La Vida De Los Otros

Película: “La vida de los otros”

En la película “La vida de los otros” se puede observar, por un lado, que el actor principal, Gerd Wiesler, es un agente que trabaja fielmente para el Gobierno Comunista (Stasi) e investiga a los integrantes de la propia comunidad, a tal punto de perder su propia intimidad y de tener una vida personal insignificante.

Por otro lado, en la película también se puede observar de qué forma el contexto en el cual vive este sujeto condiciona el accionar del mismo, infringiendo así la ética social que todo profesional posee o debería poseer.

También, es importante tener en cuenta, cómo Wiesler se “queda atrapado” específicamente en el trabajo que estaba llevando a cabo, a tal grado de que el mismo pasa a ser una pieza fundamental en su vida, prolongado la tarea y llevándola a cabo él sólo.

Y por último, desde una perspectiva centrada en los deberes profesionales que tiene éste sujeto, es importante percibir cómo el interferir y sobrepasar las obligaciones propias de su trabajo y relacionadas a su rol profesional, pueden acarrear graves consecuencias, no sólo para sí mismo (en este caso su destitución), sino también para los implicados en el caso (por Ej.: la muerte de Christa-Maria).

Tomo unos párrafos encontrados en una reseña sobre la película que dice lo siguiente:

“…El poder, todo poder, otorga a unas personas la capacidad para someter a otras y de satisfacer deseos personales. Sin embargo, el poder siempre es jerárquico: su tenencia impone unas obligaciones hacia el grado superior en el escalafón. En consecuencia, todo lugar de poder convierte a quien lo ocupa en dominador y dominado. El sistema nos obliga a rendirnos a la instancia superior para mantenernos donde estamos; y a detentarlo sobre el inferior. El cual, a su vez, se ve forzado a acatar ese orden si no quiere verse excluido.

Surge, entonces, la cuestión moral: ¿qué estamos dispuestos a hacer para mantener nuestra categoría cuando nos exigen algo que contradice nuestros valores?, ¿qué estamos dispuestos a aceptar cuando un poder inicuo se ejerce sobre nosotros?

La Vida de los Otros cuenta la historia de un oficial de la Stasi, la policí¬a secreta alemana del régimen comunista de la República Democrática Alemana, que recibe el encargo de vigilar y espiar a la pareja formada por un importante literato y una famosa actriz. El objetivo es verificar si tiene alguna conexión con los disidentes del régimen, y en el fondo bien es sabido que quien investiga en busca de algún tipo de relación sobre algún tema concreto acaba encontrándolo. Es el encargado de vigilar la vida de los otros, incluso descuidando, o quizá evitando, vivir la suya propia.

Con esta premisa inicial arranca este sensacional film alemán que se ha alzado con el Oscar a la mejor pelí¬cula extranjera, dejando en la cuneta a Volver (ya desde su no inclusión entre las nominadas finales) y a la semi-española El Laberinto del Fauno. Y desde luego que hay motivos para pensar que el premio está en su bolsillo de manera merecida.

El protagonista del film es Ulrico Mühe, en una interpretación tan soberbia como espectacular. Lo que en un principio parece inexpresión se encuentra regulado por Mühe para apreciar a través de la vida de los demás como es realmente su propia vida. Gélido, escrupuloso, encarna a un hombre inflexible y convencido de sus principios comunistas en los que el régimen está por encima de todo. Sin embargo debajo de cada impávido gesto se engendran cambios en su personalidad que con posterioridad hacen que cada pequeña variación en su rostro sea traducida perfectamente por el espectador para descifrar los sentimientos

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