Ley Del Proceso

La Ley del Proceso por John Maxwell 1

Tomado del libro "Las 21 leyes irrefutables del Liderazgo"

LA LEY DEL PROCESO

Tomado del libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” por John Maxwell.

Anne Scheiber tenía 101 años cuando murió en enero de 1.995. Durante años había vivido en un diminuto y desgastado apartamento - estudio en Manhattan. La pintura de las paredes estaba pelada, y las estanterías alineadas en las paredes, cubiertas de polvo. El alquiler era de cuatrocientos dólares al mes.

Scheiber vivía de la Seguridad Social y de una pequeña pensión mensual, que había empezado a recibir en 1943 cuando se retiró como auditora de Hacienda. Ella no lo había hecho muy bien con Hacienda, más específicamente, la agencia no lo había hecho demasiado bien con ella. A pesar de tener un título en Derecho y de hacer un trabajo excelente, nunca fue ascendida y cuando se retiró a la edad de 51 años, estaba ganando solamente $3.150 US al año.

“Fue tratada en forma muy mezquina” dijo Benjamín Clark, quien la conoció más que ninguna otra persona. “Ella tuvo que valerse por sí misma en todo aspecto y fue realmente un gran esfuerzo.

Scheiber era un modelo de frugalidad. No gastaba dinero en ella misma, no compraba mobiliario nuevo a medida que los viejos muebles que poseía quedaban inservibles, ni siquiera se suscribió a un periódico.

Más o menos una vez a la semana solía ir a la biblioteca pública para leer el “Wall Street Journal”.

CAÍDO DEL CIELO

Imagina la sorpresa de Norman Lamm, el presidente de la universidad de Yeshiva en la ciudad de Nueva York, cuando averiguó que Anne Scheiber, una pequeña y anciana dama de la que nunca había oído - y que nunca había asistido a Yeshiva - dejó su herencia integra a la universidad.

“Cuando vi el testamento estaba alucinado, era como caído del cielo” dijo Lamm. “Esta señora ha llegado a ser una leyenda de la noche a la mañana”.

El patrimonio que Anne Scheiber había dejado a la universidad de Yeshiva ¡ascendía a 22 millones de dólares!.

¿Cómo se entiende que una solterona que se había jubilado hacía 50 años amasara una fortuna de 8 dígitos?

Aquí está la respuesta. Para cuando se retiró de Hacienda en 1943, Anne Scheiber había sido capaz de ahorrar 5.000 dólares. Invirtió este dinero en la bolsa. Para 1950 había obtenido suficientes beneficios como para comprar 1.000 acciones de Schering-Ploug Corporation, valoradas entonces a 10.000 dólares cada una. Se

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Tomado del libro "Las 21 leyes irrefutables del Liderazgo"

mantuvo en estos valores, dejando que se revalorizaran. Hoy, esas acciones originales se han repartido suficientes veces como para producir 128.000 acciones con un valor de 7,5 millones de dólares.

El secreto del éxito de Scheiber fue que ella pasó la mayor parte de su vida construyendo sus valores financieros. Ya fuera que sus acciones subieran y bajaran, ella nunca las vendió a bajo precio con el pensamiento "ya he terminado de construir; ahora es tiempo de recoger ganancias". Ella quería obtener el botín a largo plazo, verdaderamente a largo plazo. Cuando ganaba dividendos- los cuales eran cada vez mayores - los volvía a invertir. Ella pasó la vida entera construyendo. A diferencia de otras personas mayores, que se preocupan porque podrían quedarse sin fondos antes de terminar sus vidas; ella cuanto más vivía más rica llegaba a ser. En cuanto a las finanzas, Scheiber entendía y aplicó la Ley del Proceso.

EL LIDERAZGO ES SIMILAR A INVERTIR - SE ACRECIENTA

Convertirse en un líder no es como invertir exitosamente en el mercado bursátil. Si tu esperanza es hacer una fortuna en un día, no vas a conseguir éxito. Lo que más importa es lo que tú haces día tras día, más que el camino entero. Mi amigo Tag Short sostiene, “El secreto de nuestro éxito se encuentra en nuestra agenda diaria”. Si continuamente inviertes en el desarrollo de tu liderazgo, permitiendo que tus “valores” se incrementen, el resultado inevitable es crecimiento a través del tiempo.

Cuando enseño liderazgo en conferencias, las personas inevitablemente preguntan si los líderes nacen. Siempre respondo “por supuesto, nacen... todavía no he encontrado a nadie que haya venido al mundo de otra manera”. Todos reímos, y después contesto la pregunta real - si el liderazgo es algo que la persona posee o no.

Aunque es cierto que algunas personas nacen con unos dones naturales más grandes que otros, la habilidad de liderar es realmente una colección de habilidades, y casi cada una de ellas puede ser aprendida y mejorada. Pero este proceso no sucede de la noche a la mañana. El liderazgo es complicado. Tiene varias facetas: respeto, experiencia, fuerza emocional, habilidades personales, disciplina, visión, momentum, tiempo - la lista continúa. Como puedes ver, muchos factores que tienen lugar en el juego del liderazgo, son intangibles. Esta es la razón por la cual los líderes requieren tanto “aderezo” para ser efectivos, y por qué solo ahora a la edad de 51, siento que empiezo a comprender exactamente los muchos aspectos del liderazgo con claridad.

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Tomado del libro "Las 21 leyes irrefutables del Liderazgo"

LOS LÍDERES SON APRENDICES

En un estudio de los noventa líderes más notables de una gran variedad de campos, los expertos en liderazgo, Warren Bennis y Burt Nanus hicieron un descubrimiento acerca de la relación entre crecimiento y liderazgo: “Es la capacidad para desarrollar y mejorar sus habilidades lo que distingue a los líderes de sus seguidores.” Los líderes con éxito son aprendices. Y el proceso de aprendizaje es continuo, es el resultado de la disciplina personal y la perseverancia. La meta cada día debe ser mejorar un poco más, edificar sobre el progreso del día anterior.

LAS CUATRO FASES DEL CRECIMIENTO DEL LIDERAZGO

Ya sea que tengas o no una gran habilidad natural para el liderazgo, tu desarrollo y progreso ocurrirá probablemente de acuerdo a las siguientes cuatro fases:

1ª FASE: NO SÉ LO QUE DESCONOZCO

La mayoría de las personas fallan en reconocer el valor del liderazgo. Creen que el liderazgo es sólo para unos pocos – para las personas en la cima de la escala corporativa. No tienen ni idea de las oportunidades que están desaprovechando al no estar aprendiendo a liderar. Entendí este punto cuando un presidente de un colegio superior compartió conmigo que un puñado de estudiantes se apuntó a un curso sobre liderazgo que se ofrecía en el colegio. ¿Por qué? Sólo unos pocos pensaron de sí mismos como líderes. Si hubieran sabido que el liderazgo

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