PRIMERA NATURALEZA, SEGUNDA NATURALEZA

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

“ADMINISTRACIÓN DE LA PUBLICIDAD Y RELACIONES PÚBLICAS”

ANÁLISIS CRÍTICO AL PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “¿CUÁNTA GLOBALIZACIÓN PODEMOS SOPORTAR?

ALUMNA: DANIELA MENDOZA PARDO

GRUPO M1  TURNO MATUTINO

“PRIMERA NATURALEZA, SEGUNDA NATURALEZA”

El primer capítulo de este libro explica muy filosóficamente las dos naturalezas a las que se ha enfrentado el hombre en su evolución y la compara con otros seres vivos. Dice que la inteligencia proviene del instinto, pero que la razón proviene del “todo”, de un tipo de pensamiento más profundo que ha llevado al hombre a sobrevivir sobre otras especies pero también a adentrarse en más conflictos. Dice que en primera naturaleza el hombre comenzó a buscarle explicación a eventos naturales que no entendía y con ciencia, pudo explicarlos. La segunda naturaleza es lo que conocemos como “cultura”, que es la que va imponiendo al hombre como debe actuar dentro de una sociedad, donde los más fuertes han dominado a los más débiles.

Desde mi punto de vista, la globalización es la mejor arma de quien quiere dominar un mercado. Te haces valer del conocimiento que tienes para conquistar al mercado que desconoce lo que tú ya sabes. Ellos no saben que juegas con su mente, quien globaliza solo investiga, reproduce y reparte lo que sabe (a su modo, de manera conveniente) al público en general. Incluso, no solo compartes tu conocimiento, sino que se impone y haces de eso una “cultura”, el conocimiento deja en tus manos el poder de transformar a la sociedad, sin embargo no siempre es del todo bueno.

El exceso de conocimiento para mí, también puede producir una especie de saturación y cansancio mental. Cuando tu mente se siente demasiado bombardeada, el cerebro deja de procesar la información y pierde el enfoque; esto se resume en nulo posicionamiento para las marcas que están emergiendo y que por dicha razón no sean recordadas por sus mercados. Se puede pensar que lo ideal es comenzar a bombardear de mensajes a tu público en las horas pico del día, sin embargo, tu competencia también lo está haciendo, y al ser productos iguales o similares, tu mercado meta difícilmente va a lograr diferenciarte, por el exceso de conocimiento que se encuentra procesando.

Yo pienso que si una marca desea estar realmente presente en la vida de una persona, debe hacerse presente en momentos emocionales, instintivos (y que sea positivo). Momentos donde el cerebro no esté razonando, sino sintiendo, ya que esto generará un vínculo más fuerte con el mercado, un vínculo más relacionado con nuestra naturaleza de origen. La marca no solo estará en el inconsciente, sino también en el consiente. Trascenderá ambas fronteras de la mente. Entonces, por si sola, evolucionará constantemente de una posición instintiva a una posición razonada, porque cada vez que la persona desee recordar o volver a vivir aquel buen momento, elegirá tu marca no solo por instinto, sino también por voluntad, porque ha comenzado su proceso de razonamiento. Ese es el momento en que las dos naturalezas del hombre se unen para ser uno solo y es el momento en el que la globalización nos puede dar límites con libertad, con la que es únicamente necesaria.

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