GUBERNAMENTAL

La Carta Iberoamericana de la Función Pública aprobada en Junio de 2003 por los Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado surge como un instrumento que sienta las bases para la profesionalización de la misma, estableciendo para este fin conceptos y un marco normativo común para los países iberoamericanos.

Resulta muy interesante debido a que se enfoca en la profesionalización de la función pública para el desarrollo de los países, mediante la modernización de sistemas que permitan conocer el objetivo de cada función existente y de nueva creación, una vez teniéndolo claro seleccionar al personal idóneo para cada función pública analizando sus aptitudes y actitudes, respetando la igualdad de todos los ciudadanos.

La necesidad de los países participantes de reducir las viejas practicas mediante las cuales se otorgaban los puestos, así como se designaban funciones ha resultado en una maquinaria gubernamental poco eficiente, con pocos estímulos para los servidores públicos en servicio y pocas oportunidades de integrarse para nuevas generaciones y personal más preparado. El viejo sistema, basado en nuestro país en “compadrazgos” o “dedazos”, ha dejado de funcionar.

La función pública debe percibirse por cada servidor público como el conjunto de actividades cuya finalidad es garantizar una administración pública eficaz y al servicio del interés general según dice la Carta Iberoamericana:

“La función pública está constituida por el conjunto de arreglos institucionales mediante los que se articularan y gestionan el empleo público y las personas que integran éste, en una realidad nacional determinada. Dichos arreglos comprenden normas, escritas o informales, estructuras, pautas culturales, políticas explícitas o implícitas, procesos, prácticas y actividades diversas cuya finalidad es garantizar un manejo adecuado de los recursos humanos, en el marco de una administración pública profesional y eficaz, al servicios del interés general”

Es muy importante que las personas que tienen a su cargo la selección del personal para ocupar una función pública sean especialistas y que tengan pleno conocimiento del perfil que requiere cada puesto, han pasado las épocas de vacas gordas de riquezas por excedentes petroleros generalmente. Ahora son tiempos de hacer más con menos, de austeridad, de contar con menos personal pero más preparado y más productivo.

Este es el fin de este documento, homogeneizar un sistema para la función pública, estableciendo políticas generales y adecuándolas al marco legal, económico y cultural de cada una de las naciones participantes.

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