Citizens in the Fiscal Retrenchement Process

                                                                                                             Integrantes: Marcela Alvarado G.

                                                                                                                                     Camila Orellana R.

                                                                                                                                     Alejandro Sepúlveda R.

                                                                                                             Profesor: Zócimo Campo J.

Raise Taxes, Cut Services, or Lay Off Staff: Citizens in the Fiscal Retrenchemente Process.

By Benedict S. Jimenez

Publicado en Journal Of Public Administration Research and Theory el 01 de Abril 2013.

Este artículo apunta a investigar y analizar si efectivamente la participación ciudadana en la formulación del presupuesto,  influyó en la adopción de estrategias específicas de la reducción fiscal durante la gran recesión. Además, se realiza con el segundo objetivo de llenar el vacío existente en los pocos estudios sobre la influencia de los ciudadanos en los ajustes fiscales.

Para llevar a cabo la realización de los objetivos propuestos se han utilizado datos arrojados por la encuesta  “Profesión” realizada el 2009 por  la Asociación de Gestión Internacional de la Ciudad (ICMA), la cual toma una muestra de 1.551 ciudades de 29 Estados en Estados Unidos. También se accede a literatura sobre ajustes fiscales y participación ciudadana, presupuesto, hipótesis planteadas por la administración pública y además datos empíricos.

Uno de los productos de la investigación fue la apreciación de que los gobiernos locales utilizan una variedad de mecanismos para involucrar a los residentes locales en el proceso de presupuestos públicos mediante encuestas ciudadanas. En estudios a entrevistas a funcionarios públicos llegan a la conclusión de que la participación ciudadana es determinante en las prioridades ciudadanas. También se demuestra en la encuesta realizada a la ciudad de Texas que la mayoría de los encuestados reportan haber usado información de testimonios públicos a la hora de tomar decisiones presupuestarias.

Otros estudios apuntan, en opinión de Ebdon y Franklin (2004), a resultados decepcionantes al evaluar la efectividad de diferentes mecanismos de participación utilizados en el proceso de presupuesto en Topeka y Wichita, Kansas, ya que concluyen que la participación ciudadana tuvo poco efecto en las decisiones presupuestarias. En el Estudio Nacional se observa como resultado que la participación ciudadana en la formulación de presupuestos ejecutivos era muy limitada y que dicha participación en muchas ciudades se realizaba de manera superficial.

Como un importante hallazgo en los estudios sobre presupuestos participativos se considera la proporción de conocimientos relevantes en cuanto al proceso general de elaboración de presupuestos y no en la reducción fiscal.

El problema planteado en esta investigación consiste en establecer si la participación ciudadana logra influir en las estrategias políticas desarrolladas a través del presupuesto, para lograr salir de la crisis fiscal y con el menor impacto posible. Además, con esta participación ciudadana, surge la duda de qué es lo que prefieren los mismos ciudadanos en cuanto a escoger la mejor estrategia para la crisis fiscal, decidiendo entre aumentos en los impuestos  sobre el consumo o sobre las propiedades, si prefieren que se reduzcan los servicios en vez aumentar los impuestos para obtener los ingresos o si debe existir una reducción del personal para sobrevivir a la crisis. Lo que lleva a cuestionar por parte de algunos de la administración pública la participación ciudadana ya que a opinión de estos, muchos no se encuentran capacitados para tomar decisiones sobre la formulación presupuestaria, la que consideran gestión plenamente técnica. Es por esto que mediante varios estudios realizados a ciudades de EE.UU, que sufrieron con la gran recesión, se pretende llegar a una conclusión que nos entregue una idea final en cuanto a  si realmente los ciudadanos pueden afectar decisiones en el ámbito presupuestario de una localidad y si esta es valedera.

Para llegar a una respuesta con peso, al analizar los datos recogidos en las encuestas utilizan la metodología Probit para estimar las consecuencias de la participación ciudadana en el presupuesto y así llegar a la conclusión de si esta influye y además si es favorable o no durante una crisis fiscal.

ENSAYO

La idea principal de este artículo, es saber si la participación ciudadana es relevante en la aplicación de políticas fiscales en los procesos de complejidades económicas que puedan atravesar un país, entendiendo que la participación ciudadana en el proceso de políticas del desarrollo para la implementación y evaluación, es una idea constante en la administración pública.

