La Reflexión sobre la Película 3 Idiotas

Desde hace décadas, el aprendizaje ha sido una materia de estudio que ha ocupado a científicos, psicólogos, pedagogos, entre otros. El proceso mediante el cual adquirimos nuevos conocimientos y desarrollamos nuevas destrezas permanece hasta nuestros días siendo tema de debate entre estos expertos.

El largometraje titulado “Tres Idiotas” ilustra de una manera ingeniosa y poco convencional la manera en cómo concebimos no sólo al mundo, sino también a la educación y el sistema educativo en general, y esto tiene mucho que ver con el aprendizaje y sus procesos.

En los últimos años se ha puesto de moda hablar del “sistema”, específicamente de cómo el sistema nos “educa” para ser “exitosos”, y se definen ciertos lineamientos que definen lo que es el éxito: una “buena” carrera, un buen ingreso, una casa bonita y lujosa, un auto del año, el celular de moda, etc. Se presenta, al igual que en la película 3 idiotas, un entorno en el que las personas son educadas y presionadas social y familiarmente para cumplir con ciertos estándares, generalmente materiales y profesionales –en algunos casos hasta emocionales-, del “deber ser”. Piaget menciona que poseemos “estructuras o esquemas de conocimiento”. Este modelo de “deber ser” exitoso podría acomodar en un esquema o estructura, que es internalizado por cada individuo, y que al internalizarlo se asimila, se acomoda y se adapta, con lo cual el individuo crea conductas, siempre enfocadas en perseguir un fin.

La película plantea, a través de Nacho, el desequilibrio que origina un cambio de paradigma, y que cimbra a los personajes en torno a él. Nacho viene a plantear esa reflexión de por qué las cosas tienen que ser como han sido siempre, intentando –y logrando- cambiar esas estructuras desde sus cimientos, que son los pensamientos y creencias de las personas. Redefine el éxito, y le da un valor de primer lugar a otros aspectos con la frase “haz tu pasión no tu profesión”. En la trama los personajes escuchan las recomendaciones de Nacho, modifican sus pensamientos y finalmente sus conductas.

La sociedad en conjunto y los elementos que la conforman definen estas estructuras de pensamiento y la manera en como aprendemos, según Vigotsky. Según este autor, la conducta humana es mediada por herramientas, signos o símbolos, que en conjunto internalizan elementos culturales, derivando en un aprendizaje sociocultural, y moldeando nuestra actividad mental. En la escuela de la película por ejemplo se tenía como normal social recitar las definiciones textuales, era algo que se daba por hecho. Definir procesos y conceptos no por medio de ejemplos ni de forma práctica o espontánea, sino a través del lenguaje formal de las palabras de manera estructurada.  Sin embargo, aún con la propuesta de Rancho de realizar una definición poco convencional para la clase, el aprendizaje continuaba siendo mediado por el lenguaje de las palabras y por objetos (una máquina) que son ya conocidos por todos, esto, según Vygotsky, moldea el aprendizaje.

El personaje de la película “Rancho” operaba en total libertad, transitando por senderos poco convencionales y ejecutando acciones que parecieran salidas de una comedia, sin embargo los resultados eran tan serios y favorables que surge la pregunta planteada por María Montessori, al afirmar que el individuo debe operar en un entorno libre, con actividades espontáneas y en total autonomía, ese mismo era el actuar de Rancho.

Si se atiende la teoría de Rousseau en la que afirma que “el niño por su voluntad adquiere conocimiento” y que “la naturaleza formó a los niños para ser amados y asistidos”, entonces se podría pensar que todo confabuló a favor de Rancho, quien fue un ser autodirigido, libre, amado, al cual la naturaleza le proporcionó todo el conocimiento y la sabiduría para conducirse en un entorno hostil donde las reglas eran otras.

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