Ensayo pelicula “En busca de la felicidad”

Los valores como fuerza impulsora

Inspirado en el film: “En busca de la felicidad”

  “En busca de la felicidad” es una película basada en hechos reales, la cual describe la historia de un hombre que a pesar de las diversas circunstancias que comenzaron a presentársele en un momento determinado de su vida, que eran desde económicas hasta  emocionales, el, no se dejó vencer por ellas, sino que luchó  para sobrepasarlas, salir adelante, demostrándose y demostrándole a su familia y a las personas a su alrededor que era capaz de lograr sus metas.

  Este hombre poseía una actitud optimista y perseverante, expresándolo en cada una de sus acciones, y a su vez transmitiéndoselas a su hijo de 5 años. Aunque su vida era agitada y un poco complicada, siempre tuvo tiempo para enseñarle al pequeño sobre los valores que eran necesarios para lograr una vida exitosa.

 Además de reforzar la educación recibida, jugaba con él y a pesar de sus limitaciones económicas buscaba la manera de complacer algunos gustos de su hijo para que el niño estuviese feliz y lleno de entusiasmo como él. Este pequeño era su mayor motivación para cumplir sus metas.

 Queda demostrado en esta historia que la perseverancia, la confianza en sí mismo, la responsabilidad, el esfuerzo y el optimismo son la base para alcanzar nuestros sueños y metas. Es parte esencial, tener en claro un  horizonte y sobre todo, lo que queremos para nosotros y nuestros seres amados. A pesar de la gama de adversidades que se puedan presentar a lo largo de la vida no dejarnos vencer por las mismas es la clave.

 Durante el desarrollo de la historia vemos como, a pesar de las dificultades acepta con esperanza los nuevos desafíos que la vida le impone. Ante esto, es inevitable pensar en términos de “meritocracia” como una suerte de base de toda su lucha, logrando y haciendo posible sus objetivos más allá de las múltiples limitaciones que van surgiendo, solo fundándose en sus competencias y capacidades personales.

La meritocracia nos aclara, que ante el mérito, se necesita esfuerzo. Ante el privilegio, previamente hubo un esfuerzo,  ante el merecimiento debe existir un esfuerzo. Para lograrlo, hace falta reflexión crítica, pluralidad, un encuentro y desencuentro de, emociones, confianza, responsabilidad y solidaridad.

 Todas las personas poseemos, diferentes responsabilidades, que cumplimos en simultaneo, como por ejemplo, ser estudiantes, empleados,  padres, entre otras. Y podemos con cariño, dedicación y comprensión, fomentar el afecto y la confianza que nuestros hijos, familiares o jefes, han depositado en nosotros para superar los obstáculos que se nos presenten.

 La vida de este personaje, es un intento desesperado por sobrevivir, y lo más importante para él, es proteger a su hijo. Se trata de un verdadero desafío, que se convierte en heroico al tocar tantos valores universales.

 En esta historia maravillosa, de superación personal, se pone en juego de una manera muy particular  la complejidad de la vida de un sujeto al que diversos factores (familiares, socioeconómicos) lo enfrentan con fuertes dilemas incluso morales, en los que debe tomar decisiones cruciales  asumiendo grandes riesgos, los cuales incluye nada más y nada menos que la integridad de los más importante, que es su hijo.

 Sin embargo, confiando en sus propios méritos individuales como herramienta principal para superarse, decide ir hacia la búsqueda de sus fines. Como afirmaba el filósofo Aristóteles “La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos”. Esto supone que todos merecemos tener cosas mínimas, por el mero hecho de SER.  

 Toca valores tales como, la familia, el trabajo, y la felicidad -elementos indispensables de la vida humana, que influyen en la realización personal orientando nuestras decisiones y configurando lo más íntimo de nuestro ser- el pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades afectivas como individuo y en sus méritos en el ejercicio de sus funciones laborales, la formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales.

 Todas las personas necesitamos, estabilidad en nuestra vida laboral, familiar, social, que muchas veces no conseguimos fácilmente. Debemos llevar las riendas de nuestras vidas, ya que si nosotros no tomamos un rol protagónico, nadie nos resolverá los problemas que se nos presenten.  En algunos momentos ante las decisiones tomadas, ya sean acertadas o incoherentes con nuestro proyecto de vida,  debemos continuar hacia adelante, sin desmoronarnos o creernos los mejores, puesto que ahí yace el secreto del éxito.

 Vivimos en una sociedad que cada día requiere más competencias y el sistema meritocrático  proporciona mayor eficiencia y posibilidades de desarrollo personal que otros sistemas jerárquicos, dado que las distinciones no se hacen por sexo o raza ni por riqueza o posición social, entre otros factores biológicos o culturales, ni por mero asistencialismo. Aunque existen clases sociales, este sistema no pretende acabar con ellas.

 El mérito del esfuerzo individual se entiende como un criterio más justo que otros, para la distribución de los premios y las ventajas sociales asociadas. Es muy importante el hecho que la sociedad adquiera la verdadera importancia del saber, y la verdad, para trabajar por el bien común y así, y asi obtener un beneficio general, logrando acercarnos a la verdadera felicidad, que es el propósito de la humanidad.

...