GESTIÓN POR PROCESOS

GESTIÓN POR PROCESOS

La inserción de la gestión de procesos se ha mostrado como uno de los instrumentos de optimización de la gestión más efectivos para cada uno de los tipos de organizaciones.

Cualquier diligencia, o conjunto de diligencias relacionadas entre sí, que usa bienes de las organizaciones y controles para convertir elementos de ingreso en resultados, puede considerarse como un proceso. Los resultados de un proceso deben poseer un valor añadido con respecto a las entradas y pueden componer directamente elementos de entrada del siguiente proceso.

La optimización continua de procesos mejora los procedimientos existentes, descartando las operaciones que no tienen valor y disminuyendo los desaciertos del proceso.

7. Gestión del cambio

La gestión del cambio es un enfoque sistemático para modificar las metas, procedimientos o tecnologías de una organización. La finalidad de la gestión del cambio es llevar a efectos ciertas estrategias para conseguir este cambio. Además, controlar el cambio y cooperar con las personas a adaptarse.

Un aspecto importante en los sistemas es que no existen partes ajenas a otras, todas están relacionadas entre sí. Debido a eso es que toda alteración en una parte modificará a todo el sistema, independiente de que esa alteración sea una adecuación a un estímulo del medio exterior, o una innovación creada desde su interior.

PRINCIPIO DE PARTICIPACION

El principio de participación es un pilar de la perspectiva sistémica, sustancial en la ejecución del cambio.

 Precisamente, significa oír las propuestas de los ayudantes, consultar sus opiniones e integrarlos en la toma de elecciones en el tamaño que se avanza en la optimización o rediseño de los procesos.

Si la exploración de los procesos es realmente participativa, lo más posible es que haga un fundamental aumento en la motivación de los individuos, lo cual, inexorablemente, aumentará la productividad ya que en la participación los individuos se sienten valorados, sus aportes son apreciados y emergen espontáneamente de una interacción sin amenazas.

La participación lleva implícita una autoaceptación del cambio. Vamos aceptando lentamente una modificación de nuestro alrededor que nosotros mismos estamos ocasionando.

Es sabido que en el tamaño que los mismos interesados generen e implementen ideas, las sentirán como propias, lo que ayudará a aumentar su grado de compromiso y la posibilidad de triunfo de los cambios.

La participación es de índole sistémica, trata sobre las interrelaciones entre los miembros de la organización y con comerciar sus respectivos intereses.

Este ámbito cambiante y la competitividad que exige, provoca que las PYMEs se planteen necesidades de optimización para poder sobrevivir, que primordialmente se conocen como mejoras tecnológicas. Muchas de estas resoluciones, todavía siendo objetivamente válidas, no únicamente no llegan a implantarse exitosamente sino que en recurrentes situaciones son la causa de la desaparición de la compañía.

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