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  Además de deportistas y aquellos que buscan mejorar su aspecto físico, los gimnasios alicantinos se están llenando de un nuevo perfil de cliente: los que acuden con la intención de reducir sus niveles de colesterol o triglicéridos y para prevenir infartos, además de otras enfermedades. Juan García, de 54 años, explica que tiene «bastante colesterol. Me da pereza salir a hacer ejercicio solo, por eso le pregunté al médico si podía hacer lo mismo en el gimnasio, donde no hacía tanto frío». Aparte de con el chándal y las deportivas, al gimnasio se va ahora con certificado médico. «Actualmente se come bastante mal y la gente abusa demasiado de la comida basura, rápida, y eso les provoca colesterol, hipertensión, y los médicos les recomiendan hacer cardiovascular; no se trata de hacer pesas, sino de ejercicios cardiovasculares, como clases de mantenimiento, bicicleta estática, cinta...», explica el dueño de Studio Fitness Sport, Quique López. «Mucha gente acude para contratar servicios relajantes; también vienen con pronóstico médico para mejorar su salud y aprovechan para rehabilitar en la piscina lesiones antiguas», dice el responsable del Centro Wellness en Alicante, Ramón González. Lo que no hay duda es de que los centros deportivos de la ciudad han aumentado entre un 20% y un 30% sus clientes durante el mes de enero, «algo que ocurre casi todos los años en estas fechas y también en los meses antes de lucir el bañador y después de verano», afirman desde varios gimnasios. De los mejores del país Los gimnasios alicantinos se sitúan entre los mejores de España en la relación calidad/precio, según un estudio de Consumer Eroskha analizado 200 instalaciones en toda España. Por contra, la limitada oferta de horarios y la falta de interés por la salud del cliente son las principales deficiencias de los gimnasios alicantinos, según el mencionado informe.

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