LA ESTRATAGIA COMO ARTE
reivaxEnsayo31 de Agosto de 2018
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LA ESTRATEGIA COMO ARTE
LA ESTRATEGIA MILITAR APLICADA A LA GESTION EMPRESARIAL
Para su aplicación nos regiremos por los mismos principios que un ejército: todas la ofensivas deben ser aplastadas.
Las operaciones deben planificarse para impedir que los competidores puedan seguirnos.
1- Tener claro el objetivo: para conseguir un fin determinado debemos analizar nuestros puntos fuertes y diseñar la estrategia.
2- Desarrollar las fases done los medios son las dos grandes fortalezas de una empresa; el mejor ejercito, los empleados y un modelo de negocio que preste especial atención a la prudencia en el riesgo.
3- Ir con sigilo: los movimientos tácticos en cada una de las fases deben hacerse con el máximo sigilo.
4- Medir los riesgos y aplastar.
El lanzamiento de un producto no está exento de riesgo. Para afrontarlos hay que planificar los detalles, revisar la intendencia y la retaguardia que exige la operación (altos niveles de capital y adecuada rentabilidad). Además hay que analizar las posibles respuestas de los adversarios.
Una vez tomada la decisión hay que tener claro que la ofensiva debe ser aplastante, cuidando todos los flancos y sin dejar nada al azar, para que así los resultados de las maniobras hagan que los competidores tarden en reaccionar.
a- Querer vencer: es fundamental que para ganar hay que tener voluntad de vencer, sin desviarnos del objetivo.
b- Retirarse a tiempo.
La ciencia de la estrategia de los conflictos consiste en actuar ante las distintas situaciones que aparecen en el quehacer diario de la empresa para detectar el espíritu del problema y eliminarlo antes de que cobre forma.
La estrategia se requiere y se necesita para tratar la ausencia de armonía, ya que el conocimiento del problema es la clave de la solución.
La eficacia máxima del conocimiento y de la estrategia es hacer que el conflicto sea totalmente innecesario.
La mejor táctica estratégica es la que frustra el complot de los adversarios, deshaciendo sus alianzas y así poder atacar eficazmente sus fuerzas tácticas y operativas, siendo la peor cercar sus fortalezas. La estrategia ideal hace que sea posible ganar sin luchar.
La persona violenta y agresiva parece implacable, pero en realidad es una persona emocional. La verdadera implacabilidad, la frialdad de la objetividad total siempre la tenemos que aplicar actuando conforme a ella, junto a una actitud de atención objetiva a cerca de la situación real; siempre debemos eliminar de nosotros la codicia y la posesividad.
I- Criterios Estratégicos.
La acción estratégica es de vital importancia para la empresa; constituye la base de la supervivencia o extinción, por ello es absolutamente indispensable examinarla.
La base significa localización, el lugar donde se produce la contienda; si ganamos ventajas sobreviviremos y si las perdemos pereceremos. Es pre lo que la acción estratégica se considera la base de la supervivencia o de la extinción.
El Camino, Senda o Ruta, hace referencia a la forma de adaptarnos a la situación para asentar el triunfo: si lo encontramos sobreviviremos y si lo perdemos desapareceremos.
Por tanto, debemos calcular, sirviéndonos de los cinco elementos y utilizar estos criterios para comparar y establecer cuál es la situación.
Los cinco elementos, que son la senda o ruta, la atmosfera o clima, el terreno, el líder y el orden u observancia, han de ser valorados por la dirección general.
En primer lugar haremos una valoración de nosotros mismos y de nuestro competidor, teniendo en cuenta los cinco elementos para decidir quién está en posición de superioridad; es entonces y solo entonces cuando podemos determinar quien tiene más probabilidades de logra en objetivo propuesto: VENCER.
La senda o ruta requiere inducir a los empleados hacia el mismo objetivo que la dirección, para compartir la existencia o extinción sin temor al peligro.
La senda o ruta lleva aparejado los comportamientos de humanidad y justicia ya que son los únicos medios para dirigir o guiar de manera apropiada y eficaz.
Cuando la dirección se comporta correctamente, los empleados se sienten cercanos y no les preocupa arriesgarse por la dirección
La Atmosfera o Clima nos informa del momento de tiempo más oportuno y adecuado para llevar a cabo una campaña o acción.
El Terreno debe valorarse en términos de distancia, facilidad o dificultad de desplazamiento, dimensiones y seguridad.
En cualquier operación estratégica debemos conocer en primer lugar el terreno en el que nos movemos, cual es su configuración. Cuando se conoce la distancia que hay que recorrer, la trayectoria, se puede planificar, tomar el camino recto o dar un rodeo.
