Análisis Financiero
eladrianfernando19 de Septiembre de 2012
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UNIDAD II. Análisis financiero.
Tema 2.1 Método vertical y horizontal
Análisis Financiero.
El análisis financiero es un proceso de selección, relación y evaluación. El primer paso consiste en seleccionar del total de la información disponible respecto a un negocio, la que sea más relevante y que afecte la decisión según las circunstancias. El segundo paso es relacionar esta información de tal manera que sea más significativa. Por último, se deben estudiar estas relaciones e interpretar los resultados. Estos tres pasos son muy importantes; sin embargo, la esencia del proceso es la interpretación de los datos obtenidos como resultado de aplicar las herramientas y técnicas de análisis.
Aspectos que el analista debe considerar.
El analista, ya sea interno o externo, debe tener un conocimiento completo de los estados financieros de la empresa que esté analizando (balance general, estado de resultados, estado de variaciones en el capital contable y estado de cambios en la situación financiera); además, debe ser capaz de imaginarse los departamentos y actividades del negocio cuya situación financiera y progreso en las operaciones se pretende evaluar a través de sus estados financieros.
El analista debe conocer lo que está detrás de los datos monetarios para complementar lo que dicen los estados financieros, pero también debe buscar información de lo que no dicen las cifras: el recurso humano y su creatividad, la tecnología, la capacidad técnica y la capacidad administrativa.
También debe tomar en consideración los cambios del medio económico, político y social dentro del cual existe la empresa, es decir, considerar el micro entorno y estudiar cómo la empresa responde y hace frente a esas condiciones.
Junto con todo esto el analista debe poner en práctica su sentido común para analizar e interpretar la información, así como para establecer sus conclusiones acerca de la empresa que analiza.
Objetivos del análisis financiero.
Las decisiones de un negocio, tales como comprar o vender, dar crédito o no, dependen de eventos futuros. Los estados financieros son registros de transacciones pasadas, y los usuarios externos los estudian como evidencia del funcionamiento de un negocio en el pasado, lo cual puede ser útil para predecir su comportamiento futuro. Sin embargo, la historia de una empresa no necesariamente tiene a repetirse en el futuro. Por ejemplo, las empresas que fueron exitosas en México antes de la apertura comercial, no necesariamente continuaron siéndolo después de ésta e incluso algunas desaparecieron porque sus precios o sus productos no podían competir con los de empresas extranjeras; la apertura puso de manifiesto que muchas de estas empresas habían tenido éxito porque estuvieron protegidas y no porque fueran realmente competitivas en calidad o precio.
La administración de una empresa es responsable de obtener la mayor riqueza posible para sus accionistas a partir de la inversión que éstos mantienen en la empresa. Cuando se habla de crear la mayor riqueza posible para los accionistas, se parte del supuesto de que esto se logra a partir de decisiones inteligentes, que tienen que ver con productos de calidad, empleados correctamente remunerados, pago de impuestos que se deriven de una buena planeación fiscal y procesos que no dañen el ambiente natural. Decisiones inteligentes también son aquellas que se toman con la mira puesta a largo plazo, y no aquellas que pueden dar una buena imagen en el corto plazo pero que comprometen a la situación financiera y los resultados de ejercicios futuros.
Al observar el funcionamiento pasado de las empresas y su situación presente, los analistas financieros desean resolver principalmente dos dudas:
1. ¿Cuál es la rentabilidad de la empresa?
2. ¿Está la compañía en buena condición financiera?
Rentabilidad.
En el lenguaje del análisis financiero se entiende que cuando se quiere evaluar la rentabilidad en una empresa lo que se desea es evaluar la cifra de utilidades logradas en relación con la inversión que las originó.
El tratamiento de la rentabilidad, en esta sección, relaciona las utilidades contables, también llamadas utilidades financieras, para diferenciarlas de las utilidades económicas y de la utilidad gravable. La utilidad gravable es aquella que se determina al aplicar las disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta y que sirve para establecer el impuesto de un ejercicio de operaciones.
Cuando se mide la rentabilidad tomando en cuenta la utilidad financiera, se emplean tres niveles de utilidad y tres niveles de inversión.
