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ESCUELA MARXISTA

El marxismo, también denominado históricamente como socialismo científico, es una corriente de pensamiento, desarrollada en el siglo XIX, de naturaleza económica y social que pretendía, entre muchas cosas, dar una base científica al socialismo. A esta también se le reconoce cómo la corriente sucesora propia de la economía clásica.

Este conjunto de doctrinas políticas y filosóficas se derivan de las obras de su mayor exponente, Karl Marx (1818-1883), pensador socialista de origen alemán y autor de: El Capital, Trabajo Asalariado y Capital y Manifiesto Comunista, y de Frederich Engels (1820-1859), quien era un científico social que contribuía con Marx.

Marx tuvo dos grandes influencias para su filosofía, la de Feuerbach, quién aportó y afirmó la visión del materialismo histórico y más importante aún, la de Hegel, quién inspiró la aplicación de la dialéctica en el materialismo.

Ademas de basarse en estos filósofos, Marx adoptó la idea del valor-trabajo, o teoría objetiva del valor, de David Ricardo. A partir de ella y de la teoría de la plusvalía intentó demostrar cómo se reproducía el capital sobre la base de la explotación del trabajo asalariado. Asumiendo que el obrero, o proletario, sería siempre pagado con salarios de subsistencia, y que el capitalista acrecentaría cada vez más sus ingresos, previó una separación en clases que dividiría a la sociedad en "dos grandes campos enemigos". El resultado de esta lucha sería la revolución social que impondría la propiedad colectiva de los medios de producción y la aparición de una nueva forma o modo de producción social, el socialismo. 

Las ideas propuestas por estos científicos proporcionaron una base teórica elaborada en su totalidad para la lucha de la clase obrera para alcanzar el socialismo.

Esta escuela de pensamiento se desarrolla en un momento tanto clave como problemático en Europa. Después primera Revolución Industrial y el desplazamiento de la aristocracia y el absolutismo por parte de la burguesía, una nueva clase social surgía; la clase obrera. Esta se expandía numéricamente y adquiría autonomía política y organizativa de manera gradual. Las Revoluciones liberales iban tomando cada vez más fuerza y un giro más radical, adquiriendo al mismo tiempo un carácter más social. Fue en medio de estos sucesos históricos cuando Marx y Engels deciden estudiar el fondo del devenir social para tener una visión más clara sobre los sucesos económicos.

El Capital, como mencionamos antes, es la obra más valiosa y destacada de Marx, la cual posee tres tomos, de los cuales solo el primero estaba concluido a la muerte de este. En la obra reflexiona y analiza a fondo el capitalismo y las leyes del dinamismo gira en torno a esta problemática histórica.

La filosofía marxista consiste en la transposición del idealismo hegeliano, es decir sustituir el concepto de espíritu por el de materia: ésta, increada e infinita es entendida como el sustrato físico y absoluto de todo lo existente, considerada como fuente única de toda realidad. 

La ideología marxista se ve constituida principalmente por los siguientes conceptos:

-La dialéctica materialista, tomando el materialismo de Feuerbach y complementándolo con el razonamiento dialéctico, aunque de manera invertida ya que rechazaron su visión idealista. El principal uso de esta fue para la comprensión científica de la Historia.

-El materialismo histórico, el cual es el estudio general de las leyes que explicarían el desarrollo de las sociedades. Establece cuales son los mecanismos que afectan la natalidad y mortalidad en una sociedad, en otras palabras, explicar por que se produce un cambio. El marxismo postula que sólo con el conocimiento que este materialismo brinda, se puede tener una visión científica del provenir histórico y ejercer una influencia sobre el.

-La lucha de clases, fue una nueva visión de la historia explicada por la dialéctica, que ayudo a descubrir que la historia se desarrolla sujeta a leyes, de modo que se organizan las relaciones sociales formando la estructura de la sociedad. Esta, segundo Marx, comprende de tres niveles; 1) condiciones de producción, 2) fuerzas de producción y 3) relaciones de producción.

La lucha proletaria buscaría eliminar la propiedad privada de los medios de producción, lo cual implicaría el fin de las sociedades de clases, dando paso a un nuevo comunismo y a la “humanización de la sociedad”.

