Preparación. Determinación. Contundida Enactus

Preparación. Determinación. Contundida

Enactus

A veces la vida te sorprende y te pone retos duros o algunos que son largos y arduos. En poco tiempo podemos hacer muchas cosas, quizás siempre se dedica el tiempo a trabajar, a estudiar, a comer etc. Aun así todo esto requiere de una preparación, un proceso, puede conllevar mucho o poco tiempo. Ahora bien, con muchas de estas actividades normalmente se les dedica todos los días su debido tiempo, nos acostumbramos, pero de ahí a generar algo casi espontáneo, es distinto. La vida te sorprende, hay retos tantos en nuestra realidad exterior como nuestro mundo interior. A veces se toman medidas drásticas, de último momento, pero se pueden lograr hacer muchas cosas, incluso se te pueden lograr abrir varias puertas.

Sin más que un mes para preparar todo un desorden de un grupo inexistente, las cosas parecían duras de lograr. Se tuvo la suerte que unas cuantas personas más se unieron al grupo pero faltaba mucho por pulir. Sumándole a todo esto era inicio de semestre y siempre hay fuentes externas que te hacen quitarte tiempo o muchas veces, paciencia. Enactus se miraba como un grupo cálido, alegre. Eran muy pocas personas pero con un poco de persuasión me lograron convencer a unirme al grupo, lo que no sabía era el kilombo que me iba a meter. Era un proyecto básico y sencillo, una lámpara que funcionaba con baterías recargables a raíz de la luz del sol. El problema era que no había prototipo final, no había un modelo de negocios y el tiempo era muy corto. Fueron días duros, de largas horas de investigación y entrevistas, todo hubiera sido más fácil si hubiese un estudiante de ingeniería y de economía Nuestra primera presentación fue en la propia universidad que asistimos, varios catedráticos nos fueron a escuchar y el producto les pareció interesante (menos al de economía, el odiaba todo el mundo) pero tuvimos que mejorar muchos aspectos dice la presentación que para colmo era en inglés. No me mas entienden, se me da bien, pero hablar enfrente de varias personas da miedo.

Ese día era de vestimenta muy formal, de traje. Eran las siete de la mañana y fuimos unos de los primeros en llegar, Me sorprendía de como la mayoría de las universidades estaban calmadas, como si fueran a recibir su premio de una vez. Para mí no era de ganar o perder, sabía en el fondo que no éramos los mejores, sólo quería dar lo mejor de mí en representación de la universidad. Para colmo fuimos los primeros, pero mejor ya que no había demasiada gente, un peligro menos. La presentación era muy sencilla pero clara, era llegar al punto e irnos. Una que otra pregunta me tocaba responder e insistía ¿Qué tan fácil hubiera sido tener a alguien de economía? Pasaron los demás grupos y me sorprendían la preparación que estos tenían, llevaban más de un año para este momento. Boquiabierto salí del salón sabiendo que dimos un buen papel pero que falta mucho por hacer

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