El error básico más frecuente en el expositor

1. ¿Cuál es el error básico (que origina muchos más errores) de un expositor?

El error básico más frecuente en el expositor y que da origen a más errores en una presentación, es el querer evitar la tensión nerviosa, que se puede manifestar en tomarnos de las manos y ponerlas hacia delante, meter las manos a los bolsillos, poner las manos hacia atrás, tocarnos las orejas, la nariz, el cabello; entre otras cosas que denoten nuestro nerviosismo.

2. ¿Cómo se puede superar ese error?

Se puede superar, procurando que la energía se asiente sobre nuestros pies, luego cuando tengamos que desplazarnos, hagámoslo lentamente y sin hablar mientras lo hacemos. La energía nerviosa no se debe de reprimir por el contrario se debe de aprovechar positivamente.

3. ¿Cuál es la postura adecuada para un expositor?

El buen expositor utiliza la energía de su nerviosismo positivamente, coloca las manos cerca del cuerpo, se acerca e interactúa con el auditorio, sus primeras palabras capturan la atención del auditorio y rompen el hielo logrando captar su atención.

4. ¿Por qué es importante que el expositor utilice gestos y ademanes específicos?

Es importante porque se ve más profesional, los gestos y ademanes refuerzan sus palabras y obtiene más dominio sobre el auditorio. Además los beneficios de hacer gestos y ademanes son la quema la energía nerviosa, apoya mejor el mensaje que se transmite y hace participar al grupo más intensamente.

5. ¿Cómo debe aplicar el contacto visual un buen expositor?

Un buen expositor no debe mover los ojos de un lado a otro, ya que eso proyecta temor y nerviosismo. Debe mover los ojos despacio, de tal manera que proyecte seguridad y confianza en sí mismo. La mirada es una herramienta útil e infalible que tiene poder de convencimiento y además el contacto visual permite la retroalimentación.

6. ¿Por qué beneficia al expositor el uso de pausas?

Hacer pausas nos permite tomar el oxígeno que necesitamos para proyectar la voz, evitando que nos quedemos sin aliento y que demos la impresión de que estamos agitados, asimismo hacer pausa es ideal para hacer la transición de un tema a otro, lo que nos permite pensar brevemente en el siguiente punto a exponer así como también para que nuestros oyentes organicen sus pensamientos de tal manera que las ideas importantes transmitidas se fijen mejor en sus mentes y que identifiquen la pausa como el final de una oración.

7. El expositor ¿cómo debe expresar y contagiar

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