Ganas de vivir

“GANAS DE VIVIR”

La temática general abarca la observación de diversos fenómenos, teóricos y prácticos, que mantienen una estrecha relación con la Licenciatura en Enfermería. Así como su interpretación e implementación a dicha disciplina.

Uno de los objetivos de la película en mostrar los distintos intereses y la forma de actuar del personal de la salud, así como la participación de diversos valores como la honestidad, valentía, lealtad, confianza, responsabilidad y laboriosidad; sin embargo, también se dan a relucir contravalores como desconfianza, mentira, prepotencia, inseguridad y frustración.

Cabe destacar que Florence Nightingale hablaba de la enfermería como arte del cuidado: “La enfermería es un arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, es como el trabajo de una pintor o de un escultor, pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios? Es una de las bellas artes, la más bella de las bellas artes”.

Esta película nos va narrando la vida de una mujer llamada Vivian Bearing, desde su etapa como estudiante universitaria hasta su etapa de enfermedad. Es una serie de recuerdos, los cuales ella vuelve a revivir y que desde una perspectiva éstos le hacen compañía en todo el proceso de tratamiento.

La historia es una mezcla de distintos contextos históricos que van desde de su niñez, los diversos ambientes escolares que la llevaron a ser la respetada Doctora en Filosofía y los tratamientos que acabaron con la mujer fuerte que alguna vez fue. Toda la película se desarrolla en una época contemporánea en la que hay uso de varios métodos de curación.

La película te eriza la piel, ya que es impactante ver como una enfermedad como el cáncer puede causar una despersonalización en la persona y consumirla en cuestión de meses.

Vivian es una mujer exitosa en el ámbito laboral, soltera y sin hijos, que es diagnosticada a los 48 años con cáncer de ovarios (Dx real). Ésta no se da por vencida y acepta un tratamiento experimental de 8 ciclos, durante estos ciclos se puede identificar el sufrimiento que le provocan a Vivian pero no sólo a nivel físico sino también el dolor espiritual por la falta del cuidado que se le está brindando; ya que en cierto personal de la salud se ha perdido ese amor y dedicación para tratar a los pacientes

Pero de igual manera hay una enfermera llamada Susi, que cumple con el arte y la ciencia del cuidado que Vivian necesitaba, la cual hace notar su práctica del intelectualismo. Susi la ve como un ser holístico y no sólo como una persona con ausencia de salud. Con el paso del tiempo se vuelve más que su enfermera, puesto que se involucra en todas sus necesidades y se vuelve su “ángel guardián”, que la cuida, protege y vela a lo largo de su lucha contra el cáncer. Un ejemplo de lo antes mencionado es la escena en la que Susi se sienta a comer una paleta con Vivian, misma donde hablan de la gravedad y de los resultados no favorables respecto al tratamiento. Es en este momento donde la enfermera es sincera y realista con Vivian comunicándole que ya no hay cura y así mismo le pregunta que es lo que quiere que se haga en el momento en que muera, aplicando así la lógica enfermera. También se percata el metaparadigma enfermero plasmado en Susi en las distintas acciones dirigidas hacia su paciente, siempre orientadas a preservar la vida o también utilizadas en el momento de muerte.

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