¿Doing business o manipulating business?
mpaulavrInforme24 de Marzo de 2022
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¿DOING BUSINESS O MANIPULATING BUSINESS?
Para las personas que estamos involucradas en el mundo de los negocios y sobre todo para los países en su búsqueda de tomar decisiones de política pública, el índice del Doing Business ha representado la guía y evidencia competitiva confiable a seguir desde el año 2003. Éste, se enfoca en el análisis y evaluación del clima empresarial, comercial y de inversión de los países; pero la reciente noticia sobre la manipulación de dicho informe en los años 2018 y 2020 para elevar la clasificación de naciones como China y Arabia Saudita, nos ha llevado a cuestionar la credibilidad tanto del Banco Mundial como del FMI.
Según investigadores contratados por el Banco Mundial, la directora general de ese momento, Kristalina Georgieva (directora gerente del FMI actualmente), y algunos funcionarios más, presionaron al personal encargado a replantear los datos de clasificación y así mejorar la posición de China en el ranking, esto presuntamente para evitar conflictos con el país y así asegurar su apoyo para la recapitalización del Banco. Por ende, luego de 16 ediciones, se ha desautorizado la publicación del informe del año 2021 y queda suspendido para los años siguientes mientras se inicia una serie de revisiones y auditorías de su metodología.
Si bien, la metodología del informe ya había sido cuestionada y criticada por un grupo de académicos reunidos por el Banco Mundial en el año 2020, donde se encontraba el exministro de hacienda de Colombia Mauricio Cárdenas, y donde se consideró que el Doing Business hacía planteamientos sobre suposiciones, ya que se tomaban empresas ficticias para tomar muestras, además de jugar en contra de los países al ofrecer consultorías para mejorar su posición en la escala asesorando sobre mejorar ingresos fiscales, cuando el ranking toma en cuenta y gratifica a quienes bajan sus impuestos. En mi opinión, hay pruebas lo suficientemente contundentes para suponer sospecha en el trabajo del Banco Mundial y ahora en el del FMI, donde toda medida realizada de ahora en adelante, va a ser devaluada por la posición de la directora gerente Kristalina Georgieva.
La falta de ética empresarial y la satisfacción de intereses de unos pocos, pone en duda la transparencia del Doing Business y ha dejado a empresarios, inversionistas y desde luego a estudiantes (quienes usamos el informe con fines de investigación de comercio) sin un referente respetable para medir el desarrollo de los negocios, la inversión extranjera directa, las normativas, regulaciones o reformas, no sólo nacionales, sino también por ciudades y regiones; adicionalmente a países sin la posibilidad de compararse según su desempeño y sin el estímulo de aplicar políticas que les permitan hacer mejoras económicas, sociales, además de incrementar su capacidad para atraer inversiones extranjeras y por consiguiente, elevar su posición en el ranking.
Situaciones penosas como esta, me obliga a pensar que las instituciones u organismos internacionales ya no se preocupan por mantener su compromiso, reputación e integridad a flote, sino por solventar sus necesidades y mantener sus relaciones con los personajes que más benefician a su comunidad, sin importar las afectaciones a países que en realidad hacen todo lo posible por progresar y evitar el desplome de su economía a causa de su importante dependencia hacia un informe que cuestionablemente facilita hacer negocios.
María Paula Vargas Romero
Estudiante de Negocios Internacionales
Universidad del Tolima
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