CONTABILIDAD
rociodelcielo17 de Septiembre de 2014
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PLANEACION FISCAL
DISPOSICIONES GENERALES.
Definición de planeación:
La palabra “planeación” deriva del sustantivo “plan”; de acuerdo con Gómez de Silva, el citado sustantivo deriva del anticuado plant “diagrama a escala, mapa”, de planter “plantar, fijar en un lugar”, del latín plantare “plantar” y define al plan como el “programa para lograr un objetivo, proyecto”1; en una primera aproximación y en sentido común, un plan es un programa para plantar y fijar lo necesario para lograr un objetivo determinado.
Entrando al aspecto contable y financiero, Siegel y Shim definen la planeación:
Por su parte, Friedman concibe la planeación como una “secuencia organizada de acciones premeditadas que la administración ha elegido para completar sus objetivos organizacionales futuros, siendo una de las responsabilidades primarias de la administración de la empresa.”
Para Diep Diep, la planeación es una “prefiguración simbólica de los hechos y fenómenos que pretende controlar”; comenta que es una prefiguración porque en “una concepción imaginativa” de una realidad que busca manipular; es simbólica en cuanto a obedecer a representaciones ideales, como signos, palabras y cifras; además, “se refiere a hechos y fenómenos de una realidad concreta porque no se trata del ejercicio de una imaginación fantasiosa, sino ordenada, a plantearse el futuro en el presente de acuerdo con sus perspectivas reales y…aspira a influir sobre el curso de los acontecimientos para sujetarlos a las pretensiones específicas del sujeto mismo que las formula.”
A partir de las definiciones anteriores, puede establecerse que la planeación, en términos generales es:
Definición de la Planeación fiscal:
El concepto general de planeación involucra el establecimiento de objetivos, planes y estrategias para lograr las metas de la compañía; dichas metas pueden ser de índole muy variada, en términos de producción, administración, mercadotecnia, presencia en los mercados, etc. y el aspecto tributario o fiscal no debe escapar a la planeación de una compañía, independientemente de su tamaño.
Ahora bien, en lo que al concepto de “planeación fiscal” se refiere, Diep Diep la define como sigue:
“Es una técnica jurídica, económica, o económico-jurídica que tiene por objeto la optimización de la carga tributaria, siempre dentro del más absoluto respeto a los preceptos legales relativos, a efecto de obtener un rendimiento económico adicional dentro de la vida operativa del contribuyente como tal.”
Para Friedman es:
“El análisis sistemático para diferir las opciones fiscales con el objetivo de minimizar la carga fiscal en el presente y en períodos futuros. Como ejemplos, pueden citarse el declarar conjunta o separadamente, el tiempo de venta de un activo, o el decidir en cuántos años se retiran fondos, el cuándo recibir un ingreso, el cuándo erogar gastos, el hacer regalos, planeación patrimonial, inmobiliaria, etc.”
Siegel y Shim suscriben también la misma definición; de los autores mencionados, puede establecerse que la planeación fiscal es el análisis ordenado e integral de las disposiciones legales para optimizar y minimizar la carga fiscal de la empresa, con estricto apego a ellas, tanto en el presente como en períodos futuros; dentro de las opciones que pueden contemplarse se encuentran la acumulación de ingresos, el aprovechamiento de estímulos y deducciones fiscales, etc.
La planeación fiscal es una disciplina ética, jurídica y profesionalmente aceptada, así como social y económicamente necesaria, que desarrolla alternativas para optimizar las cargas fiscales de los contribuyentes ya sea de carácter financiero, administrativo o jurídico, estando sujeta a la aplicación estricta de las normas fiscales y legales en lo general, así como de todas las etapas del proceso administrativo para su implementación y control.
José Corona Funes conceptualiza a la planeación fiscal como: “La optimización de las obligaciones sustantivas y colaterales a que está obligado el contribuyente, apegada a derecho.”
Por su parte, Enrique Arroyo Morales la define: “En términos generales, se puede afirmar que planeación fiscal es el estudio previo de determinados hechos, encuadrándolos dentro de las disposiciones fiscales vigentes, con el fin de lograr las máximas ventajas posibles en materia fiscal. ”
De estas definiciones podemos destacar que la esencia de la planeación fiscal es precisamente optimizar los recursos de las empresas de tal manera que se logre abatir los costos fiscales siempre dentro de los límites establecidos por la ley. Todo esto de manera anticipada a la realización de cualquier hecho dentro de la empresa, esto es, implica prevención con la finalidad de obtener fines económicos.
