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La música Y Sus Elementos.


Enviado por   •  19 de Junio de 2013  •  2.598 Palabras (11 Páginas)  •  320 Visitas

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Ensayo:

¿Cuál es el propósito de la música? ¿Porqué hace miles de años nuestros antepasados de pronto comenzaron a hacer intentos por crear algo que no fuera solamente una réplica de lo que se escuchaba en la naturaleza, sino algo con ritmo propio, con vida propia?

La respuesta obvia y no pensada es que nuestros antepasados buscaban imitar los sonidos de la naturaleza, sin embargo esta respuesta no contestar el porqué de pronto el humano se desvió de los sonidos “naturales” (que por cierto eran harto abundantes en aquella época, y dudo mucho que la intención principal haya sido solamente recrear el sonido de la lluvia que se vivia a diario) para crear algo llamado música.

Para responder esta pregunta tenemos antes que nada, intentar ponernos en contexto, y sobre todo en la mentalidad y costumbres de aquellos humanos “primitivos” como solemos llamarnos. Estos humanos tenían una conciencia mucho menos desarrollada que la del humano actual, y una sensibilidad mucho más alta que la del ser humano actual también. Podríamos verlo de la siguiente manera: Hoy en día absolutamente cualquier cosa que entra a nuestro cerebro pasa por cientos de filtros (culturales, sensoriales, educativos, prejuicios, lógicos, emocionales, etc,etc) que van tiñiendo y por ende transformando y distorsionando la información al punto en que los niños ya no saben distinguir si un iPad o una planta es más natural. Nuestra mente filtra y modifica todo a un grado realmente absurdo, todo en pos de que esa información sea socialmente aceptable. Los hombres primitivos no tenían ninguno de esos filtros, la información llegaba en formato raw (crudo) a través de sus sentidos directamente a su corazón. Estoy convencido que tanto el significado como lo que visualmente veían al ver un árbol es algo completamente diferente a lo que nosotros vemos hoy en día.

Por lo tanto, podemos asumir que eran seres “más brutos y por ende más puros y sensibles” en cierto sentido (o en casi todos lo sentidos diría yo). Esa forma cruda de ver la vida les hizo ver un mundo completamente diferente al que vemos hoy en día. Ese mundo está demostrado era un mundo supersticioso, pero no en el sentido moderno de la palabra. Creo que el término adecuado es que ellos veían un mundo mísitico, un mundo en un estado más puro y etereo que el que nosotros vemos en los espectaculares a diario. Y ese mundo traía consigo su propio bagage, y dentro de ese bagage algo que hemos dejado atrás ya sea por olvida y por la pérdida de la capacidad es el mundo de las “visiones”. ¿Cómo pudieron aparecer los dioses a aquellos hombres primitivos sino a través de visiones? Es imposible pensar que hace 50,000 años un homónimo de Sócrates se haya sentado en una piedra junto a un tigre Dientes de Sable y haya concluido al ver el cielo que existía dios. El razonamiento de los hombres primitivos era básico, y eso era debido a 2 razones, en primer lugar la falta de “domesticamiento” del cerebro, y la segunda es que tenían ese mundo místico que compensaba la falta de razón y lógica. Podemos entonces concluir que los hombres llegaron a los dioses no a través de la razón, sino a través de las visiones.

Y esta es una palabra clave, ya que hoy en día la humanidad está en una busca desesperada de ese mundo místico que hemos perdido, sobre todo de esa puerta, esa llave hacia ese otro mundo que son las visiones. Drogas, ritos, sacerdotes falsos, todos queremos tener nuestra propia “visión” sobre el más allá. De hecho todo el engaño de la mayoría de las religiones se basan única y exclusivamente en esas visiones (María teniendo una visión sobre el nacimiento de Jesús, los profetas teniedo visiones sobre la venida del mesías, etc,etc). La llave se ha perdido y estamos desesperados (y mientras tanto la religión abusa de esas visiones recicladas de hace 2,000 años).

¿Qué tiene que ver esto con la música?

Creo yo, que la música originalmente se inventó como una llave alterna para generar esas visiones. Si escuchamos la música más antigua, no se trataba de ritmos, ni de puntos o contrapuntos. La música primitiva es para el hombre moderno incomprehensible. Sonidos sin sentido, incoherentes y como los llamaríamos hoy “aburridos”. Si alguien ha escuchado los tambores africanos, o la música tradicional japonesa verá que es un animal completamente diferente, un DNA de otro mundo que no tiene absolutamente nada que ver con los Beattles o con ningún otra banda de hoy en día. La música más antigua es un conjunto de sonidos inductores de trance, el problema y la razón por la que esta música jamás será escuchada en el 99.999% de la sociedad moderna es que hemos olvidado como entrar en trance, como abrir esa puerta, y ese música de pronto se convirtió en un lenguage olvidado que pocas personas entienden.

La primera vez que escuché la música antigua japonesa me sorprendió. Toques de flauta, seguidos por silencios, y de pronto un rascar de cuerdas agresivo, sin sentido, un golpe de tambor por aquí, otro por allá. Recuerdo mi enojo al no encontrar sentido alguno en eso, recuerdo incluso haber llegado a quitarle la clasificación de música a aquello que para mi era puro ruido. A través de los años y la paciencia he comenzado a comprender algo básico. La música del pasado no es un ser completo y solo, separado de todo lo demás (como lo somos hoy en día los humanos), sino que es un complemento a algo más. El par de la música primitiva no es una copa de vino tinto, sino la naturaleza misma. Es para mi obvio ahorita que esos sonidos de flauta, tambor, silencios abruptos se digieren mejor (y tal vez únicamente) en la naturaleza, más específicamente entre las verdes montañas de Japón. Lo sé porque he visitado esas montañas, y de pronto he comenzado no a entender la música, pero si a encontrarle algún tipo de sentido. Y todo ha sido gracias a haber tenido la experiencia de vivir la naturaleza, y después por obras del destino haber vuelto a escuchar esa música la cual inmediatamente me recordó aquellos parajes místicos.

Lo mismo sucede con toda la música primitiva la cual nos es incomprehensible por varios factores, pérdida de sensibilidad mística, por todos los millones de filtros deformadores que cargamos encima, y por no escucharla en el lugar adecuado de la forma adecuada.

Todo esto me lleva a pensar que realmente el origen, la finalidad y la escencia de la música no es complacer el oido, sino que el nombre verdadero de la música es ser esa llave que abre la puerta a ese mundo místico-mágico de las visiones.

Paréntesis: Hace poco escuché la primer definición de magia que me hizo sentido. Magia es

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