ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ensayo Del Son Jarocho.


Enviado por   •  22 de Junio de 2015  •  1.977 Palabras (8 Páginas)  •  2.390 Visitas

Página 1 de 8

INTRODUCCIÓN

El tema seleccionado para este ensayo es el son jarocho ya que es importante conocer más sobre nuestra cultura y costumbre basándonos a la música veracruzana la cual es el son jarocho, la expresión musical propia de la cultura jarocha (en el estado de Veracruz). Se practica esencialmente en la fiesta tradicional de los jarochos llamada fandango jarocho, donde se combina con la danza zapateada y la poesía cantada. Esta expresión artística también es ampliamente practicada por ejecutantes que no son de origen jarocho. La música tienen un ritmo armónico, generalmente sesquiáltero, con síncopas y contratiempos, la lírica tiene coplas cambiantes llamadas "versos" y la danza se basa en el zapateado con algún carácter similar en algunas regiones de México. El Son jarocho es una de las variantes regionales del Son mexicano que combina música, danza y poesía y es expresión de identidad en una vasta zona que abarca la región centro-sur del estado de Veracruz.

El objetivo de este ensayo es argumentar sobre sus orígenes y como a través de los años se fue resurgiendo como ahora lo conoces mediante sus festivales. Esta cultura musical fue creación colectiva de campesinos, marineros, soldados, arrieros y vaqueros, los cuales le imprimieron un sello local a tonadas, melodías y estructuras dancísticas y literarias de muy variada procedencia. Tales raíces la vinculan a fuentes europeas provenientes principalmente de España, del continente africano, así como a influjos culturales que la hermanan con otros géneros campiranos de América continental y del Caribe, como es el caso de la música guajira de Cuba, la jíbara de Puerto Rico, la llanera de Colombia y Venezuela y hasta con expresiones musicales y dancísticas rurales de Santo Domingo. Los subtemas a tratar son orígenes y resurgimiento actual del son jarocho y los festivales del son jarocho.

DESARROLLO

El primer aspecto a tratar son los orígenes del son jarocho y su resurgimiento actual. Este remonta al siglo XVIII en donde la música venida de España, primordialmente de la zona de Andalucía y de las Islas Canarias adquiere un carácter muy peculiar en nuestras tierras al mezclarse con las influencias africanas que pululaban la cuenca del caribe en esas épocas y el sustrato indígena que poblaba originalmente estas tierras. “Rafael Figueroa Hernández, 2012”

Ya desde el siglo XVII y gracias a la Inquisición sabemos de ciertos géneros musicales propios de “mulatos y gente de color quebrado” que se practicaban en diferentes sitios de Veracruz y otros lugares de la Nueva España. Sones como “El chuchumbé”, “El jarabe gatuno” y otros bien pueden ser los antecedentes directos de los diversos sones que pueblan el territorio nacional, entre los que está el son jarocho. Santiago de Murcia ya recrea a mediados del siglo XVIII algunos “sones de la tierra” que evidentemente abarcaban los universos afromestizos en los que el son jarocho se estaba forjando. Sevillanas, fandanguillos, bulerías, garrotines, peteneras, desde España, ya eran resultado de una mezcla bastante interesante de la música árabe con la tradición gitana, melodías judías y música bizantina. Si reunimos las coplas, el rasgueo de los laúdes y guitarras y el zapateo con el tejido rítmico, la antifonía, la improvisación, y el uso de jitanjáforas y onomatopeyas, elementos provenientes de África, podemos imaginar cuáles son las herencias musicales que conformaron en tierras veracruzanas lo que actualmente conocemos como son jarocho. “Rafael Figueroa Hernández, 2012”

Evidentemente, estas herencias se han repartido en forma desigual a lo largo y ancho del territorio veracruzano, lo cual ha resultado en evidentes diferencias según las regiones, ya que en algunas, como los Tuxtlas, la influencia indígena, principalmente náhuatl y popoluca, es mayor que en otras, como en el Puerto de Veracruz y sus inmediaciones, en que la influencia africana se deja sentir. El siglo XX encuentra al son jarocho conformado en la forma en que lo conocemos actualmente. Para la década de los veinte en pleno auge reformador vasconcelista, la Secretaría de Educación, se dio a la tarea de investigar y recopilar las diversas manifestaciones populares de las diferentes regiones de México, y, entre ellas, estaba por supuesto, Veracruz, con lo que el son jarocho empezó a ser conocido en el centro de la república. Personas como el músico español Vicente Ruiz Maza y el mexicano José Acosta, en 1925, financiados por la Secretaría de Educación Pública, se dedican a rescatar y transcribir en la pauta lo que escuchan. También en esta época comienzan a aparecer en esos discos pesados de 78 revoluciones las primeras grabaciones de son jarocho. Sin embargo, no fue sino hasta finales de la década de los años treinta que algunos músicos de son jarocho comienzan a realizar el viaje que los llevaría a la ciudad de México, desde siempre centro neurálgico del país y poseedor de una infraestructura impresionante en materia de telecomunicaciones. En esta época se estaban conformando las imágenes, reforzadas por el cine, de lo que se podía considerar como lo nacional, como lo mexicano, y por razones que no viene al caso discutir aquí, la música venida de Jalisco con todo e indumentaria se había apoderado del ambiente, lo que ocasionó algunos modificaciones a la música que originalmente se traía desde Veracruz. “Rafael Figueroa Hernández, 2012”

Para 1981 el naciente movimiento jaranero ya estaba lo suficientemente maduro para empezar a crear sus propias figuras de culto, fue ahí donde empezó a resurgir con un fuerte impacto en la música veracruzana. Arcadio Hidalgo, uno de los participantes en el disco del Instituto Nacional de Antropología, vuelve a la circulación acompañado del grupo Mono Blanco en un disco titulado Sones Jarochos, y con él da comienzo a lo que llamamos Movimiento Jaranero, es decir, un conjunto de grupos e individuos que, con plena conciencia de su labor, trabajan para la preservación y el rescate de la tradición del son jarocho. En la actualidad el movimiento jaranero goza de cabal salud y cuenta con varias vertientes que trataremos de resumir a continuación:

1. Son indígena. Cantado en lenguas como el náhuatl y el popoluca, el son indígena ha sido revalorizado

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com