-La burguesía, Se caracteriza simplemente porque tiene la posesión de los medios de producción, mientras que el proletariado carece de aquellos. La burguesía se vale del apropiamiento de los medios de producción, que son medios tecnológicos que simplifican la producción de mercancías; y se vale también del control jurídico de las relaciones de producción que eliminan ciertas restricciones al mercado y la producción; por tanto, los que tienen la capacidad de apropiarse de tales medios de producción y de controlar los mercados, son justamente los capitalistas burgueses.

-El proletariado, Es la clase formada por los obreros asalariados de la sociedad capitalista; que carecen de propiedad sobre los medios de producción y, por ello, están obligados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas. El problema que tienen ante sí los proletarios es sobrevivir en el sistema capitalista, y lo tienen que hacer solamente vendiendo su fuerza de trabajo.

-Plusvalía, la cual se define como la diferencia entre la riqueza producida por el trabajo del obrero y el salario que éste recibe del patrono.  

-La Teoría de la Alineación, la cual se podría definir como el proceso o situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, ajena o extraño a lo que debería ser. Marx afirma que este proceso tiene 4 dimensiones; respecto a la naturaleza, respecto al trabajo mismo, respecto al producto de su trabajo y respecto a la sociedad.

La ley de correspondencia entre las relaciones y las fuerzas de producción, así como la ley de correspondencia entre la superestructura y la base económica le brindaron a Marx fundamentos suficientes para explicar la situación de un cambio histórico que va de una forma social a otra.

Si bien, la aplicación correcta del marxismo significaría una sociedad equilibrada, sin diferencia entre clases sociales y explotación a la clase trabajadora, se piensa en esto como una utopía fallida que va en contra de la naturaleza humana, además de que no se toma en cuenta la limitación de recursos naturales para la producción de bienes.

ESCUELA KEYNESIANA

La escuela de pensamiento keynesiana es una corriente macroeconómica basada en las ideas planteadas en la obra “La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” de John Maynard Keynes (1883-1946), un economista británico que aporto nuevas teorías en respuesta a los conflictos económicos causados por la Gran Depresión y los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Esta se centra en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo de ingresos.

Retomando intuiciones olvidadas de los teóricos del subconsumo (como Malthus), Keynes indicó que la causa de la crisis era la insuficiencia de la demanda, debida a la creciente propensión marginal al ahorro de las sociedades desarrolladas

Gracias a Keynes se fijo atención en los problemas macroeconómicos y monetarios, las crisis y las depresiones e introdujo temas nuevos como la política fiscal.

El dotar a las instituciones y el Estado de poder para regular los procesos económicos y evitar fallas y crisis en el mercado cuando el crecimiento no es positivo es el principal argumento del pensamiento keynesiano.

En inicios del siglo XX, la realidad económica cambió, poniendo en debate las corrientes teóricas con las que se contaba y hasta abandonándolas por su poca utilidad para enfrentar la realidad de los fenómenos de la época.

Los más fuertes, siendo la Gran Depresión, una crisis que afecto a el mundo capitalista en la década de 1930 a causa de la caída de la bolsa de comercio americana y el periodo entre guerras, en el que se enfrentaba la devastación, el desempleo, la hambruna, las enfermedades y empobrecimiento después de la Primera Guerra Mundial,  y los inicios de la segunda.

La teoría de Keynes es basada en el principio de que los consumidores aplican las proporciones de sus gastos en bienes y ahorro, en función de la renta. Cuánto mayor la renta, mayor el porcentaje de la renta ahorrada. Así, si la renta agregada aumento en función del aumento del empleo, la tasa de ahorro aumenta simultáneamente y como la tasa de acumulación de capital aumenta, la productividad marginal del capital se reduce, y la inversión es reducida, ya que la lucratividad es proporcional a la productividad marginal del capital. Entonces ocurre un exceso de ahorro, en relación a la inversión, lo que hace con que la demanda efectiva quede abajo de la oferta y así el empleo se reduzca para un punto de equilibrio donde el ahorro y la inversión queden iguales. Como ese equilibrio puede significar la ocurrencia de desempleo involuntario en economías avanzadas (donde la cantidad de capital acumulado sea grande y su productividad sea pequeña), Keynes defendió la tesis de que el Estado debería intervenir en la fase recesiva de los ciclos económicos con su capacidad de imprimir moneda para aumentar a busca efectiva a través de déficits del presupuesto del Estado y así mantener el pleno empleo.

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