La música: El Origen Del Lenguaje Universal Y Primordial

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

ARTES

TALLER DE EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

MARÍA ISABEL BUNIMOV

SECCIÓN B

La música: el origen del lenguaje universal y primordial.

Rolando Padrón

Caracas, 8 de octubre de 2013.

El primer legado y patrimonio de la humanidad, simbólicamente hablando, puede considerarse que es el lenguaje. Dicha herencia, que es inevitable y verdaderamente valiosa, nos deja diferenciados, aunque no en su totalidad, del resto de los seres vivos existentes. Porque a pesar de que, evidentemente, existe en los animales cierta comunicación instintiva, no se puede considerar que ellos, con cada uno de sus olores, colores, formas, gritos, cantos y demás señales logren dar significados precisos a cosas específicas. Aunque, tomando en cuenta lo que Marshall Urban denomina como la función tripartita de las palabras: indicar, expresar, representar; se podría decir que la comunicación es algo innegable tanto en seres humanos como animales, pero es el desarrollo de la comunicación animal lo que hoy llamamos lenguaje, siendo este particular del ser humano. El lenguaje no es más que la comunicación de los animales, mejorada o desarrollada en los seres humanos, expresada de forma racional a través de las palabras y no la simple expresión de necesidades básicas de una forma instintiva, inarticulada y falta de abstracción, como se da en los animales.

El nacimiento de un lenguaje que expresa cada idea de forma clara, con una complejidad como en sí misma se comprende, como lo dice Rousseau: una posibilidad muy viable para el surgimiento del lenguaje, como lo conocemos, es la urgencia de expresar las necesidades básicas, llevando consigo la emoción que es eminente y más allá del apetito de comunicar pensamientos complejos; lo cual llevaría a desarrollar el lenguaje en su vastedad posteriormente.

Ahora bien, dejando de lado un poco el hecho de que el lenguaje está conformado por sonidos articulados y que cada uno de ellos tienen distintos significados, establecidos desde la invención del lenguaje que, sin duda, es la principal forma de comunicación, más no la única del ser humano; hay que tomar muy en cuenta que desde antes de nacer, yaciendo en el feto, nuestro sentido auditivo es el que se desarrolla con mayor prontitud y que, según estudios neurofisiológicos, tiene una capacidad un tanto precoz y asombrosa de que el ser pronto a nacer reconozca, no solo la voz de la madre, diferenciándola de otras voces humanas, sino que además puede captar y responder a ciertos, si no a todos, los estímulos rítmicos y melódicos a los que puede ser expuesto el ser que ahí espera su nacimiento. A todo esto, brota la inquietud de preguntarse -¿y cómo no?- si es que acaso afloró primero el lenguaje musical o el lenguaje hablado en el ser humano.

El profesor Anthony Brandt, investigador de la Shepherd School of Music de la Universidad de Rice y de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, asegura que, en primer lugar los bebés llegan a oír los vocablos pronunciados por su madre o por otras personas y que posteriormente su significado y que no solo oyen palabras sino la música, los ruidos y todos los sonidos que yacen a su alrededor. En efecto, la pericia y destreza que tienen los recién nacidos en diferentes ámbitos, para reconocer las palabras y los sonidos, ya sea diferenciar una trompeta del ladrido de un perro como las diferentes frases pronunciadas en su entorno, parte del simple hecho del primer reconocimiento de los sonidos y la estimulación que recibe el bebé y este hecho se considera una de las cosas más musicales que hay, es decir, la simple distinción de todo lo escuchado.

Brandt, afirma que, a diferencia de los adultos, los recién nacidos, tienen la perspectiva necesaria para indicar que la elocuencia del ser humano viene dada a raíz de la música, y esta es considerada a su vez superior que el lenguaje hablado y por eso se reflexiona sobre la importancia de la música en el desarrollo humano, como ser pensante y parlante.

Otros estudiosos, por su parte, también afirman que el lenguaje guarda un estrecho vínculo con la música, pero en otro sentido o enfocado en otra interpretación. Este es el caso de neurocientíficos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, quienes descubrieron que hay una relación biológica profunda entre estas formas de comunicación, ya que las fórmulas matemáticas que hay en los acordes usados desde los remotos orígenes de la música en la antigüedad y nuestro discurso actual, guardan ciertas similitudes

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