Escuelas Bolivarianas

Al respecto en Venezuela, se ha iniciado y se está transitando un proceso de refundación de la República teniendo como referente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), mediante la construcción de una sociedad participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural. En este sentido, las instituciones educativas deben ser manejadas con criterios amplios que orienten el esfuerzo de los recursos humanos, físicos, económicos, materiales y educativos, a fin de lograr el aprovechamiento máximo de su potencial, cumpliendo de esta manera, con el objetivo para el cual fueron creadas.

Cabe señalar que, los criterios mencionados se ven reflejados en la concepción de las Escuelas Bolivarianas, creadas como Programa Bandera por parte del Estado en el año 1999, que según el nuevo modelo planteado por el Ministerio de Educación y Deportes (2004), se contextualiza de la forma siguiente:

Nuevo Modelo del Ministerio de Educación (2004), la escuela surge como un espacio para la concreción de las acciones y como principal forma organizada del poder del Estado, promoviendo la participación como una estrategia para lograr los cambios institucionales y culturales necesarios para consolidar el modelo de desarrollo endógeno y soberano a través del crecimiento de la producción social, la corrección de los desequilibrios y la sustentabilidad ambiental para alcanzar una calidad de vida digna. La escuela es entonces, eje clave en la trilogía Estado-Sociedad-Territorio, para la transformación del ciudadano para la nueva República donde el saber, hacer y convivir se conjuguen para concebir el nuevo ser republicano. (p.08).

En este sentido, la estrategia de participación debe actuar para brindar su contribución al nuevo modelo educativo ya que el esfuerzo de una escuela aislada no puede sostenerse indefinidamente sin la colaboración de los elementos que la rodean. Por lo tanto, la escuela requiere para su funcionamiento estar integrada a la familia y a la comunidad, para que sus miembros se incorporen a las actividades escolares, de acuerdo con su nivel de participación en los diferentes organismos.

Dentro de este contexto, si se hace referencia a la Educación Rural, la misma debe dinamizarse incorporando estrategias educativas que promuevan la participación de la comunidad en la labor educativa con la finalidad de garantizar la integración de todos los individuos para hacerlos partícipes y responsables de su propio destino y porvenir con un espíritu de solidaridad humana, de manera que a través de estas estrategias se logre la incorporación de los padres, representantes y comunidad en general a estos centros educativos ya que en la mayoría de los casos éstos no asisten por su propia voluntad o es poco frecuente.

Al respecto Cantero, 1996 señalaba que “en la Escuela no le dan la debida importancia a este recurso de gran valor

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