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La inseguridad


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  Ensayos  •  518 Palabras (3 Páginas)  •  205 Visitas

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Violencia e inseguridad son dos enfermedades de nuestro cuerpo social que están muy arraigadas por todo México. Se han ido metiendo en nuestra cotidianidad hasta convertirse en parte de una distorsionada “normalidad” a la que no debemos acostumbrarnos. El Distrito Federal no es ajeno a dicho fenómeno, lo que nos obliga a hacerle frente y no a sacarle la vuelta.

Para muchos ciudadanos, la inseguridad repunta hasta regresar al nivel que tenía hace dos o tres años, tomando en cuenta que, cada vez con más frecuencia, en nuestro entorno familiar y laboral se sabe de robos, asaltos y hurto de autopartes.

Ayer, un hombre y su hijo de 28 años, ambos transportistas, fueron acribillados a bordo del automóvil que usaban para custodiar un camión de remolque. El lunes, a unos metros de la Secretaría de Gobernación, en la calle de Bucareli, fue asaltada una camioneta semiblindada que transportaba 400 mil dólares. No son casos aislados; forman parte de una trágica crónica urbana que pide solución.

Por lo que hace a la violencia, más de 100 ejecuciones en lo que va del año, muchas de ellas ligadas al crimen organizado y a la venta de estupefacientes, dan cuenta de que la guerra por territorios y deudas no se ha ido de la ciudad.

Es muy probable, como asegura el jefe de la policía capitalina, Joel Ortega, que la ciudad de México no sea la más peligrosa del país, porque las estadísticas así lo demuestran. Qué bueno. Sin embargo, tenemos que aspirar a ser más seguros en relación con nuestra propia historia como ciudad. De nada le sirve a un capitalino saber que no tenemos los índices criminales de Culiacán o Río de Janeiro, por ejemplo, si en la noche se meten a robar en su casa.

Hay que tomar las estadísticas como un buen termómetro de la tendencia general de los fenómenos, entendiendo que muchos delitos no se denuncian por apatía ciudadana o por considerarlo inútil.

En este sentido, urge promover una cultura de la denuncia, que no permita que la impunidad sea tan alta en el país. No reportar un delito es ser corresponsable de dejar en libertad a quien seguramente mañana cometerá otro. Ya de paso, tampoco estaría de más una revisión a los estándares de calidad y servicio del Ministerio Público, cuya eficiencia, atávicamente, deja mucho que desear.

Las soluciones a violencia e inseguridad pasan por trabajar en una reforma de la seguridad pública, capitalina y federal, que profesionalice su servicio, pague mejor a sus integrantes y aplique mejores estrategias de prevención y sanción del delito.

Asimismo, es preciso que a nivel federal se haga la tarea, pues las ejecuciones crecen en todo el territorio y los mecanismos de articulación con las policías locales suelen ser deficientes. En el caso del DF hay que ser particularmente cuidadosos de que la cooperación se dé y de que en

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