas de terror lo primero que te responderán será el nombre de alguna de horror ya sea El Conjuro (2013), por tomar un ejemplo actual, o algún slasher como Viernes 13 (1980), la cual ha trascendido por lo icónico que se convirtió el personaje de Jason Voorhees.

     El verdadero horror no solo se encuentra en eventos paranormales o masacres. Existen situaciones mucho más reales o cercanas (en cuanto son más probables a suceder) en las que el terror acecha. Sin embargo, no es un horror explícito, no sostiene un inmenso cartel donde dice: “mírenme no los voy a dejar dormir esta noche”, no es un terror que se muestre a la primera oportunidad; es un terror que se toma su tiempo, un terror que primero deja cocinar bien todos sus ingredientes para posteriormente darnos un pequeño bocado de lo que se trata. Bocado tras bocado tras bocado nos da pequeñas degustaciones de cada elemento, nos insinúa de que va este platillo que nos empieza a intrigar.

     Existen dos tipos de películas de terror. En primer lugar, las que se presentan como un paseo en montaña rusa, cuyo fin es dar un par de sacudidas y saltos al espectador y luego dejar que se vayan a casa a seguir con su vida. Y, en segundo lugar, aquellas que son más existenciales en la naturaleza, que serían más comunes de encontrar en nuestra realidad, las cuales realmente están tratando de jugar con miedos muy serios y participar con ellos en un nivel serio. Es este tipo de miedos y de filmes los que llaman la atención del director estadounidense Ari Aster, y los cuales ya ha trabajado en varias ocasiones.

     Aster presenta cierto interés por aquellos temas que el horror le permite explorar y la catarsis que pueda generar en los espectadores. Centra su atención, más que todo, en los problemas que pueden surgir en las relaciones intrafamiliares. Muestra su fascinación por la disfunción familiar y un afán por sacar al público más allá de sus zonas de confort. En cortometrajes como The Strange Thing about the Johnsons (2011), Munchausen (2013) y sus dos largometrajes Hereditary (2018) y Midsommar (2019) pone sobre la mesa este interés.

     The Strange Things about the Johnsons, cortometraje con el cual debutó, trata temas como el incesto y la violación, pero abordado desde un punto de vista no tan común. Esta se ocupa del sentido más emocional de las víctimas después de lo que tuvieron que soportar, muestra una perspectiva en su vida cotidiana y la mentalidad retorcida del abusador.

     La escena inicial del corto presenta un problema común que se puede dar en cualquier familia: el hijo (Isaiah) se está masturbando cuando de un momento a otro su padre (Sidney) entra en la habitación y tienen la típica charla padre-hijo. Para hacer las cosas cortas el padre le dice que la masturbación es algo totalmente natural y normal. Sin embargo, la dirección de las miradas y unos diálogos nos abren las puertas a la idea de una posible y futura situación de incesto. Uno piensa que se ocupa del abuso sexual, y automáticamente se asume que es el padre quien tomará el rol como el abusador y el hijo su víctima; no obstante, uno se va para atrás cuando al final de la escena se muestra la fotografía con la que el hijo se estaba masturbando, era una foto de su papá. En este momento la línea narrativa que nuestra mente estaba armando se rompe, nuestra percepción se ve puesta a prueba puesto que no sabremos qué pasará.

     Se nos da un escenario donde, por lo general, el individuo mayor es la criatura vil, pero en su lugar, vemos los primeros pasos de un niño que potencialmente está tramando algo. Desde la perspectiva inocente de Isaiah, lo que está haciendo lo hace por amor, aunque para nosotros ya empieza a tomar un aire más oscuro y de cierta manera perturbador. Sin quererlo el padre mantuvo la caja de pandora abierta, y la conversación que tuvo con su hijo únicamente funcionó como aprobación a sus pensamientos. Isaiah retorció la charla que tuvo con su padre para que cuadrase con la realidad que estaba creando en su cabeza.

     Se presenta un salto de 14 años hacia el futuro, Isaiah ya adulto con una esposa y su padre más mayor. Los temores sobre un posible abuso del hijo hacia el padre se hacen realidad, la escena de la sesión de fotos en la boda muestra el control que Isaiah tiene sobre su padre: un plano detalle de la mano bajando lentamente hasta la parte baja de la espalda de Sidney y le aprieta. En este momento el primer pensamiento que llega a nuestras mentes es imaginar por cuanto tiempo Sidney habrá sido agredido sexualmente por su hijo. El corto no se toma mucho tiempo para posteriormente confirmar estas creencias.

     La posición de la madre de Isaiah ante estas situaciones es un aspecto que genera ya sea un sentimiento de rabia hacia ella o de compadecimiento. La madre es testigo de la macabra relación de su hijo con su esposo. Su postura frente a esto se ve cuestionada en la escena donde Isaiah abusa sexualmente de Sidney: se muestra únicamente a la madre en su cuarto viendo una serie, mientras que en voz en off se escuchan los gritos de Sidney clamando por piedad ante un violador Isaiah; consciente de lo que está ocurriendo la madre sube el volumen al televisor y se hace la de los oídos sordos.

     Si bien el tema de la violación es difícil de tratar y de ver, este corto saca al espectador de su zona de confort al cambiar los papeles del abusador y la víctima. Ya sea por la costumbre de ver al villano como el mayor y al menor como indefenso, tanto en noticias como en otros filmes, esta película genera impacto al mostrar esta situación un tanto distópica, pero, que aun así podría pasar en cualquier familia.

     El amor de madre es un tema que a priori da la sensación de ser inocente y tierno. El lazo que une a una madre con su hijo es inquebrantable e irremplazable y los esfuerzos para que este se mantenga pueden llegar a ser de cierta manera algo excesivos. Esta posición sobreprotectora, y las instancias a las que una madre es capaz de llegar para no perder a su hijo es el tema central de Munchausen (2013). El título de este corto es una inmensa pista de lo que va a tratar, el “Síndrome de Munchausen por poderes” es un trastorno mental y una forma de maltrato infantil en el que la madre inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.

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