Claramente este tipo de mecanismo de solución no está exento de críticas, ya que profesionales en la materia plantean preocupaciones sobre los costes administrativos y la representatividad de los participantes, puesto que en la mayoría de los casos es un grupo reducido el que toma las principales decisiones a la hora de proponer y enfatizar en una propuesta. Si bien muchos gobiernos locales en Estados Unidos utilizan la participación ciudadana, no ha habido un empuje continuo para la incorporación de esta en diferentes procesos gubernamentales, como lo es el presupuesto a nivel del gobierno local.

El artículo muestra que cuando se trata de recortes presupuestarios, las ciudades participativas tienen una mayor probabilidad de adoptar estrategias altamente polémicas como lo son las estrategias de reducción de gastos en el despido de personal, la eliminación o reducción de servicios y la reducción de los salarios. Estas estrategias provocarían disminuciones inmediatas sobre el presupuesto, pero estas decisiones podrían inducir a conflictos políticos. Este tipo de opción es compleja ya que al eliminar servicios se provoca el despido de personal y hay que pensar que tienen familias que levantar, hijos que deben mandar a estudiar que deben alimentarse. Entonces por disminuir gastos fiscales también estamos aumentando la cesantía en el país y dejamos desprotegida a una población. Si bien algunos pueden opinar que esto se soluciona dándoles un subsidio de todas formas se estará incurriendo en un gasto y prácticamente tendrán que mantener a estas familias ya que no tienen servicios donde presentarse a trabajar, ya que los que existen tienen personal completo y los restantes fueron eliminados, por lo que la solución puede ser el gran mal ya que es muy probable que producto de esta medida existan movilizaciones, entonces ¿Cuál es el menor mal? .Ante la opción de despedir o bajar sueldos, lo más recomendado es bajar los sueldos hasta nivelar la crisis, hablar con el personal y explicar que es la forma más sensata para sobrevivir y que ellos mismos puedan seguir viviendo.

Otra estrategia de recorte presupuestario que generaría resultados menos visibles en el corto plazo, es decir, tendría efectos mínimos en las operaciones actuales y es susceptible de ser visto como una imposición de ligeras pérdidas para las personas y no originarían conflictos relevantes, son las reducciones de los presupuestos de viaje y de capacitación, dejando congeladas las vacantes de nuevos puestos de trabajo y proyectos de infraestructura hasta llegar a su aplazamiento. Pero en el largo plazo, este tipo de estrategias aumentará la carga de trabajo del personal  y debilitará la capacidad administrativa para prestar servicios.

Hay que destacar que una mayor participación ciudadana en los presupuestos ha adquirido mayor relevancia en muchos gobiernos de las ciudades al adaptarse a un entorno de prolongada crisis fiscal. Como argumentaron Ebdon y Franklin “Los períodos de estrés fiscal representan un momento importante para que los ciudadanos jueguen un papel de ayuda a los funcionarios electos para determinar las mejores soluciones para el gobierno y la comunidad”. (Jimenez, 2013)

Refiriéndonos al caso de elevar los ingresos en periodo de crisis,  el impuesto de la propiedad y los impuestos sobre las ventas imponen pérdidas directas en la mayoría de los residentes en una localidad. Sin embargo, el efecto de un aumento del impuesto sobre las ventas de los residentes locales es significativamente menor que la de un aumento de impuestos sobre la propiedad. Los ancianos y aquellos con ingresos fijos que pagan los pagos máximos mensuales de la hipoteca son los principales afectados por la subida de impuestos de propiedad. Gran problemática ya que en el caso de los ancianos que ya se encuentran jubilados no tienen de donde obtener más ingresos sobre todo porque a sus edades es muy poco probable que los acepten en algún trabajo por discriminación de capacidades y ser un riesgo en inversión ya que por teoría tendrían más probabilidades de morir. Podemos considerar también que al gravar las ventas, las personas pueden optar por comprar en otras localidades y eludir el impuesto de ventas de  sus ciudades, pero las propiedades no pueden escapar de los impuestos, siendo este el impuesto más eficiente mirándolo del punto de vista de la evasión. También, como otra opción al aumento de los ingresos durante un periodo de crisis es acudir a la ayuda Intergubernamental donde la carga de la financiación de los programas locales se traspasa a otros niveles del gobierno, considerada como una política de ingreso aceptada por una gran parte de la ciudadanía. Cabe destacar que en base a datos empíricos sólo un pequeño número de ciudades buscó aumentos de los ingresos intergubernamentales. La investigación ha demostrado que las ayudas estatales a las ciudades disminuyen a medida que los estados se ajustan a las dificultades fiscales.

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