FUGA DE CÁPITALES

FUGA DE CAPITALES

La fuga de capitales desde hace algunas décadas ha sido catalogada como un problema mucho más grave que el simple debate sobre a cuánto tiene que cotizar el peso o si se combate o no el lavado de dinero y la evasión.

Es curioso observar como el problema de la deuda y de la gran fuga de capitales se ha concentrado en un pequeño y renombrado grupo de prestatarios y bancos que son conocidos por ser relativamente ricos y sofisticados en sus modos.

Todo comenzó con el hecho de que Instituciones como el Banco mundial y el Banco interamericano de desarrollo delegaron la responsabilidad de financiar algunos proyectos dirigidos en gran parte a países de clase media como Colombia, Venezuela y Argentina a bancos privados, los cuales a su vez tuvieron un papel predominante en la fuga de capitales ya que esta asignación de préstamos no fue hecha con el respectivo cuidado.

A pesar de que estos jugosos prestamos tenían como objetivo financiar proyectos que ayudaran a países que en realidad lo necesitaban y que de esta forma pudieran subsanar alguna de las muchas necesidades que desde siempre habían tenido, todo esto mediante la formulación de proyectos donde se presentaran las ideas y los fines a los que iban a ser destinadas dichas cifras solicitadas, tristemente la realidad fue otra.

Estos bancos maquinaron procesos en donde los dineros eran entregados con proyectos falsos a países que ciertamente no lo necesitaban simplemente era necesario algo tan sencillo como crear una idea que jamás iba a ser puesta en práctica, maquillarla y presentarla ante el comité de préstamos como un proyecto próspero con miras al desarrollo y esperar a que el crédito fuera otorgado sin problema alguno.

El proceso para los oficiales de crédito era totalmente rutinario no tenía ninguna investigación de fondo incluso llegaban a no tener el mas mínimo conocimiento del lugar a donde iban a ser destinados los préstamos, lo que causaba que información que no era verídica pasara como tal y que estos fondos fueran utilizados para fines totalmente diferentes a los expuestos inicialmente. Lo irónico del asunto es que esta modalidad parecía ser demasiado rentable donde fácilmente llegaba a ganarse el 100% o más sobre el capital que fue invertido en los préstamos a estos gobiernos

Por tales motivos los préstamos otorgados por los bancos privados se desviaban con mucha más facilidad hacia inversiones improductivas pero sobre todo hacia la corrupción o la compra de armas.

En algunos de los países más afectados los problemas de la deuda fueron principalmente imputados a la intervención estatal excesiva, dicho de otro modo atribuían gran parte de la culpa a políticas mal empleadas por parte de los gobernantes y al mal uso de los dineros adquiridos.

De tal manera la Fuga de capitales es responsabilidad netamente de las partes

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