Bimbo- estrategia de éxito empresarial
alexa010489Trabajo11 de Noviembre de 2013
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ALEXANDRA CALDERÓN BALVASTRO
Identidad e imágen
Bimbo- estrategia de éxito empresarial
Grupo Bimbo surgió en 1945, se basa en dos cosas fundamentales: creer y crear. La fe en Dios y el valor del trabajo hacen que sea una de las empresas mexicanas más exitosas.
Éste libro nos habla del propósito por colocar a la empresa no sólo como un instrumento económico más, sino como una institución social de innegable relevancia para el mundo contemporáneo. Lorenzo, principal promotor del Grupo desde sus orígenes en la década de los cuarenta, dice que la empresa tiene un papel preponderante en la sociedad actual como motor suyo, por lo que debe de estar a la altura de tan alta responsabilidad. “Crecer y crear” fueron las palabras clave que desde su inicio marcaron el camino de éxito de Grupo Bimbo.
Lorenzo Servitje, Jaime Sendra, Jaime Jorba, José T.Mata y Alfonso, tuvieron la entrega, la honestidad y la constancia para hacer frente al gran reto que constituía explorar y explotar un nicho poco conocido, resolviendo los problemas y aprendiendo de los errores a los que toda empresa tarde o temprano se tiene que enfrentar. El resultado no ha sido menor: 83 plantas (42 en México y 41 en el extranjero), alrededor de 1 millón 800 mil puntos de venta y más de 108 mil colaboradores del Grupo, hablan por sí mismos.
FACTORES DE IMPULSO
Los principales factores que impulsaron el crecimiento de Grupo Bimbo son:
1. Confianza en México y en su potencial de expansión que permitió que Bimbo llegara a todos los rincones de nuestro país.
2. Supervisión y participación en casi toda la cadena de producción para garantizar la calidad total de sus productos.
3. Expansión internacional. El Grupo actualmente tiene presencia en países como Guatemala, El Salvador, Panamá, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina, Estados Unidos, Chile y más recientemente China, entre otros.
4. Reinversión constante de la gran mayoría de sus utilidades como principal fuente de financiamiento.
5. Mantenimiento de políticas de calidad, austeridad y servicio.
6. Diversificación y ampliación de las líneas de producción para satisfacer las necesidades de los consumidores.
7. Principio de subsidiariedad y delegación de tareas a los colaboradores preparados para llevarlas a cabo.
8. Tecnología de punta y modernización para hacer frente a un mundo cada vez más competitivo.
9. Simplificación de su estructura versus burocratización.
El trabajo arduo y constante no ha sido el único secreto. Toda empresa debe verse sostenida por una serie de valores que constituyen su columna vertebral, y en el caso de Bimbo, desde sus inicios estos han sido muy claros: el respeto a la persona y su dignidad, y el valor del trabajo con todo lo que esto conlleva. Ambos principios constituyen el eje central de su cultura empresarial, cuya meta es el desarrollo de las personas que la comparten, para que mejoren sus competencias, habilidades y cultura propias, sin importar cuán difícil o utópico pueda parecer esto. Pero no sólo eso: una auténtica cultura empresarial construida sobre una verdadera concepción de hombre también proporciona una ventaja útil, pues es capaz de atraer personas con altos ideales, mientras aleja a aquellos que sólo pretenden negociar o medrar con su trabajo.
El fomento de la responsabilidad social ha sido otro elemento vital. Para Roberto Servitje hoy en día hace falta una clara conciencia social, que busque proporcionar un servicio a la sociedad que vaya más allá de la simple producción de los bienes en los cuales esté especializada la empresa. Y el primer servicio consiste, precisamente, en convertirla en un lugar de superación y no de explotación, donde los trabajadores no sean simplemente “empleados” (del verbo emplear, usar), sino auténticos colaboradores
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