La primera medida de rentabilidad existe en relación con la inversión total en activos operativos, y para calcularla se emplea la utilidad generada por la totalidad de los activos, después de impuestos. Finalmente, la tercera medida de rentabilidad se calcula a partir de la inversión que mantienen los accionistas comunes en la empresa, y para calcularla se toma en cuenta la utilidad neta menos los dividendos preferentes y se relaciona con la diferencia entre el capital contable y el capital preferente.
Condición financiera.
Evaluar la condición financiera de una empresa consiste en analizar si tiene capacidad de cumplir con los compromisos contraídos para sus operaciones. Estos compromisos se contraen con proveedores, acreedores, obreros y empleados, y el fisco, para ser cumplidos tanto en el corto como en el largo plazos. Cuando se analiza la situación financiera de la compañía en el corto plazo se habla de evaluar la liquidez; por el contrario, cuando se analiza la situación financiera en el largo plazo se habla de evaluar la solvencia.
Liquidez.
La liquidez de una entidad se mide por la capacidad en monto y la posibilidad en tiempo de cumplir con los compromisos establecidos en el corto plazo.
Capacidad de monto. Significa que la empresa tenga recursos suficientes para cubrir sus compromisos.
Posibilidad en tiempo. Significa que, además de estudiar si la empresa puede generar efectivo a partir de sus operaciones, se debe analizar cuánto tiempo le toma vender sus inventarios, cobrar sus cuentas por cobrar, etc.
Compromisos establecidos en el corto plazo. Son los pagos que en el corto plazo se deben efectuar a los proveedores, los bancos, otros acreedores, etc. La existencia de estos compromisos depende de la naturaleza: los que se tiene con los proveedores son llamados espontáneos, pues surgen por la operación normal; los pasivos bancarios, por el contrario, no surgen espontáneamente sino que dependen de la decisión de alguien en la empresa, que puede elegir contratar préstamos a corto o largo plazos o financiar parte de los activos circulantes con capital de los accionistas.
En conclusión, la liquidez depende de los tres factores mencionados, y es tarea del analista encontrar una explicación, analizando estos factores, a la falta o exceso de liquidez.
Solvencia.
La solvencia tiene que ver con la capacidad de la empresa para cumplir con sus compromisos de largo plazo. En realidad es un concepto más amplio que también incluye la posibilidad de aprovechar oportunidades y hacer frente a situaciones de crisis.
Una realidad inevitable es que en el largo plazo influye la cantidad de los cortos plazos que experimente la empresa.
La fuerza y potencia financiera que se espera tenga la empresa depende de la forma en que son generados el flujo de efectivo (liquidez) y la rentabilidad (utilidades). Debe existir, según el tipo de empresa, cierto equilibrio entre liquidez y rentabilidad. Este equilibrio dependerá de que las estructuras de activos (costos fijos y variables) y de capital (mezcla de pasivos y capital) sean elegidas de acuerdo con las posibilidades que tiene la empresa de generar ventas.
Métodos y técnicas de análisis.
Los métodos y técnicas de análisis de los estados financieros pueden ser usados por el analista externo para determinar la conveniencia de invertir en una empresa o extender un crédito a la misma. El analista interno, por su parte, puede usarlos para determinar la eficiencia de la administración y de las operaciones, para explicar los cambios en la situación financiera y para comparar el progreso con lo que se había planeado y establecer controles.
El analista interno o externo se interesa en la capacidad de generar utilidades o productividad de la empresa, así como en conocer la fortaleza o debilidad financiera de la misma.
Se entiende por fortaleza financiera la capacidad de una empresa para cumplir con los compromisos y obligaciones que tiene con sus acreedores, lo mismo que las posibilidades que tiene de aprovechar oportunidades futuras tanto en condiciones favorables como desfavorables. La fortaleza financiera se debe estudiar desde ambos puntos de vista, el corto y el largo plazos.
Cuando se analizan los estados financieros de varios años, las medidas analíticas que se emplean son llamadas medidas o razones horizontales; este análisis incluye datos de año en año. Por otro lado, cuando se analizan los datos de un solo ejercicio, las medidas analíticas empleadas se conocen como medidas y razones verticales o análisis vertical.
En seguida se presentan los estados financieros de la compañía Comercializadora del Norte, S.A. (Ilustración 1 y 2) mismos que serán utilizados para ejemplificar cada una de las herramientas de análisis que se presenten.
Ilustración 1:
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