EL CARA Y SELLO DEL TLC

Tras siete años de intenso movimiento el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos hoy es una realidad, esto gracias a las negociaciones del presidente Uribe y del presidente Santos cada uno en los diferentes mandatos. Este tratado trae consigo cosas buenas para Colombia, sin embargo no todos son ganadores en este acuerdo, también hay quienes se consideran perdedores.

Los más favorecidos son el sector textil, el sector ganadero y el sector agropecuario (con productos como el banano y flores), que ven este acuerdo como una oportunidad de entrar en el mercado extranjero libre de aranceles, además las ayudas que han recibido por parte del gobierno los coloca de cierta forma en ventaja. Por otro lado los afectados en este tratado son el sector avícola y sector agrícola debido a las importaciones a bajo costo provenientes del mismo sector en el extranjero que indiscutiblemente deja a un lado los productos colombianos.

De acuerdo con lo anterior podemos observar que el TLC tiene las dos caras de la moneda. Los consumidores colombianos sin lugar a dudas serán los más beneficiados a contar en el mercado con nuevos productos y con un ahorro significativo en sus bolsillos en especial a aquellas personas que tienen dificultades con los precios del mercado actual. Además la Inversión Extranjera Directa que entrara al país gracias al TLC favorecerá al mercado laboral colombiano debido a la creación de miles de empleos y la reducción de 2 puntos en el índice de desempleo. Igualmente algunas empresas tendrán su oportunidad de negocios y la responsabilidad de hacer crecer la economía del país y también podrán penetrar el mercado americano. Pero lo mismo no opinan algunos empresarios que se ven afectados por este acuerdo comercial ya que sienten que serán desplazados por compañías Norteamérica.

Según mi punto de vista considero que este tratado es bueno para nuestro país ya que le permite abrirse en el campo internacional y también es una muy buena ocasión para que se desarrolle y crezca la economía nacional. Sin embargo no hay que concentrarse solo en las inversiones en Estados Unidos y en dejar que nos importen, sino también aprovechar para exportar y hacer que el país crezca y fortalezca los pilares en los que se encuentra mal. Asimismo darle valor agregado a los productos internos para poder de esta manera comercializarlos mejor por fuera, es decir, crear una ventaja competitiva que impulse al país a lograr un mejor desarrollo.

Los desafíos y retos por asumir en esta etapa son muchos pero lo importante es afrontarlos. De esta manera lograr ir desapareciendo esa desventaja que tenemos al estar compitiendo con una economía desarrollada. Según el Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry “el TLC es como una autopista de tres carriles que tiene ruta de ida y vuelta entre el país desarrollado y el nuestro. Lo importante es que la autopista exista. Los carros

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