RESUMEN DEL LIBRO el niño del pijama de rayas

 [pic 1][pic 2]

[pic 3][pic 4]

INDICE

-  RESUMEN DEL LIBRO                                                                                            PAG 3 -  12

-  CRITICA HISTÓRICA                                                                                                PAG 13 - 14

-  CRITICA PERSONAL                                                                                                PAG 14 - 15

RESUMEN DEL LIBRO

En esta historia se intuye enseguida quien será el protagonista, ese es Bruno. Un niño alemán que vive en Berlín junto sus padres, abuelos y su hermana. Pero eso iba a finalizar el día en que Bruno llega a casa y ve como María, la criada de la familia, estaba haciendo la maleta. Él pregunta a su madre el por qué Maria estaba recogiendo hasta los sitios donde tenía sus cosas escondidas y ella le contestó que tenían que marcharse por el trabajo de su padre. El mostraba cierto descontento sobre esta decisión ya que aquí tiene toda su vida, y principalmente a Karl, Daniel y Martin, sus tres mejores amigos para toda la vida.  Bruno no sabía muy bien en que trabajaba su padre, pero sabía que era un cargo muy importante en la milicia alemana. Tras un período de discusiones entre Bruno y su madre, ella le afirmó con brusquedad que esa era la situación actual de la familia y es lo que se iba a hacer.

Al llegar a su nuevo hogar, Bruno se percata de que la nueva casa es totalmente diferente a la de Berlín. La casa era totalmente diferente pero Bruno se fijó en los alrededores, no había nada… Solo bosque y más bosque. Después de discutir nuevamente con Madre, Bruno subió al piso de arriba para colocar sus pertenencias en su nueva habitación, Maria le ayudó. En ese momento entra un soldado de Padre, el soldado actuó como si nunca hubiera visto un niño en ese sitio y lo saludó rápidamente.

A Bruno no le caía muy bien Greta, su hermana. Al ser la hermana mayor siempre tenía que mandar sobre los dos, lógico en un hermano mayor. Pero en esta ocasión están de acuerdo, a los dos no les gusta la nueva casa y quieren volver cuanto antes a Berlín para estar con sus amigos de siempre. Luego de deshacer las maletas Bruno le quiere enseñar una cosa que vio Bruno por la ventana, él dice que son unos niños, pero a Greta no le inspira mucha confianza el tono de Bruno.

Al parecer no eran solo niños también había hombres. Bruno y Greta no lograban adivinar de que se trataba ese sitio, pero de lo que, si se dieron cuenta, más que nada Greta, era que ese lugar no era como cualquier otro que habían visto antes. Todo eso era sacado de que vieron las caras de tristeza de los niños y hombres que trabajaban ahí como esclavos y como eran dirigidos por los soldados a gritos. Dada la inocencia de los niños pensaron que podía ser un ensayo de teatro por parte de los niños o un campo de cultivo por parte de los hombres. Bruno se fijó atentamente que todos los que estaban ahí menos los soldados alemanes llevaban un pijama y una gorra gris de rayas.

Bruno desde que se mudaron a la nueva casa aún no había visto a su padre. Él marchó la noche antes de que Bruno llegara a casa y viera como todos estaban preparando sus maletas. Bruno se dirigió al despacho de Padre y vio como hablaba con otros soldados no tan elegante y con el traje recién planchado. Solo logró entender pocas frases de las que decían.

-… empezó a cometer errores el mismo día que llegó aquí. Al final El Furias no tuvo más remedio que… - dijo uno

-… ¡Disciplina! – dijo otro. Y competencia. Nos ha faltado competencia desde principios del cuarenta y dos, y sin eso…

-… está claro, los números no mienten. Está claro, comandante…- dijo el tercero.

-…y si construimos otro- dijo el último-, imagínese lo que podríamos hacer entonces… ¡Imagínese!

Padre alzó la voz y los otros soldados hicieron silencio, ahí Bruno se dio cuenta de que en esa reunión quien llevaba el liderazgo era su padre. Cuando los soldados se fueron el llamó a la puerta de Padre y este le concedió la entrada. Bruno y Padre discutieron sobre la mudanza y la más que confirmada estancia hasta un futuro inmediato en esa casa. Tras un intercambio de opiniones Padre mandó a Bruno para su habitación, el obedeció, pero antes quiso hacer una pregunta, le preguntó quién esas personas que vio por la ventana y Padre le contestó que no eran personas como nosotros, o simplemente no eran personas.

Bruno estaba tumbado en la cama pensando sobre todo lo ocurrido y pensando en la incomprensión de su padre al llevarlos a todos ahí. Pensando que estaba solo gritó en alto ¡Padre eres un estúpido!, en ese momento Maria entró por la puerta y le empezó a regañar por ese insulto dirigido a su padre. Esta e enfadó mucho porque a pesar de que tampoco le gustara estar en Auchviz, Padre hizo mucho por ella y por su madre. A su madre le pagó el medicamento, todo el tratamiento por la enfermedad que tenía y su funeral, a Maria le ofrecieron el trabajo de criada de la familia cuando estaba pasando mucha hambre y por momentos muy complicados. Maria le hizo entrar más o menos en razón a Bruno y este se sintió hasta orgulloso por su padre. Maria no entiende como a pesar de la bondad que demostró en aquellos momentos puede hacer esto ahora…

:

Varias semanas después Bruno ya empezó a pensar que se volvería loco como herr Roller, un viejo amigo de Madre y Padre que perdió la razón tras volver de la Gran Guerra. Bruno dedico toda la mañana para encontrar un pasatiempo que le podría mantener distraído un rato. Pensó que podría construir un columpio en un roble fuerte que había en el patio. Bruno le pidió al teniente Kotler si le podía decir donde había un neumático, ya que la cuerda ya la encontró. Kotler estaba con Greta y los dos se burlaron de Bruno. Kotler finalmente le dijo que sabía dónde había neumáticos. Con mucha brusquedad el teniente llamo a Pavel el camarero de la nueva casa y le ordenó que le cogiera el neumático a Bruno. Cuando todo estaba montado en su sitio, Bruno empezó a balancearse, pero poco después, el joven alemán se cayó del columpio y se lastimo varias extremidades del cuerpo. Pavel fue corriendo hacia Bruno para ver cómo se encontraba, Bruno estaba muy nervioso, este se pensaba que iba a morir desangrado. Ahí Pavel sonrió debido a la inocencia de Bruno. Pavel le curó la herida, pero al rato Madre llegó a casa, esta vio a Bruno con todos esos rasguños y le pregunto rápidamente que le pasó. Bruno le dijo que Pavel le curó, este lo afirmó sin apenas apartar la mirada de la peladora y las zanahorias. Madre ordenó a Bruno a que fuera a su cuarto y claramente se enfadó. Madre dijo a Pavel que estaba agradecida por lo que hizo. Bruno cuando escuchó eso se le pasó un poco el enfado, pero seguidamente Madre le dijo a Pavel que ella le diría al comandante que se lo había curado ella y no él. Cuando Bruno escuchó eso se volvió a enfurecer.

...