OBJETIVO.
Sin duda, que toda empresa debe realizar una planeación fiscal no solo al momento de tener un problema de tipo fiscal, sino que la planeación fiscal debe realizarse desde la constitución de la empresa hasta que esta termine su ciclo de vida.
Como principales objetivos de la planeación fiscal se pueden enlistar los siguientes:
Prevenir al contribuyente sobre cualquier suceso o evento fiscal que ocurra y tenga consecuencias importantes en el normal desarrollo empresarial.
Seleccionar la mejor alternativa para optar por la aplicación del régimen tributario que permita lograr ahorros financieros y respiro fiscal.
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Evitar la aplicación y el pago de impuestos innecesarios.
Obtener una mejor capacidad de adaptación de la empresa a las nuevas reformas fiscales.
Estar preparada para adoptar con éxito cualquier cambio de la legislación fiscal que tenga como consecuencia una afectación o perjuicio económico.
En si el objetivo principal de la planeación fiscal es: el de pagar el menor impuesto posible en base a la planeación de gastos que sean aceptados tributariamente y que puede configurarse entre elusión y aceptación. Esta planeación es importante para los accionistas de una empresa.
Es muy común saber de contribuyentes que toman decisiones sin asesoría fiscal, cuyos efectos en el monto de pago de impuesto pueden resultar graves; o bien, por desconocimiento, no aprovechan opciones que señalan las disposiciones fiscales.
Además, si se toma en cuenta la excesiva carga fiscal que desmotiva la formación de nuevas empresas; la falta de estímulos fiscales en sectores específicos; el crecimiento de la economía informal; la falta de traducción de los impuestos en servicios públicos de calidad, etc., resulta indispensable que los empresarios y contribuyentes se preocupen por diseñar estrategias que ayuden a cuidar los costos fiscales. Por lo tanto, la evaluación y selección de estrategias fiscales deben ser una obligación para las empresas que quieran sobrevivir y permanecer en el mercado.
El objetivo de la Planeación Fiscal es: abatir, atenuar o diferir la carga fiscal de toda operación, siempre con apego a las leyes y contando con el soporte documental que demuestre la legalidad de los actos.
IMPORTANCIA DE LA PLANEACIÓN FISCAL.
Actualmente, la planeación fiscal constituye una herramienta necesaria en la planeación estratégica de las organizaciones y algunas de sus ventajas son:
Favorecer la optimización de recursos financieros.
Crear una cultura fiscal, lo cual ayuda a planear y anticipar efectos de eventos futuros.
Al requerir del análisis de la situación de la empresa, se obliga a detectar otras áreas de oportunidad en la organización.
Minimizar el riesgo y brindar seguridad al fijar un rumbo con certidumbre.
REQUISITOS.
Existen varios requisitos para llevar a cabo una adecuada planeación fiscal; dichos requisitos no son únicamente características que debe reunir el profesionista (estratega fiscal), sino que también la empresa debe estar en condiciones idóneas para aceptar dicha planeación, es decir, debe existir el consenso entre las diversas áreas para poder efectuarla, así como su plena disposición, debido a la cantidad de información que se necesita para llevarla a cabo.
En la experiencia práctica, puede comentarse que una planeación fiscal inicia con un estudio previo de la situación de la empresa, que se denomina diagnóstico; en ésta fase se analiza el historial, los objetivos presentes y futuros, las cifras de los estados financieros tanto presentes como proyectados, etc., a fin de estar en condiciones de conocerla y así poder detectar áreas de oportunidad y, en su caso, proponer una serie de alternativas que maximicen dichas áreas; posteriormente, se presentan las alternativas, se evalúan y se decide por la más adecuada para que, finalmente, se nombren a los responsables de su implementación y se establecen juntas periódicas para dar seguimiento.
Ahora bien, el estratega fiscal también requiere de una serie de conocimientos y habilidades; al respecto, Diep Diep refiere que es necesario un “sujeto capaz”, que puede ser contador público o carrera a fin, toda vez que las operaciones que integren la estrategia necesariamente requieren el soporte documental y contable; asimismo, enlista algunos
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