Ensayo Análisis Moneyball

ENSAYO MONEYBALL.

‘Moneyball’ será una de esas películas que algún entrenador ponga a sus jugadores para motivarles, que lleve a los propietarios de los clubs a pensar en sus escandalosas contrataciones, que ayude al espectador a entender que no todo se mide con cálculos y presupuestos y que a veces la derrota puede ser positiva.

El verdadero protagonista es la estadística.

Un economista graduado en Yale le vende al Billy Beane interpretado por Brad Pitt las teorías revolucionarias del Bill James. Una entrevista en el Financial Times con Beane y Lewis y una pieza del economista Tyler Cowen hace unas semanas hicieron explícito el vínculo entre diversas formas de análisis algorítmico aplicado a terrenos nuevos que ha provocado revoluciones en diferentes sectores de la economía.

La perspectiva planteada es, sin duda, reconocible en un panorama deportivo, con enormes desigualdades de presupuesto y equipos que año tras año deben recomponerse, con un dinero que parece comprarlo todo y contratos millonarios que se firman con pasmosa ligereza, con crisis en los vestuarios y destituciones fulminantes para intentar calmar a la afición, con sesudas teorías de juego y arengas que tratan de levantar el ánimo antes y después del partido. Todo está bien recogido por Bennett Miller en este biopic -se basa en la historia real del protagonista- donde el béisbol se convierte en metáfora de la vida… pues a veces hay que tomar decisiones en las que no sólo hay que seguir el criterio económico

Durante la película se pueden destacar varias actitudes de perseverancia en momentos difíciles para el equipo. Los Oakland con presupuesto inferior a los de las grandes ligas, no se dejaron intimidar y persiguieron metas igual de altas; buscando alcanzarlas con la aplicación de estrategias innovadoras, nunca antes vistas en el baseball. Todo esto fue gracias a la visión proactiva de su gerente que buscó más allá de lo que siempre se ha realizado con el objetivo de conseguir sus logros; así fue como contrató a un economista para que realice cálculos estadísticos de jugadores, tomando en cuenta aspectos cualitativos; reforzando sus potencialidades, desarrollando sus destrezas, conociendo sus miedos y superándolos; dejando de verles a los jugadores como solo mercadería. Aunque para la mayoría de personas (directivos, hinchas, comentaristas) era una mala estrategia; el gerente seguía manteniendo la fe y confianza en la nueva manera de ver el baseball.

A pesar que al inicio hubo momentos duros donde no funcionaban las estrategias, tan solo la perseverancia, la calma, el “creer” fueron los pilares que llevaron al equipo a lograr 20 victorias consecutivas, nunca antes vistas en la historia de este deporte, aún cuando el presupuesto continuó siendo bajo, tan solo que ya fue utilizado eficientemente.

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