PUBLICIDAD EN CAMPOFRIO

Por todo lo que ya se lleva hecho y recorrido en el sector publicitario hoy en día la creatividad ya no se circunscribe a un excelente spot o una potente gráfica, pese a que ambas cosas son muy necesarias, ahora hay que aplicarla a generar ideas que adopten cualquier formato y que no estén condicionadas por ninguno, algo ciertamente más complicado de lo que parece.

Lo importante en este caso es la participación activa del consumidor en la diseminación del mensaje y en la campaña de Campofrío gracias al empuje del público, la campaña llegó a los grandes medios.

Campofrío continúa con la idea de que la viralidad es un ingrediente que se puede incorporar a las piezas de comunicación y esta se ha mostrado como un arma perfecta para combatir, no sólo la escasez de presupuestos y la hiperfragmentación de los medios, sino el hartazgo del consumidor ocasionado por la saturación de los soportes tradicionales. El tiempo se ha encargado de enseñarnos que no hay fórmulas que consigan prender esa mecha que hace posible la viralidad, porque en ésta interviene algún elemento desconocido y fuera de nuestro control que no permite su aplicación a voluntad.

Es complicado generar un viral pero Campofrío tiene ya una amplia experiencia en el mercado y concretamente en este tipo de publicidad ya que su anterior campaña ya había sido capaz de generar esta corriente siendo su anuncio de los más comentados, compartidos y difundidos por los espectadores e incluso por los que ni siquiera llegaron a verlo y es obvio que las probabilidades de que ocurran estos “fenómenos” son mayores cuando se parte de una buena idea y de una buena ejecución y comparto con María Jesús en que para que prenda esa chispa tiene que haber un componente que despierte en la gente una sensación diferente al resto de la publicidad, un sentimiento más fuerte que puede ser tanto positivo como negativo pero que genere reacciones.

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