Cuando se conoce la facilidad o la dificultad del desplazamiento, se puede determinar qué tipo de profesionales son los más adecuados utilizar.
Cuando se conoce la extensión de la zona del conflicto, se puede estimar el número de profesionales que se necesitan.
Cuando se conoce la seguridad, relativa a la zona de conflicto, se puede escoger si es mejor enfrentarse o dispersarse.
La autoridad es cuestión de inteligencia, honradez, humanidad, valor y severidad.
La inteligencia supone la capacidad de planificar y saber cuándo hay que hacer los cambios de manera eficaz.
La honradez garantiza que los empleados tengan claridad respecto a las recompensas y correctivos.
Humanidad representa afecto y compasión por las personas, teniendo conciencia de sus esfuerzos.
El valor significa aprovechar, sin vacilar, las oportunidades para asegurar el triunfo.
La severidad es establecer disciplina entre los empleados mediante correctivos estrictos.
La disciplina representa organización, cadena de mando y logística.
Organización quiere decir que los empleados deben estar agrupados de una determinada manera.
La cadena de mando advierte que tiene que haber directivos para mantener a los empleados unidos estando al mando de los mismos conduciéndolos.
La logística advierte sobre la vigilancia de los suministros.
Cualquier directivo debe controlar los cinco elementos para sobrevivir; si los ignoran sucumben.
Así pues, utilizaremos estos criterios para comparar y establecer cuál es la situación: ¿Qué líder está en posesión del camino?. ¿Qué directivo tiene las cualidades adecuadas?. ¿Quién tiene la mejor atmosfera y el mejor terreno?. ¿A quién pertenecen los empleados más preparados y mejor provistos?.¿Qué directivos y empleados están mejor entrenados y son más hábiles?. ¿De quién es el sistema más claro de recompensas y correctivos?.
Si conocemos las respuestas podremos conocer quién será el que triunfe ante la aparición de un conflicto: “ El que me amenaza de buena forma es mi jefe, el que me amenaza de manera cruel es mi enemigo”.
Tenemos que valorar las ventajas de pedir consejo para después estructurar nuestras fuerzas y añadir tácticas suplementarias. Las fuerzas han de estructurarse de manera estratégica basándose en las ventajas: Una operación estratégica implica engaño.
Aunque seamos competentes debemos aparentar ser incompetentes; aunque seamos efectivos nos mostraremos ineficaces y así sorprenderemos al rival que no había previsto esta argucia
El engaño tiene como objetivo obtener la victoria sobre el rival; estar al mando de un grupo requiere capacidad de suscitar confianza.
Desanimaremos al rival con la perspectiva de nuestra victoria sorprendiéndole mediante la confusión, dando la impresión de desorden para poder así tenderle una trampa.
Cuando el rival esté satisfecho nos prepararemos para actuar estando alerta y dispuestos; cuando es poderoso lo evitaremos.
Si existe un efecto reciproco entre directivos y empleados y los empleados están bien preparados, se produce un efecto de confianza en el sistema de premios y castigos.
No debemos esperar a que se produzca una contienda, pero si se produce hay que establecer unos preparativos:
a- Utilizaremos la cólera para confundir al rival. Cuando la dirección general está descontrolada, tenemos que irritarla para que se encolerice y así se volverá impetuosa olvidando su propia estrategia.
b- Utilizaremos la humildad para que el rival se muestre arrogante introduciendo la división. Le atacaremos cuando esté desprevenido haciendo nuestros movimientos cuando no se los espere. Golpearemos sus puntos débiles impidiéndole calcular los preparativos. En las operaciones estratégicas la ausencia de formas es lo más eficaz; el movimiento más eficaz es aquel que no se espera y el mejor de los planes es aquel que no se conoce.
c- La formación y los procedimientos utilizados en la formación estratégica no deben ser divulgados previamente. No divulgar los planes se traduce en que la información no trascienda.
d- El arte de la estrategia no tiene forma constante; nos adaptaremos al enfrentarnos al rival sin dejarle conocer lo que pensamos hacer. Hay que tener en mente la valoración del rival y , ante nuestros ojos, la observación de la situación.
e- El que planifica el triunfo en su terreno, incluso antes de entablar el enfrentamiento, es el que tiene más factores estratégicos de su parte. El que prevea su incapacidad de vencer, antes de empezar el enfrentamiento, es el que tiene menos factores estratégicos de su parte.
f- Cuando nuestra estrategia es profunda y amplia, es mucho lo que llevamos ganado, de manera que podemos vencer antes de empezar. Por eso se dice que las empresas victoriosas vencen primero
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