Reseña “el Niño del pijama a rayas” - libro y película

El niño del pijama a rayas

Bruno es el hijo de un oficial nazi, que al ser ascendido debe mudarse de Berlín, a la vera de un campo de concentración. La inocencia de nuestro protagonista no le permite ver la realidad, y compara el terrible lugar con una granja de personas en pijama. Todo en la casa era muy tranquilo y aburrido, por lo que el pequeño Bruno, decide salir a explorar los alrededores. Así, es como conoce a Shmuel, un niño judío que vive dentro del campo. Su amistad se ve limitada por una reja electrificada, pero esto no les impide verse día tras día. Las cosas se ponen difíciles cuando la situación en la casa se tensa y comienzan los problemas tanto allí, como en el campo. Ahí es cuando se pondrá a prueba la fortaleza de su amistad.

El escritor de dicha  novela fue John Boyne, un irlandés nacido el 30 de abril de 1971, que procedía de una familia cuyo pasatiempo preferido se basaba en leer libros. Estudió en la universidad de Trinity College y, posteriormente, en la universidad inglesa de East Anglia, donde se especializó en escritura creativa.  Publicó esta obra en el 2006, y luego la misma fue tomada por Mark Herman para su debut en la pantalla grande (2008). Este último, nacido en Inglaterra en 1954, inició su carrera como director a los 30 años, luego de obtener títulos relacionados con lo audiovisual en la National Films School y en Leeds Polytechnic.

Para comenzar, con respecto a los personajes de la película, son muy similares a lo que el libro presta a imaginar. Excepto por Shmuel, ya que el texto presentaba una imagen más fuerte, era un niño casi desnutrido, pálido, daba impresión imaginarlo y seguramente esa sería la imagen más parecida a la realidad de aquel momento. Si hubiera que definir una de las dos obras como más enriquecedora y atrapante, ganaría ampliamente el libro. En un principio, porque trata de remarcar la importancia y la inmoralidad de todo aquello que sucedía,. Muestra a un padre más duro, hasta más inhumano aún de lo que presenta la película. Por otro lado, la narración desde el punto de vista de Bruno, hace que todo esto cause un mayor efecto en el lector, ya que cuenta situaciones que nosotros sabemos atroces desde un punto de vista infantil y totalmente inocente (inocencia que se hace sentir en la película, pero que es todavía más fuerte en el texto). También, como en toda adaptación, algunas escenas quedan fuera de rodaje, pero tal vez no exactamente las correctas. Escenas como la presencia de Hitler en la casa de Bruno, que destacaba la importancia del padre en el ejército nazi, y visto desde la perspectiva del niño daba hasta un toque chistoso debido a que el confundía repetidamente su nombre. O escenas mucho más interesantes, como el cierre que da el libro. Las emotivas palabras de los dos amigos, qué sucede al padre posteriormente al final dado por la adaptación. Detalles que aportaban a la sensibilidad y se podría decir que hasta la enseñanza de la película, mostrando que por lo menos algo acababa como debía acabar y, más allá de que seguramente todos los que ven la película estén informados de lo ocurrido en aquel tiempo, aclararía lo que ocurrió luego históricamente. Como conclusión, puedo decir que como obras individuales, ambas, son muy interesantes. Pero al contrastarlas, triunfa ampliamente el libro porque tiene mayor profundidad, y hasta más valor que la película.

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