La empresa con plan de negocios

Cuando se compara la empresa con plan de negocios con otra que no lo tiene, la ventaja es que se han analizado escenarios que podrían presentarse y se han formulado estrategias de reacción en caso de que se presenten algunos problemas, así como se trabaja con el orden necesario para evitar al máximo posible el cometer errores o caer en problemas.

Adicionalmente el producto o servicio que se ofrezca contiene ya una ventaja sobre los competidores y esto debe haberse identificado en la evaluación de los FODA´s que se realizaron al emprendedor y a la empresa.

Sin embargo, a pesar de que el plan promete muchas ventajas, algunos empresarios tienen motivos para no llevarlo a cabo. Entre estos, David Fred (2003), menciona alguno de los siguientes para no participar en la elaboración de un plan de negocios:

Estructuras de recompensa inadecuadas: Cuando la empresa logra el éxito, olvida con frecuencia recompensarlo. Cuando ocurren fracasos, la empresa los castiga. En esta situación es mejor que un individuo no haga nada, que arriesgarse tratando de lograr algo, fracasar y recibir castigo.

Manejo de crisis: Una empresa puede estar tan involucrada en el manejo de las crisis que no tiene tiempo para planear.

Pérdida de tiempo: Algunas empresas ven la planeación como una pérdida de tiempo, ya que no se elabora ningún producto para su venta. El tiempo utilizado en la planeación es una inversión.

Demasiado costosa: Algunas empresas se oponen, por motivos culturales, a gastar recursos.

Pereza: Las personas no desean realizar el esfuerzo necesario para formular un plan.

Contemos con el éxito: En particular, si una empresa es exitosa, las personas podrían sentir que no existe la necesidad de planear porque las cosas funcionan bien; sin embargo, el éxito de hoy no garantiza el éxito del mañana.

Temor al fracaso: Al no llevar a cabo ninguna acción, existe poco riesgo de fracasar a menos que un problema sea apremiante. Siempre que se intenta realizar algo que valga la pena, existe cierto riesgo de fracasar.

Confianza excesiva: Conforme los individuos adquieren experiencia, confían menos en la planeación formal; sin embargo, esto rara vez es conveniente, ya que al sentir una confianza excesiva o sobreestimar la experiencia propia podría conducir a la desaparición de la empresa. La reflexión previa no constituye un desperdicio y es a menudo la marca del profesionalismo.

Experiencia previa desagradable: Las personas podrían haber tenido una experiencia previa desagradable con la planeación, casos en los que los planes han sido prolongados, exagerados, poco prácticos o inflexibles.

Interés en sí mismo: Cuando alguien ha logrado cierta posición, privilegio o autoestima por medio del uso eficaz de un sistema viejo, ve a menudo un nuevo plan como una amenaza.

Temor a lo desconocido: Las personas podrían sentirse inseguras de su capacidad para aprender nuevas habilidades, de su aptitud con los sistemas nuevos o de su habilidad para desempeñar nuevos papeles.

Diferencias honestas de opinión: Las personas podrán creer con sinceridad que el plan es incorrecto, considerar la nueva situación desde un punto de vista diferente o tener aspiraciones para ellos mismos o para la organización que difieran del plan. Personas distintas en diferentes trabajos poseen diversas percepciones de una situación.

Sospecha: Los empleados no deben confiar en la gerencia.

Sin embargo, el plan de negocios no es lo único que le proporciona a un negocio una ventaja competitiva. De acuerdo a Olmos (2007), Mariotti establece seis factores que proporcionan una ventaja:

Calidad.

Precio.

Ubicación.

Selección.

Servicio.

Rapidez/recuperación.

5.3 Identificación de la propuesta de valor agregado

Con base en los seis factores de Olmos, se debe revisar la idea que se tiene para emprender un negocio. Por ejemplo, si queremos poner una cafetería, ¿cuál es la diferencia con las otras que existen en la zona? Puede ser la calidad, porque el café sea de Colombia, o por el servicio que se otorgue personalizado, al auto, o bien porque la ubicación es sobre una avenida donde no hay otra cafetería.

En los temas anteriores ya se habrá definido alguna idea respecto al negocio que se pretenda realizar o la empresa a cumplir.

Para ello se deberá identificar en qué sector económico se encuentra nuestra empresa, así como los datos de ubicación geográfica, población en esa ubicación, tipo de mercado: clases socioeconómicas, preferencias, edades promedio, es decir, se deberá realizar un estudio de mercado.

Se debe identificar cuál es el valor agregado del producto o servicio que tenemos en mente.

Por ejemplo, Starbucks ofrece café, pero lo ofrece al gusto del cliente, es decir su propuesta de valor agregado es el servicio, el lugar confortable ideal para estar solo trabajando o para convivir entre amigos en un ambiente agradable.

Se debe poner en blanco y negro una tabla comparativa en la cual se describan las ventajas y desventajas que contenga nuestra idea, en cada uno de los seis factores mencionados por Mariotti, después compararlos contra la competencia. Esto requiere de un trabajo de investigación previa en fuentes confiables. La Secretaría de Economía puede apoyar con su base de datos donde ofrece asesoría al emprendedor, o bien las Cámaras de Comercio del sector a donde correspondería nuestro producto o servicio, la de nuestros clientes potenciales y la de nuestros proveedores.

5.4 El planificador

El planificador es la herramienta en la cual se vaciará la información del plan de negocios.

No existe un “planificador” que pueda copiarse, porque éste será desarrollado de acuerdo a las expectativas del usuario. Finalmente,

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