LA GESTIÓN FINANCIERA UN TEMA DE COMPETITIVIDAD

LA GESTIÓN FINANCIERA UN TEMA DE COMPETITIVIDAD

Competitividad, un término muy usado hoy en día en el ámbito empresarial que se refiere en términos prácticos a la capacidad que tiene una empresa o persona para producir bienes y servicios que aportan rentabilidad y son competentes en el mercado. ¿Será cierto que la competitividad solo se refiere a productividad en un mercado de bienes y servicios? o ¿puede este término aplicarse en la gestión financiera para generar más valor a la empresa?

Pues bien, partamos de lo general a lo particular; en un mundo globalizado donde no existen fronteras, donde los consumidores demandan cada vez con más frecuencia productos innovadores y de calidad, donde el uso de las telecomunicaciones y la aplicación de las nuevas tecnologías imponen “modas” y “tendencias”, es realmente importante para una empresa no solamente ser competitivo en la producción de bienes y/o servicios; sino también manejar adecuadamente las finanzas al interior de la organización para tener un futuro próspero y rentable.

Pero ¿Qué importancia tiene el manejo de flujo de caja?, ¿es solo un formalismo en la gestión financiera? Sin duda este es un tema que compete no solo a la gerencia financiera de la organización, es un tema que transciende e involucra a la alta dirección y que deben conocer tanto contadores como administradores. Y es tan importante ya que por medio del flujo de caja es posible identificar los flujos de ingreso y egreso que tiene la empresa en un periodo determinado.

Sin embargo, el flujo de caja no se limita solamente a identificar ingresos y egresos como resultado de las operaciones o transacciones financieras que realiza la organización; éste tiene un significado de mayor valor pues su objetivo es mostrar un análisis sobre la liquidez que posee la empresa y a su vez ser un mecanismo de control de la información y movimientos financieros que se realizan; con la finalidad de planificar y plantear nuevos proyectos al largo plazo y ejercer un mejor control operativo y cuantitativo al corto plazo.

Desde este punto de vista ya se puede observar que la competitividad no se limita solamente a factores externos; la competitividad empieza al interior de la organización a través de eficientes métodos de trabajo, uso apropiado de los recursos físicos, humanos, tecnológicos y económicos, entre ellos un eficiente manejo financiero que se traduce en el pleno conocimiento de los movimientos de ingreso y egreso de dinero que se controlan a través del flujo de caja.

En mi opinión particular, el flujo de caja es una herramienta que representa múltiples beneficios, pues a través de su interpretación es posible medir y cuantificar el grado de liquidez que posee la organización; que en términos generales contribuye a toma de decisiones basado en hechos reales como por ejemplo ¿podemos hacer inversiones que nos representen ingresos a corto o largo plazo?, ¿Qué políticas de cobro y pagos debemos establecer? ¿Estamos en capacidad de adquirir obligaciones financieras? Y se puede hacer muchos otros cuestionamientos a partir del análisis del flujo de caja. Sin duda es una herramienta eficaz y práctica.

En este orden de ideas y como todo tiene su ciencia, es importante aclarar cómo en la práctica se debe hacer un flujo caja; el primer paso consiste en identificar los ingresos y egresos en determinado periodo de tiempo, esta información se obtiene de los libros contables, balance general y estado de resultados. Luego se toma el saldo inicial que es el punto de partida para elaborar el flujo de caja, se coloca la partida de ingresos y la partida de gastos o egresos, después de obtener el total de ingresos y el total de gastos o egresos se procede a calcular el financiamiento por préstamos o activos adquiridos y finalmente se procede a calcular la diferencia entre ingresos totales y gastos o egresos totales junto con la partida de financiamiento. El resultado obtenido es revelar la situación de liquidez.

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