Hay Que Soñar
borrexxx19 de Abril de 2013
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HAY QUE SOÑAR
HAY QUE SOÑAR
TOMÁS URTUSÁSTEGUI
1998
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HAY QUE SOÑAR
PERSONAJES:
SANTA CLAUS
BRUJA 1
BRUJA 2
HADA MADRINA
CONEJO DE PASCUA
FANTASMA
GIGANTE
DUENDE 1
COCO
ESCENOGRAFÍA.
Bosque con un claro. A la derecha fachada de una construcción entre castillo medieval, casa de
espantos y hotel de lujo. En el bosque troncos que sirvan para sentarse o pararse encima de ellos. La
construcción tendrá un letrero que diga: “Albergue de los sueños”. Al fondo telón pintado de
montañas nevadas. Existe una vereda que nace de un árbol y va a perderse atrás del castillo.
VESTUARIO:
El clásico de los personajes nombrados.
MÚSICA.
De preferencia moderna.
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HAY QUE SOÑAR
Al abrirse el telón vemos a Santa Claus, a los fantasmas, brujas, gigantes, hada, duendes y conejo de
pascua queriendo tomar el sol. Todos tienen mucho frío.
SANTA CLAUS.- Qué frío. Creo que es el invierno más terrible que he pasado en mi vida y mira que
ya he vivido.
HADA.- No sé como puedes tú quejarte del frío. Estás gordo y además te cubres con ropa gruesa. En
cambio yo, mira, mi vestido está hecho sólo de tul. Brrr. Brrr,
SANTA CLAUS.- ¿Por qué no te pones un buen abrigo? Ahí adentro hay varios. (Señala el albergue).
HADA.- No puedo, si un niño en este momento sueña conmigo cómo me voy a aparecer toda envuelta
en lanas.
SANTA CLAUS.- ¿No me digas que piensas todavía que algún niño te necesite? Tú sí que eres
optimista. Yo ya hace mucho que perdí esa esperanza.
HADA.- ¿Tú perder la esperanza? Si de todos nosotros a ti es al que más buscan los niños. No hace ni
un mes que recibiste miles y miles de cartas de todo el mundo.
SANTA CLAUS.- Estás equivocada. No era a mí a quien buscaban, ellos buscaban a mis imitadores,
los que han creado los hombres y que existen por miles allá en la tierra. (Enojado). ¡ Santa Clauses de
pacotilla! Santa Clauses que sólo saben reírse apretándose la panza y que en Noche Buena llegan para
darles unos cuantos juguetes de plástico a mis niños. A ellos es a quien escriben, no a mí.
GIGANTE.- Tú también les dabas juguetes.
SANTA CLAUS.- Claro que les daba, no faltaba más, pero sobre todo los colmaba de ilusiones, de
esperanzas y ellos nunca quedaban defraudados. ¡Las cartas! ¿Cuáles? Cartas las de antes. Si no tuviera
tanto frió iría a buscar a mi arcón cartas antiguas de niños para que las leyeras. Esas sí eran cartas, no
como las de ahora que son como un pedido a una tienda. (Imita de diversos niños). “ Tráeme el órgano
Biby” “ Yo quiero la muñeca que se sabe sonar los mocos” “ A mí tráeme la patineta tal, el carro cual,
las canicas verdes, los lápices rojos, los nintendos tales por cuales, los cuálesman y los robinsestos. Qué
poca imaginación. Piden lo que ven en la tele y nada más. Antes también me pedían algún juguete; una
muñeca para vestir, un papalote para volar, unos colores para dibujar, pero sobre todo, y eso es lo
importante, me pedían sueños: volar como las aves, trepar por el arco iris, encender una fogata con los
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rayos del sol, brincar de una estrella a la otra, sumergirse hasta el fondo del mar para encontrar una
concha con una perla grande, grande y etcétera, etcétera y más etcéteras. Esas sí eran cartas y yo
siempre los complacía. El que quería la concha la recogía de las profundidades del mar, el que quería
brincar de una estrella a otra lo hacía, el que quería trepar el arco iris lo trepaba.
HADA.- ¿Y cómo lo lograbas? Todo eso es casi imposible.
SANTA CLAUS.- Para mí no hay imposibles.
HADA.- Yo con mi varita mágica no puedo hacer todo eso. Cuando mucho puedo transformar un ratón
en un corcel, una calabaza en un coche, una choza en un castillo, una mujer fea en una princesa bella...
pero trepar a un niño sobre el arco iris...no creo poder hacerlo.
SANTA CLAUS.- Lo consigo en los sueños. En los sueños los niños hacen eso y muchas cosas más.
HADA.- ¿Entonces solamente son sueños?
SANTA CLAUS.- Los sueños son parte de la vida. Son tan reales como puede ser el tiempo en que van
a la escuela o juegan con sus compañeros. Sin sueños no se puede vivir.
Se acercan las dos brujas.
BRUJA 1.- Oí de lo que hablaban.
