Comercio en Huancayo

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Em Brasil

El 25 de agosto se conmemora el día del feriante, el profesional que trabaja con productos de la agricultura, llevando los alimentos hasta nuestras mesas.

La creación de la fecha se dio en virtud de la realización de la primera feria libre de Brasil, en el año 1914, en la ciudad de São Paulo. Los ganaderos de la época, la mayoría de ellos inmigrantes portugueses no sabían qué hacer con los productos que no se vendieron en emporios y frutería. Con el apoyo del ayuntamiento de la ciudad, consiguieron vender los productos que sobraban directamente a los consumidores, iniciando sus actividades en el Largo General Osório.

En la época, Washington Luis era el alcalde de San Pablo y fue quien oficializó las ferias libres en Brasil, a partir del Acto 625. Hoy en día las ferias libres son administradas a través de la Ley nº492 / 84. El aspecto de la feria es muy bonito, con frutas, verduras y verduras frescas, que dan un colorido especial al ambiente, junto con la luz del sol.

Los feirantes tienen una vida muy dura, pues necesitan despertar muy temprano para montar los quioscos en las ferias, que suelen atender a partir de las siete de la mañana.

En las ferias la competencia es grande, pues existen varias tiendas que venden los mismos productos. Para atraer a los clientes, los feriantes gritan, demostrando la calidad de sus productos a los clientes oa través de frases divertidas, jugando con la parroquia, haciendo el ambiente bien relajado y animado. Entre las frases tenemos: "muchacha bonita no paga, pero tampoco lleva", "¿Te gusta no? "Puede probar otra vez", "aquí es barato, el marido de la cucaracha", "toma el melón que aquí está bueno".

Hoy en día, además de los productos alimenticios, hortifrutigranjeiros, podemos encontrar bancas vendiendo varios tipos de productos, como dulces, harina, pescados, carnes y salchichas ahumadas, deliciosos pasteles fritos a la hora, pequeños utensilios de cocina, ropa, CDs y DVDs, además de servicios de reparaciones de ollas y otros.

Normalmente los asistentes de las bancas son miembros de una misma familia, en una cultura que va pasando de generación en generación, la de plantarse, cosechar y comercializar para garantizar el sustento de la familia.

Un aspecto interesante de las ferias libres son los niños que alquilan carritos de mano, para que los clientes no estén llenos de bolsas en las manos. Pacientemente ellos siguen a sus clientes, yendo de un lado a otro de la feria, hasta que las compras terminen y reciban por los servicios. Con eso, las ferias libres se tornaron una actividad económicamente relevante, pues proporcionan el sustento de varias familias.

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