El efecto

El efecto del apalancamiento puede dar pérdidas. Jorge es dueño de un restaurante en la costa que genera normalmente $100.000 mensuales, tiene unos costos fijos de $20.000 y unos costos variables de $30.000 directamente proporcionales a los ingresos, lo que le deja una ganancia de $50.000. Considera incrementar el valor de su inmueble con una remodelación financiada con un préstamo por el que debería pagar $10.000 mensuales. Si, producto de una mala temporada, sus ingresos se reducen a la mitad, el negocio puro aún podría generar $15.000 de ganancias ($50.000-$20.000-$15.000); mientras que el negocio apalancado solo generaría $5.000 ($50.000-$20.000-$15.000-$10.000). Este sencillo ejemplo ilustra uno de los efectos adversos del apalancamiento que tiende, en épocas de vacas flacas a empeorar el desempeño del negocio y en situaciones extremas puede llevar a una implosión financiera cuando se contraen préstamos adicionales para cancelar los intereses de los principales.

Hay riesgos en el crédito. No siempre es posible hacer un cálculo tan sencillo como el del ejemplo anterior. En muchos casos, la tasa de interés a la que se contrae un préstamo no es fija, por lo que puede varias de acuerdo con la inflación, las demandas de crédito y otras variables externas. Si las tasas crecen más rápido que los ingresos del proyecto es posible que rápidamente un escenario de ganancias pase a serlo de pérdidas.

El riesgo percibido por los inversionistas. El coeficiente de apalancamiento de una empresa en marcha es una ratio de consulta frecuente por inversores y posibles socios que ponderan la posibilidad de participar en un proyecto. Una empresa exitosa pero fuertemente endeudada, lo que en ocasiones implica préstamos con garantías reales, no será atractiva para los inversores con adversidad al riesgo. El riesgo percibido puede perjudicar al emprendedor que a mediano o largo plazo piensa en diversificar las fuentes de su financiamiento pero recurre a apalancamiento excesivo en las fases tempranas del proyecto.

Limita la libertad operativa del negocio y aumenta las barreras de salida. Las empresas apalancadas bien administradas, conscientes de los riesgos que implica una financiación externa tienden, para no comprometer a la capacidad de pago, a dejar de lado negocios potencialmente muy rentables pero aventurados para concentrarse en inversiones seguras pero de menor retorno. Esto puede no ser un problema para proyectos productivos de larga duración que requieren de grandes inversiones en activos fijos pero se torna perjudicial para firmas de menor envergadura que podrían beneficiarse de mayor libertad operativa.

Al considerar los beneficios del apalancamiento financiero, conviene tener en cuenta las desventajas que presenta. No dudes en consultar con un asesor o contador antes de avanzar en la financiación externa de tu proyecto.

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