BRUJA 2.- Yo también.
HADA.- Cómo pueden oír si estaban muy lejos.
BRUJA 1.- Nosotras podemos oír y ver todo lo que pasa a nuestro alrededor y más allá.
BRUJA 2.- Y no solamente oír y ver, también podemos sentir, oler y gustar.
BRUJA 1.- Siiii que sí. Puedo oler el arroz que están cocinando en este momento en Pekín, el espagueti
que preparan en Milán, las enchiladas con frijoles refritos que hacen en México.
BRUJA 1.- Me encantan los frijoles. Lástima que después...
BRUJA 2.- ¡ Cállate!
BRUJA 1.- Me callo. Aunque quería decir que también me encanta el olor del tequila, del cognac, del
vino, del vodka...
BRUJA 2.- Por eso siempre andas haciendo eses por el cielo y terminas perdiendo tu escoba en
cualquier nube. ¡Pero ni pienses que te voy a seguir comprando escobas nuevas. Cada día están más
caras!
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BRUJA 1.- Déjame en paz. Esa es mi única diversión. Antes por lo menos podía asustar a los niños que
se portaban mal, pero ahora...
BRUJA 2.- Sí, qué tiempos aquellos. Durante siglos tuvimos trabajo de sobra, nunca nos alcanzaba la
noche para visitar a tanto niño que hacía travesuras. ¡Ay, cómo nos divertíamos!
Se acerca el conejo de pascua dando saltos.
CONEJO.- Yo también escuché lo que dicen. Todos los que estamos en este lugar podemos oír todo. ¡Y
protesto!
SANTA CLAUS.- ¿Protestas de qué?
CONEJO.- Protesto de lo que hacen estas...
BRUJA 1.- Estas tienen su nombre.
CONEJO.- Protesto de lo que hacen las brujas, y también lo que hacen los fantasmas, los gigantes y los
cocos. Ellos son los culpables de lo que nos pasa a todos nosotros.
Se acerca el gigante a grandes pasos. Toma al conejo de los pelos del pecho y lo sacude.
GIGANTE.- ¿Se puede saber de qué soy culpable, conejo infeliz?
CONEJO.- De asustar a los niños.
Todos los malos ríen tétricamente.
LOS MALVADOS.- ¿De asustar a los niños? (Ríen con ganas).
CONEJO.- Sí, de asustar a los pobrecitos niños. A nadie le gusta que lo asusten. Ustedes deberían ser
como el hada, como Santa Claus, los Reyes Magos o como yo soy, que sólo nos preocupamos por
darles gusto a los pequeños. (Asienten y sonríen los nombrados). ¡No asustarlos! ¿Entienden?
FANTASMA.- (Casi llorando). Ya nadie se deja asustar. Para hacerlo necesitaba grandes espacios,
casas con ecos, con pasillos, con cortinas, con pisos de madera. Hoy qué: ¡Estos pinches condominitos!
Si arrastro mis cadenas los vecinos se quejan de los ruidos que hace el vecino de arriba. Si grito no falta
quien diga “ah qué mi compadre, ya le está arreando a la comadre”. Esto no es vida.
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DUENDE.- ¿Y nosotros? Todos creen que somos ratones y nos ponen trampas, nos traen gatos,
quieren darnos venenos en quesos.
BRUJA 2.- Cuando yo, con mis artes ocultas produzco un rayo, (Levanta un brazo para producirlo).
¡ Fulín, fun fa. Fulín fun fa, taranta ta, taranta ta. (Baja el brazo. Se produce el rayo. Se escucha el
trueno) los niños dicen que fue un corto circuito.
GIGANTE - Yo, cuando me les aparezco, (Camina como gigante malo) me preguntan que en cuál
equipo de basquet juego.
HADA.- Todo esto no es nada. Hay algo más grave aún.
SANTA CLAUS.- ¿Qué no es lo más grave? ¿No te parece grave que los niños ya no sueñen con
nosotros? Para mí la vida ya no tiene sentido.
HADA.- Tienes razón. Yo también sufro mucho al ver que los niños ya no me necesitan. Pero por sí
esto fuera poco ahora nos van a quitar nuestro albergue. (Lo señala).
TODOS LOS DEMÁS.- ¿Qué dices? ¿Nuestro albergue de los sueños? No es posible.
HADA.- Sí, vamos a perder nuestro hogar.
BRUJAS.- Nosotros hemos vivido en sus torres por espacio de miles de años, no nos pueden echar así
de un día a otro.
COCO.- Hemos sido unos inquilinos modelo. Nunca molestamos a nadie, apagamos la luz temprano
para que no se gaste.
FANTASMA - Barremos la escalera.
SANTA CLAUS.- No es posible, no es posible. En ningún otro sitio voy a encontrar espacio para
guardar mi trineo, mis venados y mis juguetes.
CONEJO.- Yo me llevo meses pintando mis huevos para la pascua. ¿Dónde los voy a hacer
...