LIDERAZGO EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Enviado por georgi_guerrero • 10 de Mayo de 2016 • Síntesis • 359 Palabras (2 Páginas) • 2.094 Visitas
LIDERAZGO EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Un líder debe contar con la capacidad para influir de manera positiva sobre la conducta de personas o grupos, máxime cuando se trata de resolver conflictos suscitados al interior de la comunidad que lidera.
Las herramientas planteadas en el texto “Doce técnicas para la resolución de conflictos” de Helena Cornelius y Stella Cornelius, proporcionan en su aplicación, una habilidad especial para que un líder actúe como pacificador y que contribuya por ende a la reconciliación humana.
La acción de un líder como mediador en la resolución de conflictos depende de las circunstancias específicas de la confrontación, de tal manera que de su criterio dependerá la aplicación de las técnicas apropiadas para concluir de manera positiva el asunto sometido a su mediación.
Resulta fundamental para un líder definir el problema y sus factores críticos, poniendo de manifiesto sus conocimientos y habilidades para resolver el problema de forma satisfactoria. Es así que el líder deberá persuadir tomando en consideración las opiniones de los demás y contando con la capacidad para diagnosticar un conflicto, hacer un pronóstico y descubrir donde hay conflictos o donde se pueden generar.
De modo pues que la astucia, la autoridad, el don de gente, el don de mando, la comprensión, la actitud de escucha son cualidades fundamentales para la resolución de conflictos, que sumadas a la aplicación de las técnicas planteadas en el texto en estudio, le aportan al líder ideas importantes a la hora de enfrentarse a alguna situación de conflicto y contribuir a la convivencia en el entorno en el que habita.
Las doce técnicas planteadas son guías que al concatenarse con las actitudes y capacidades del líder, lo ilustran para enfrentarse a la situación de manera imparcial y objetiva, con una actitud positiva que le permita entender las necesidades de las partes sin culpar o atacar a ninguna de ellas, valorando sus puntos de vista para finalmente proponer soluciones justas, equitativas, con sentido común, que más allá del resultado esperado por cada una de las partes, concluya en alternativas que representen ventajas para ambas y que eso derive en efectos positivos futuros en la comunidad.
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